Buy Me Now | KookTae

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Mini Maratón 1/2

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"Un gran error es arruinar el presente, recordando un pasado que ya no tiene futuro".

Un día soleado, olor a granos de café, sonido de charlas ajenas, eso era lo que Taehyung podía percibir en aquel lugar donde Jin lo había citado. Si bien al principio dudó en si finalmente aceptar salir con él, realmente no tenía motivos para evitarlo, como su mamá solía decirle "lo que no fue en tu año, no hace daño" y el creería en sus palabras.

La campanilla de la puerta del establecimiento sonó y observó al chico de melena violeta entrar. Tae podía dudar de muchas cosas, pero una verdad absoluta era que Jin era precioso, realmente agraciado, entendía el "por qué" Jungkook había caído totalmente por él.

- ¡Hola, Taehyung! – Jin tomo asiento frente a él y le dedicó una agradable sonrisa

- Hola...-

- Disculpa por hacerte esperar un poco, es que Nam quería que le fuese a dejar la comida al trabajo –

- No hay problema –

Ambos tenían una plática poco fluida, preguntas simples como "¿Qué tal va todo?" los acompañaban mientras un mesero tomaba su orden. El ambiente si bien no era malo, tampoco era lo más agradable del mundo, fue entonces cuando Jin decidió que quizá no sería mala idea conocer un poco más del peli gris.

- Y Taehyung... puedo preguntar ¿tienes algún pasatiempo? –

- En realidad, me gusta la pintura, Kook me compró un caballete y unas cuantas pinturas para acompañarlo en el estudio mientras él trabaja –

Taehyung observo un gesto extraño en Jin, quizá le había incomodado, no era su intención.

- Disculpa, no le nombrare si te incomoda –

- ¡No! Lo siento, ¿te puedo decir Tae? – el peli gris aceptó con la cabeza – Tae, esto es nuevo para mí, y para él, sé que te incomodo, pero precisamente por eso quisiera que me des la oportunidad de demostrarte que mis intenciones son buenas –

El corazón de Jin se encogió cuando el chico le dedicó una sonrisa. Conforme la plática marchaba no podía evitar sentirse peor, contrario a lo que cualquiera pudiese pensar, Taehyung era un chico agradable, amable, sin alguna pisca de interés a la vista, definitivamente ese chico no se merecía sufrir, como posiblemente lo haría.

- Eres un buen chico, Tae – Jin tomó un sorbo de vino

- Lo mismo digo, deberíamos de salir después, quizá podríamos invitar a Jimin –

Jin aceptó con una sonrisa, cuando lo único que pasaba por su mente era "¿habrá una próxima vez?".

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Jungkook observaba los últimos papeles que debía leer para posteriormente irse a su casa donde un chico peli gris de sonrisa angelical lo esperaba seguramente con un postre delicioso, dando cualquier excusa para evitar escuchar que debía cuidar su salud. ¿Se podía estar más enamorado?

La puerta de su oficina se abrió y en definitiva preferiría ver inclusive a su peor enemigo que a ese chico que solo se dedicaba a molestar su existencia.

- ¿Qué haces aquí? –

- Yo también te he extrañado, Jeon – el chico se acercó y se sentó frente al azabache - ¿Qué haces aún en el trabajo? Entiendo que no quieras llegar a casa y ver a tu ridículo novio, pero... mi casa es tu casa –