Lovers

Capítulo 3.

Dos días después estoy caminando a mi siguiente clase.

Lo admitire estoy un tanto incómoda cuando me siento y subo los escalones pero en parte tener la mirada de todos sobre mí es realmente emocionante, sonrio sin pensarlo y sin parar mostrando mi sonrisa.

Mi cabello esta mayormente alisado pero con unos rulos en las puntas que me ha hecho mi mejor amiga, me he maquillado un poco y me he puesto tacones.

En este momento tengo cálculo asi que estoy por ver a mi objetivo, me aseguro de que no haya nadie a mi alrededor y acomodo mis pechos en mi vestido para que resalten más, siempre soy la primera en llegar a clases, saco mi celular de mi bolso y entró a la clase, finjo marcar un número cuando estoy caminando hacia mi asiento, mientras le doy una leve mirada al profesor.

Sus ojos se abren demasiado, tanto como su boca que parece estar por babear.

- Olivia... -esta por hablarme cuando lo detengo poniendo la palma de mi mano frente a mí.

- Estoy ocupada -escucho el timbre de una llamada en proceso sonar y frunzo mi seño levemente.

Mierda, creo que he tocado un número por error al apoyar mi celular en mi oido.

- Hola linda -sonrio al escucharlo, Marcos es quien habla-. No te preocupes por mi, si llegaré a la clase hoy y con gusto te daré una clase particular al final del día -escucho la puerta de la clase abrirse-. ¿Dónde estás... ? -se detiene al verme y sin discresiones me observa de arriba abajo-. Joder linda, hoy estas hecha una fiera.

- ¿Ah te gusta? -me rio levemente y soy una vuelta mostrandome por completo a él,  sin disimulo.

- ¿Me lo preguntas a mi? ¿En serio? -parece que lo he perdido, su noto de voz es más grueso y fija su vista en mi escote-. Estas para coge...

- Cof cof, no están solos -dice Carlos interrumpiendolo y sacandolo de su mente.

- Ay profesor, buen día, no lo vi -dice mostrandole su palma para que se la choque como saludo y él le devuelve el gesto.

- Lo note -dice con una sonrisa forzada.

Marcos se ríe de su comentario y camina hacia mí para tomar mi cintura para caminar a nuestros lugares.

- Podría darte más que una clase particular al final del día -susurra en mi oido cuando estamos sentados.

El profesor no nos ha quitado la mirada de encima entonces decido seguir el tema.

- Ya quiero saber que puedes hacer sin ropa de por medio -susurro contra su cuello mientras me volteo para sacar mi tableta de mi bolso.

Su imaginación vuela al parecer, lo pienso cuando toma su mochila y la pone sobre sus piernas, especificamente cubriendo su miembro.

- Eso dolerá unas horas -digo bromeando mientras le sonrío de lado, los demás estudiantes empiezan a entrar.

- Eres terrible, primor.

No tienes idea.