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Era sábado por la tarde, acaba de despertar de mi siesta matutina de los fines de semana.

Últimamente lo único en lo que podía pensar era en las palabras que Jungkook me había dicho el viernes. ¿A qué se refería con qué yo era su problema? Cada día lo entendía menos, a él y a su estúpido comportamiento.

Sentí un par de toques un poco bruscos y luego miré la puerta siendo abierta por mis hermanos, el mayor de ellos tenía 13, y fue el que probablemente había abierto la puerta, mientras que el más pequeño, a penas de 1 año y medio, entraba con una sonrisa traviesa en su rostro a mi habitación.

Me levante de un salto de mi cama, mirando cada movimiento del menor, procurando estar alerta para que no rompiera nada o agarrara algo frágil, pero éste solamente fue hacia mis zapatos para comenzar a desordenar los mismos.

Suspire con cansancio y luego observe a mi otro hermano, el cual, justo ahora, estaba riéndose del más pequeño que estaba tirando mis cosas por todo el lugar.

— ¿Se puede saber que quieren?

— Haciéndote cumplir tu promesa, dijiste que nos llevarías al parque hoy.

Me golpeé mentalmente al momento de recordar que sí, efectivamente yo había prometido eso, pero no quería salir de casa, tenía tanta pereza. Mi plan para el el fin de semana era dormir como un oso que está invernando.

— ¿Y si lo dejamos para otro-

— ¡No vamos a volver a posponerlo! siempre lo cancelas y dice otro día, ¡Pero hoy no! —mi hermano literalmente me había gritado esas palabras y el menor no tardo el gritar apoyándolo, aún no hablaba muy bien, pero si que gritaba a lo lindo.

Frustrada me levanté y caminé hacia el baño para poder hacer mis necesidades e higienizar me.

Salí de mi casa luego de que los tres nos despedimos de mi madre y empuje el carrito en donde era llevado mi pequeño hermano, mientras que el otro llevaba con una correa a nuestro perro.

Minutos después ya nos encontrábamos en el dichoso parque. Camine hacia unos bancos que había por allí y me senté luego de bajar a mi pequeño hermano del carrito. Solté un pequeño suspiro y me coloque mis audífonos para matar el rato que tendría que estar aquí.

Tenía mis ojos fijos en SamNael, él más pequeño de mis hermanos hasta que me dí cuenta de algo.

Pinche LaeBin, ¡había dejado al perro sólo suelto por ahí! Y ahora no lo veía por ningún lado.

Me levanté alterada y sin cuidado, lo que provocó que mis auriculares tirarán de mis oídos, hice una mueca y me los quité para luego guardarlos.

Caminé hacia donde estaba el pequeño Sam y lo cargué entre mis brazos, pequeño bebé me abrazo con fuerza y mordió mí hombro con emoción. Solté un chillido y golpeé levemente su trasero.

—Vamos a buscar a Jack, ¡vamos, vamos¡

Mientras caminaba comencé a gritar el nombre de mi mascota y Sam hacía lo mismo, aunque todavía no sabía modula bien y sus palabras sonaban raras.

Minutos más tarde me encontraba caminando en silencio, con un inquieto bebé moviéndose para todos lados mientras lo cargaba y sin encontrar todavía el bendito perro, entonces comencé a ver una cola peluda muy conocida para mí y me acerque feliz porque mí búsqueda había terminado, pero entonces me encontré que mí pinche perro estaba fornicando.

Maldito.

Bue, al menos la perra es linda.

—¡AH! ¡pinche perro pendejo, pervertido... PENDEJO!

Mire hacía atrás mío sobresaltada, por ese grito con hirientes palabras hacía mí pobre Jack y observé la horrorizada cara de Jeon. Mí ceño y mis labios se fruncieron observándolo, mientras me preparaba para gritarle.

— ¿A quién se supone que le dices así, imbécil? ¡No te metas con mi bebé!

— ¡Obviamente le digo a tú cochino perro, se está jodiendo a mí delicada princesa!

Aguanté la risa mientras lo miraba acercarse y tomar una pequeña rama para luego tirarla hacía los animales encarnizados, en su estúpido intento de separarlos.

— Maldita sea, Prin, de todos los perros que te pudiste tirar elegiste a esa cosa-

—Esa cosa es mí perro y es precioso, ni se te ocurra decir algo de él. Y ya no jodas, les estás arruinando el momento.

— Cierra la boca, Jae. Ese pinche perro desgraciado me las va pagar.

Me acerque hacía el desafiante y me pare frente a él observando directamente sus ojos.

—Sobre mí cadáver, Jeon. – solté esas palabras amenazante, pero el simplemente me dio una sonrisa ladina.

—Tranquila, ya habrá tiempo para estar sobre ti en otro momento, ahora tengo que ir a separar a esos par de fornicadores, porque si tú perro llega a dejar a mí perra con hijos, yo me quedo sin los míos.

Lo observé, avergonzada por sus palabras, correr hacia los animales y a tirar de la correa se su perra, mientras le lanzaba ramas a mi pobre Jack para que la dejase.

Parecía que esto iba a llevar un tiempo, asíque me senté en césped a entretener a SamNael. A unos pocos minutos observé a mí otro hermano llegar con el carrito de Sam y me miró confundido luego de mirar hacía dónde estaba Jungkook con los animales.

—¿Por qué Jack está saltandole a ese chico que está cargando a una perrita?

—Por romper la pasión de su momento.

Obviamente Lae no entendió, pero al parecer tampoco le importaba mucho porque simplemente le silbó y llamo a nuestra mascota, a lo que está rápidamente se dirigió a nosotros.

—Voy a dar una vuelta y luego vuelvo a casa, te quedas con Sam, adiós. –hablo muy rápido mientras aseguraba la correa y luego se echó a correr mientras Jack lo perseguía.

No pude argumentar nada porque en un suspiro, mí hermano ya se había hecho viento. Sin embargo, Jungkook se me había acercado y justo ahora estaba sentado a mí lado, sonriéndome de esa encantadora forma en la que sólo él sabe hacerlo.

𖧷

Bueno, hice lo que pude niñas, no quería dejar esto sin actualizar y mí teléfono no llego más, perdón si hay errores, en un futuro los corregiré, pero espero que les guste. ♡

¡Molesto! » j. jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora