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Su mundo iba decayendo de a poco, a cada paso que daba, al mirar hacia atrás todo iba desvaneciendose entre suspiros y lamentos.

No pensaba con claridad y mucho menos prestaba atención a lo que su amado decía aquella tarde frente a el, no sabia lo que le esperaba y no quería afrontarlo.

¿Te gusta otra persona? ¿no soy lo suficiente para ti? solo dímelo, auron -suplicó bajo la mirada temblorosa de un dulce castaño-  

¡No! ¿que tonterías dices? escuchame -exclama con fuerzas intimidando levante a luzu, aunque este lo logró disimular- no me siento cómodo, me miro al espejo y no me gusta lo que veo, no hay nada, siento que no soy lo suficiente para estar contigo, soy insuficiente -a pesar de ser susurrado el contrario había entendido todo con perfección- mereces que te amen lo que yo no soy capaz, no se como hacerlo, no quiero dañarte -aclara ligeramente su voz tomando la mejilla de luzu, quien con los ojos ligeramente lloros le miraba- estoy enamorado de ti, pero tengo miedo de  hacer algo mal y perderte para siempre

Con un temblor en sus manos luzu de igual forma tomó la mejilla de su amado atrayendolo hacia su rostro uniendo ambas frentes tratando de que el ritmo de ambas respiraciones tuviesen el mismo compas, ambos labios con ansiedad se entreabrieron en busca de Unión. Te necesitaba tanto, Raúl, no podía soportar más ser simplemente un objeto de culpabilidad, tomé tu cintura  sintiendo como nuestra distancia comenzaba a ser mínima y tan sofocante.

No digas eso, tu eres hermoso, eres tan dulce, especial y me traes completamente loco -auron siente una corriente recorrer por su espina dorsal ante la cercanía del contrario y deja escapar un suspiro al sentir el ardor en sus mejillas- mientras yo esté aquí nadie podrá dañarte -susurra el de cabellos castaños claros bajando el rostro hasta el hueco de entre el cuello y el hombro de auron para esconderse- dame una oportunidad, tu ya me haces feliz, dejame hacerte feliz a ti -se aferró al cuerpo del contrario siento correspondido por este- si tan solo pudieras ver lo que yo veo, no te preguntarías por que estás aquí, toda las personas que te hicieron daño no te merecen  

El corazón de auron sintió aquel golpe impactarle con brusquedad provocando que nuevamente un suspiro se escapara de sus labios, sus dedos se enredaban entre los cabellos de luzu, estaba completamente mudo, no podía soltar lo que realmente sentía.

Ya me haces feliz -susurró casi inaudible provocando una sonrisa en luzu- si algo llega a salir mal, no debe haber remordimiento entre nosotros -su semblante cambió y con cuidado aleja a su amado para mirarle- ¿vale?

Vale -murmura bajando la mirada entrelazando sus dedos- ¿eso quiere decir que es un si? -el contrario asiente tímidamente-

Pensé que había encontrado una manera.
Pensé que había encontrado una salida.

Con el paso de los días parecía que todo estaba transcurriendo a la perfección, las dudas y los complejos habían disminuido, la sociedad nisiquiera era un motivo para sentir miedo. Auron caminaba por los pasillos de escuela con unos cuantos libros, su paso era firme pero a la par se encontraba algo distraído con sus pensamientos, al llegar a su destino comienza a jugar torpemente con la cerradura pues se encontraba repleto de cosas.

¿Necesitas ayuda con eso? -ante el ligero susto casi deja caer lo que tenía en manos, ladea la cabeza y observa a una chica de complextura delgada y cabellos rubios- ¿Raúl? -la chica sonrió al ver la cara de confusión del contrario y tomó los libros de este-

No, yo no necesito ayuda -a pesar de que era tarde para negarse el lo había dicho, recibiendo otra risa "dulce", se sentía incomodo, las personas no solían hablarle para cosas positivas y sentía que con lana no sería la excepción- ¿necesitas algo?

⁂(🍒)..❡ Entre suspiros|| LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora