La mirada en el camino siempre es importante, no importa que tan sexy sea la chica que este abrazándote, acariciándote, sintiendo su olor, seduciéndote… Claro, no era lo que me estaba pasando, ahora solo tenía a una chica que estaba a cierta distancia de mí, una muchacha adorable, recién llegada de algún lugar.
No tardamos mucho en llegar al instituto, y sé que ya había comentado que iba a mi lugar de trabajo y pues considero que esto es un trabajo, bueno mi padre decía que lo era, que si lo tomaba como una obligación no haría las cosas bien, y verán no me va mal en la escuela.
- Gracias. –Dijo ella luego de que estacionara la motocicleta.
- No es nada, también venía aquí, así que no me costó nada. – Dije yo con una sonrisa de lado tomando el casco que ella me extendía.
Caminamos juntos hacia la entrada, deteniéndonos ahí mirándonos el uno al otro, ella parecía diferente a las demás chicas que había visto, y era algo que me llamaba la atención.
Mientras tanto alguien empezaba a despertar.
Había mirado a aquel techo azul hace muchas horas, se había levantado temprano como de costumbre, aunque no tenía las suficientes ganas como para levantarse, aquellas escenas pasaban una y otra vez por su cabeza, se sentía demasiado frustrada por todo lo que estaba pasando y era algo que se venía arrastrando desde hace mucho.
- Jane, cariño es hora de que te levantes. – Se escuchó la voz de su madre por detrás de su puerta, aquella mujer era demasiado dulce, aunque vivía en su burbuja de felicidad, cosa que no molestaba ni agradaba.
Ella se levantó dirigiéndose hacia el baño, dándose un baño, después de haber encendido el reproductor, lo que pasó fue producto de la cerveza, sí, no se volvería loca por aquello.
<< You soft and only, you lost and lonely>>
Aquella canción había sido tan perfecta en aquellos momentos, pero era algo que a Jane le costaba aceptar, ella no podía dejar que cosas como esas volvieran a atacarla y rápidamente tomó su bolso y salió de casa, rumbo a la escuela.
No tardó mucho, pues para su gracia solo vivía a cinco minutos de aquel lugar, de pronto se detuvo a ver una simpática escena, en la entrada se encontraba Bástian Campbell, sintió como el calor invadía sus mejillas y se apresuró hacia donde estaba él.
-¡Oye tú! – Exclamó ella cuando ya estaba cerca de él, interrumpiendo una conversación que parecía ser agradable. - ¡Lo prometiste! ¡Prometiste que irías! – Siguió ella golpeando el brazo del chico.
-¡Hola Jei! – Saludo él con una sonrisa, entrecerrando los ojos al sentir aquel golpe.
- No, no me vengas con tu estúpido “Hola, Jei” – Ella se mostraba muy enojada, ignorando la existencia de Kayla, hasta que ella, hizo un leve sonido con la garganta. - ¿Y quién eres tú? – Preguntó enarcando la ceja.
-Nadie, yo… Ya me iba. – Respondió mostrándose incomoda y empezando por retirarse, despidiéndose con la mano de Bástian.
Una vez que aquella sonriente chica se fue, él hizo un porte militar llevando una de sus manos a la cabeza.
-Bástian Campbell, presentándose a la emergencia que tiene Jane Walker. – Dijo logrando sacar una sonrisa de Jane.
-Estoy enojada contigo, se suponía que tendrías que ir por mí, pero no, no sé dónde te metiste, y de algún modo me alegra de que no estés, porque así no te hubieras cruzado con… Helena. – Dijo ella con una mueca de asco y sacando la lengua, aquel nombre incomodó de alguna manera a Bástian, en ocasiones las heridas seguían doliendo.
Caminaba por los pasillos buscando el que sería mi casillero, este lugar era demasiado diferente a mi otra escuela, y es que este parecía algo genial.
La ventaja es que nadie nota mi presencia por lo que no tienen por qué llamarme “La nueva”
-¡Oye, para, detente! – Escuché gritar a alguien, dudo que fuera para mí, por lo que solo seguí. - ¡Kayla Fitch, la nueva! – Bien, debí haber girado antes de que los demás me empezaran a mirar. – Hola, lamento mucho eso. – Dijo ella algo agitada, pobre. – Soy Andy y no es nombre de chico, es diminutivo de Andrea. – Aclaró con una linda sonrisa.
- Bueno, no es necesario que yo me presente, ya sabes mi nombre. –
- Ahora… Bueno, me enviaron desde dirección para ser como tu GPS, ya que eres nueva tanto en la escuela como en la ciudad, así que espero y no te enoje ser mi amiga. – Me explicó con una agradable sonrisa algo avergonzada.
-Para nada, sería agradable tener una amiga en esto. – Mire a mí alrededor, observando a todos los grupos cuando mi mirada lo encontró, él estaba de perfil, perdido en cierta cosa que mi vista no podía ver, no se encontraba solo, chicos como él NUNCA estaban solos, estaba rodeado de otros chicos guapos, pero no tanto como él.
-Es demasiado atractivo, es como si el dios de la belleza hubiera fornicado con su madre, de ojos como el cielo, como si fuera capaz de ver tu propio reflejo, de una sonrisa divina y un cabello tan sedoso que excita. – Escuché describirlo a Andy, sin apartar la mirada de él, asentí con la cabeza mientras podía ver como una rubia colgaba de su brazo y el reía, ella era la que nos había interrumpido, y tiene todo el derecho, seguro y es su novia.
-Son una hermosa pareja. – Logré decir dejando de mirarlos.
-No, no son novios. –Negó rápidamente Andy. – Desde que los he visto han sido amigos y Bástian no es el tipo que tiene novias. - Hice una mueca a escuchar aquello, y de alguna manera tenía sentido, chicos así no parecían ser de los que tienen novias.
En un sitio de aquella escuela.
Se había saltado unas clases para irse hacia la azotea, se encontraba sentada en el borde de esta, mirando el vacío, pensando en lo fácil que era saltar, dio otra calada a su cigarrillo viendo como el viento se llevaba las cenizas.
-¡Jane! – Escuchó decir a una dulce voz, sabía perfectamente de quien se trataba, volvió a dar otra calada a su cigarrillo y giro la cabeza liberando el humo.- ¿Qué crees que haces? – Dijo ella dudando si en acercarse más.
-Estoy fumando. – Respondió seca.- ¿No lo ves?
-Lo hago, pero, yo… Quiero saber, agh. – Se encontraba nerviosa, por lo que solo apretó los ojos. - ¿Qué pasará entre nosotras? – Dijo al fin, Jane solo la miró con un gesto en el rostro, sintiendo su corazón acelerado.
-Amelia, no pasó nada. – Respondió con total indiferencia, soltando el cigarrillo y levantándose y caminar cerca de donde estaba Amelia.
-¿Nada? – Preguntó abriendo los ojos confundida. – No puedes decir que no pasó nada cuando sentimos algo las dos. – Ella se mantenía algo impaciente reprimiendo las lágrimas.
- Puede que creas que sentimos algo, que pienses que hubo una conexión y toda esa mierda cursi. – Siguió con su mismo tono duro. –Fue el alcohol, quería besar a alguien, y los presentes eran idiotas, entonces estabas tú y te besé, nada más.-
- Deja de ser tan perra. – Musito Amelia, acercándose más a ella, tomando su rostro y pegando sus labios en los de ella, logrando un beso, aquello tomó por sorpresa a Jane, que no se alejó, sino que saboreo los labios de Amelia, sintió aquel calor que ella transmitía, pero eso no era lo de ella, por lo que la empujo.
-¡NO SOY GAY! – Grito ella.
-¡Te quiero! – Grito Amelia sintiendo el corazón quebrarse. – Te he querido siempre, y tú solo estas ahí, quejándote de todo, que nadie te quiere, y aquí estoy yo, queriendo besarte, y lo único que logras es hacerme sentir un error. – A estas alturas ya no podía reprimir las lágrimas, estas no hacían más que recorrer sus mejillas.
-Fue un error. – Dijo Janeen un susurro saliendo de aquel lugar, cuando ya se encontraba a una distancia considerable, tampoco pudo evitar llorar sintiéndose lo peor.
ESTÁS LEYENDO
No tienes idea de lo que es amor.
RomanceSebástian Campbell, un chico totalmente superficial, alguien que ha jurado jamás cambiar conoce a Kayla, una chica totalmente diferente, alguien que es inevitable odiar y alguien que puede llegar a amar. La historia contiene POV de ambos personajes...