Capítulo 8

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Narra Purre

Estábamos a minutos de salir hacia el aeropuerto y eso me tenía más que emocionado. Me cambie con algo muy cómodo ya que serían varias horas de viaje, jogging negro, remera manga corta blanca, arriba un buzo negro con un estampado blanco y mis zapatillas blancas de siempre, amaba estar combinado y a la vez sentirme cómodo con lo que llevaba.

El Uber estaba a punto de llegar, ya que iríamos en dos autos para no tener que dejar el nuestro y el de los papas de Pili en el aeropuerto, al ser muchos y por el equipaje decidimos pedir dos. Los papás de Pilar y ella estaban por llegar ya que tomaríamos el taxi desde casa para partir hacia Ezeiza. Cuando decidí ayudar a mamá con las valijas para llevarlas hacia la entrada el timbre nos interrumpió, abrí y ahí se encontraba ella con una sonrisa gigante al igual que la mía y sus padres que nos miraban casi que emocionados.

Hola Purre – dijeron sus padres al unísono –

Hola Marcela, hola Marcelo – contesté con una sonrisa, los saludé y luego fueron a donde se encontraban mis padres, yo no dejaba de mirarla a ella desde que había abierto la puerta –

Hola Purrete – dijo ella con una sonrisa enorme en su rostro y acto seguido me abrazó –

Hola linda – dije respondiendo a su abrazo y al separarme la miré de arriba abajo, escaneando cada parte de ella, llevaba calzas negras y por arriba un buzo rojo de Thing 2 y zapatillas blancas, es como que siempre el destino quisiera que combináramos, su pelo lacio caía por sus hombros y no llevaba nada de maquillaje solo máscara de pestañas y eso me encantaba, verla al natural era aún más hermoso porque ella era perfecta en todos los estados –

¿Todo bien? – Preguntó – se nota que estoy muy linda si me miras así – dijo divertida y reí –

Es que estás muy linda – dije siguiendo su juego y la gire haciendo que pueda mostrar su look por completo y ambos reímos – pasa ya

Sí pero ¿Me ayudas a entrar las valijas hasta ahí antes? O sino, nos la robarán – dijo y reímos por eso –

Claro que te ayudo – respondí y acarreamos las valijas y bolsos ahí cerca de la entrada ya que el Uber estaba a nada de llegar –

Gracias Purre, hasta acá, ya debe estar por venir el taxi – dijo cuándo apoyamos las valijas en el suelo –

¿Estás feliz? – le pregunté rompiendo el silencio que se había creado –

No hay dudas de eso, estoy muy feliz no aguanto más ya de la emoción – decía – estos días han sido eternos

La verdad que sí, se me pasaron muy lento es como si el tiempo no quisiera que nos fuéramos – respondí –

Así tal cual pero acá estamos a nada de subir a ese avión ¡Ay! – exclamó gritando –

Pensar que mañana ya estaremos pisando el suelo mexicano me hace explotar de felicidad – dije y ella me miraba con ternura y a la vez con una emoción terrible, a mí me temblaba todo el cuerpo y las típicas mariposas no dejaban de molestar mi estómago, ella provocaba eso en mí –

Juro que no puedo estar más emocionada no me lo creo – la sonrisa no se iba de su cara por nada y eso me hacía sentir bien –

Bueno chicos – dijo Marcela interrumpiendo nuestra charla – ya está por llegar el Uber, está a unos 5 minutos – dijo viendo su celular controlando el viaje del mismo hasta la puerta de casa –

Bien ma – respondió Pili – paso al baño Fer – le dijo a mamá –

Eso ni se dice Pili, pasa tranquila cariño – respondió mamá con una sonrisa, la amaba a Pilar y mucho –

Un amor únicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora