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Un joven azabache se paseaba de un lado a otro, la desesperación corría por todo su cuerpo.

- ¿Cómo es posible que tarden tanto? – observaba un automóvil entrar en el jardín de su hogar –

¡Al fin! Inútiles...- suspiro y tomo asiento en un sofá color negro.

Las puertas del automóvil se escucharon cerrar, pronto se escucharon las llaves abrir la puerta dos jóvenes altos entraron a la casa sosteniendo a un chico delgado con una bolsa de tela en la cabeza de la cual solo se escuchaban pequeños sollozos.

- Ya era hora de que llegaran – soltó el azabache con una fría mirada hacia sus empleados.

- Lo sentimos, señor – suspiro – Su "encargo" ponía demasiada insistencia, fue un poco difícil subirlo, incluso al helicóptero – termino observando como su compañero simplemente asentía.

- Que no se repita – rodó sus ojos – Ahora, quítenle esa cosa de la cabeza...- hizo una señal hacia al joven que yacía hincado entre los dos empleados.

Acatando la orden, uno de los jóvenes deshizo el nudo de la bolsa y la deslizo hacia arriba, liberando la cara de aquel chico.

El azabache observo atentamente la cara que tanto esperaba ver, sonrío obteniendo una mueca de parte del otro.

- Bienvenido chico...- se levantó y camino hacia él tomándolo de la barbilla – vamos, dame una sonrisa, estás en tu nueva casa – diviso como la boca del chico se abría para decir algo.

- ¿Quién eres tú? – con un movimiento rompió el contacto que tenían - ¿Mi casa? ¿Qué hago aquí? – lanzo una mirada llena de dudas hacia el azabache.

El menor rió leve mientras se alejaba para volver a sentarse en aquel cómodo sillón, poniendo una cara de seriedad y suspirando.

- Mi nombre es Jungkook, y sí, esta es tú nueva casa – enarco una ceja mientras observaba al chico – déjame preguntarte, el nombre de Park Hyung Sik ¿te suena?

El chico trago saliva, claro que ese nombre le era familiar, como olvidar a la ex pareja de su hermana, aquel chico con el cual tuvo tantos pleitos por intentar defender a su hermana de sus agresiones mientras estaba ebrio. Su hermana era una tonta por seguir con él solo por "amor", Hyung Sik era un idiota, malas amistades, alcohol, drogas, esas cosas lo describían perfectamente.

- Lo conozco...- lanzo una mirada con más dudas que la que había tenido hace unos segundos- Sigo sin entender... ¿Qué hago aquí? ¿Qué tiene que ver él en esto? – observo al azabache mientras lanzo un bufido parecido a una leve risa.

- Ya que conoces a Hyung Sik, creo que debes saber que ese chico se dedica a cosas ilícitas...- observo asentir al chico- entre ellas se encuentra venta de drogas y venta de prostitutas...- le dedico una sonrisa ladina.

La cabeza de Taehyung comenzaba a trabajar. No... ¡Ese hijo de...! Tae sabía que Hyung Sik lo odiaba, pero llegar al extremo de lo que estaba pensando era caer bajo, observo con una mirada aterrorizada al azabache.

- ¿Él m-me ve-vendió a ti? – observo como el azabache asentía – P-pero esto es un error, yo no soy una prostituta...- la ansiedad comenzaba a llegar - ¡ES UN ERROR, JODER! – se removió de su lugar, pero rápidamente fue sujetado por los dos empleados del menor.

- No grites, no me gustan los gritos en casa – Jungkook lanzo una mirada fría al chico- Tranquilízate, es cierto que te he comprado, pero no es para lo que tú piensas

El chico se quedó inmóvil, no sabía qué hacer, quizá lo querría matar, aunque realmente ni se conocían.

- Te compre para que tomes el lugar de mi pareja –

Taehyung río sonoramente, no podía creer lo que estaba escuchando, si esto era una broma, sería mejor que pararan ya. Su risa fue detenida por una mano que apretaba su mentón.

- No le encuentro la gracia – Jungkook tenía un semblante serio – harás lo que se te ordene, te compre, eres mío, además...- soltó al chico caminando en círculos y pasándose una mano por su sedoso cabello – no tienes opción, se todo de ti, se dónde vive tu familia y sé que no quieres que nada les pase – se giró y le lanzo una mirada picara - ¿o si, Taehyung?

El mayor se estremeció al escuchar su nombre, ¿Cómo podía estar en esto gracias a su "ex-cuñadito"? Sentía ganas de llorar, de gritar y principalmente de salir corriendo de esa casa. No podía, no quería quedarse ahí, pero nunca permitiría que le pusieran una mano a su familia, o por lo menos... lo que quedaba de ella.

- Me tienes, ¿Qué tengo que hacer? – Tae agacho la mirada y suspiro reteniendo las ganas de llorar.

El azabache sonrió satisfecho de la actitud sumisa del otro - Primero, mírame mientras te hablo –

El chico levanto la mirada encontrándose con los ojos negros de "su dueño". Ahora que lo veía bien, era bastante atractivo, cabellos que a simple vista demostraban ser suaves, piel cuidada y radiante, labios abultados y sonrisa que asemejaba la de un conejo. Era un paquete completo, si tan solo Taehyung no fuera heterosexual...

- Mis empleados te harán saber todo – se acercó hacia el chico – no intentes escapar, no lo lograras y solo harás que las cosas sean... tensas – le desordeno un poco el cabello – nos vemos Taehyung

Finalmente, aquel chico, Jungkook, su dueño, salió de la habitación dejándolo con los dos chicos que lo habían raptado.

- Tienes suerte, niño – comenzó a hablar uno de ellos mientras lo levantaba y hacia que se sentara en uno de los muebles de la sala – él jefe te ha escogido, tendrás una vida de rey – hablaba mientras lo desataba de las muñecas

- No le llamaría suerte, fui vendido, perdi mi libertad...- se sobo sus muñecas y frunció el ceño – explíquenme lo que tengo que hacer

El empleado más callado se acercó con una libreta y se la entrego. "Reglas y Obligaciones", esa frase estaba escrita en la portada, Taehyung abrió la libreta y comenzó a leer...

"Taehyung, bienvenido a tu nueva vida, de ahora en adelante serás la pareja oficial del señor Jeon Jungkook, debes ser agradecido por ello, tendrás reglas y obligaciones que cumplir para lograr ser el novio ideal..." – Tae bufo – "...cabe mencionar que, al no cumplir cualquier norma establecida, perderás cualquier privilegio otorgado por el señor, siempre recuerda, se obediente, se elegante y sonríe"

Cerro la libreta con diferentes pensamientos inundando su mente.

- Necesito un lugar para descansar...- Tae se estiro – el viaje en helicóptero con una bolsa en la cabeza me dejo exhausto –

Uno de los empleados rió leve mientras el otro levanto una campana haciéndola sonar. En seguida llego una anciana con el típico traje de sirvienta.

- Señora, lleve a este joven a una de las habitaciones de invitados, por favor – pidió uno de los empleados.

- Sí, con gusto – observo a Tae y le hizo un guiño con la mano para que la siguiera.

Taehyung pudo ver mejor el lugar donde se encontraba. Una casa muy elegante, grande y con lujos innecesarios, en su opinión. Subió las escaleras mientras divisaba un pasillo con muchas puertas ¿eran necesarias tantas habitaciones? Sus pensamientos fueron detenidos por la señora abriendo una puerta dejándolo observar una enorme habitación con alfombra, una cama donde cabían más de diez personas, un tocador donde no había absolutamente nada y finalmente, una ventana que dejaba unas vistas hermosas hacia un jardín.

- Se puede quedar aquí, joven Taehyung – menciono la anciana

El chico se giró y la observo con duda- ¿Cómo sabe mi nombre?

La anciana se rió leve mientras tomaba el pomo de la puerta.

- El señor Jungkook lo menciono a los empleados de la casa por la mañana – le dedico una sonrisa – es agradable tener de visita al novio del señor, espero servirle y que se sienta como en casa – finalmente salió de la habitación.

Taehyung rió, "novio", ni siquiera era homosexual, pero su familia estaba primero que todo. Se sentó sobre la inmensa cama y observo la dichosa libreta pensando en abrirla de nuevo mientras ciertas palabras sonaban en su cabeza.

"se obediente, se elegante y sonríe".

Buy Me Now | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora