nueve

3.6K 335 22
                                    

Y O O N G I


Sinceramente, pensaba que Minha haría más drama con lo que había sucedido, pero viendo en las circunstancias en las que estaba, se había calmado por completo y había aceptado los hechos mejor de lo que esperaba, y de cierto modo se lo agradecía, han pasado algunas semanas desde que Jimin por fin se había decidido a formalizar algo que debió haber ocurrido desde un principio entre nosotros, y eso se lo agradecía, me sentía demasiado bien a su lado, y eso era más de lo que podía pedir.

- ¿Esperaste demasiado? -me pregunto Jimin acercándose a mi lado con una toalla rodeando sus hombros, estábamos en una de las salas de ensayos, Jimin le gusta quedarse para perfeccionar sus pasos de baile, y debía admitir que me había mantenido totalmente hipnotizado con cada uno de sus movimientos, todos eran tan elegantes y gentiles, parecía como si estuviera bailando sin gravedad a su alrededor, y eso me encantaba.

- No debes preocuparte, puedo esperar el tiempo necesario y más si puedo verte bailar -sonrió ante mi respuesta, soltó un largo suspiro, su pecho cubierto por aquella playera que se le pegaba muy bien a su cuerpo trabajado además de esa capa de sudor que lo hacía ver más que fabuloso, me tenía solamente mirándolo, lamentablemente me descubrió indagando en su cuerpo, aparte mi mirada en cuánto lo hizo, y este solo soltó una risa corta.

Sentía mis mejillas encenderse.

- No tienes de que avergonzarte, Yoon -escuche sus pasos acercarse, mi cuerpo se puso en alerta ante sus movimientos, y entonces pude ver como flexionaba sus rodillas para poder ponerse en cuclillas frente a mí-, te ves muy lindo.

- N-no digas tonterías, sabes lo mucho que odio estar sonrojado.

- Te hace ver de lo más lindo, no debes pensar en lo mal que te ves, porque la realidad es que no te ves mal, hermoso.

¿Por qué este chico podía hacerme sentir tantas sensaciones en solo segundos?

Jimin acerco su mano hacía mi rostro, acariciando mi mejilla derecha, para pasar a mi mentón y obligarme a mover mi rostro para poder mirarlo a los ojos, lo cual había hecho de inmediato, prestando atención a esos ojos marrones que siempre me traían como un loco, me percate de la cercanía entre nosotros, y antes de que pudiera siquiera decirle algo, él me tomo por detrás de la cabeza e hizo que me acercará aún más para poder juntar nuestros belfos.

Creí que me lastimaría por tal brusquedad de su parte, pero no fue así, el beso que me daba era intenso, lleno de todas esas sensaciones tan perfectas y pasionales con las que me había hecho suyo hace días, y demonios, era tan fascinante, por más que intentaba recordar la primera vez que Jimin me había tomado, solo podía recordar la tristeza que invadía en mi corazón y en esas caricias en mi espalda cuando habíamos culminado con nuestro acto, desde ese momento, ya no sabía si volvería a querer tener relaciones con alguien, pero Jimin lograba con solo un beso hacerme sentir ese cosquilleo en mi vientre bajo que me estaba volviendo loco.

Sentí como me iba empujando hacía abajo, tratando de tirarme en el suelo de madera de aquel lugar, logrando su objetivo, no podía resistirme tanto, quería que siguiera, quería que me tocase, separo sus labios de los míos en un chasquido en cuanto mi cabeza estaba completamente en el suelo, nuestras respiraciones se mezclaban con brusquedad en la necesidad de obtener algo de oxigeno debido a aquel tan potente beso que nos habíamos dado, relamí mi labio inferior provocando que Jimin me sonriera ladino y se acercará de nuevo para morderlo con poca fuerza y jalarlo levemente, y maldición, eso se había sentido tan bien.

- Yoongi -su voz salio ronca, me encantaba-, no sé si sea lo correcto, hacerlo en esté lugar, pero -soltó un suspiro-, no creo soportarlo, te haría mío en los pasillos de la escuela, y no es como si me agradará la idea de que alguien me viera y escuchará como gimes para mí, así que... -sonrió mostrando su perfecta dentadura-, ¿quieres hacerlo aquí?

- Nada te impide tomarme aquí, Jimin -mencione en casi un susurro, como un secreto entre ambos-, solo hazlo, quiero que lo hagas, no te detengas.

Eso fue lo suficiente para darle mi autorización, volvió a juntar nuestros labios en un beso más necesitado, sus manos fueron buscando los bordes de mis prendas, paseando sus manos por mi cuerpo y disfrutando de tocar mi piel, gemía en medio de aquel beso que de vez en cuando separábamos para poder obtener algo de aire.

Demonios, esto era mejor de lo que pensaba, sentir las manos de Jimin acariciar mi cuerpo con delicadeza, sentir como me hacía estremecer con las mordidas en mi cuello y esas lamidas que extendía desde mi clavícula hasta mi mandíbula, poder sentirlo juguetear con mi entrada, haciéndome suspirar de placer al instante.

Demonios, amo esto.

En verdad me encanta, mis manos jalaban sus cabellos haciéndolo gruñir, quería que lo disfrutará tanto como yo lo estaba haciendo, y ni siquiera dude un solo segundo en llevar mis manos hacía su hombría y masajearla, brindarle placer mientras mencionaba mi nombre entre blasfemias y gruñidos, observar esa mirada tan deseosa que me mandaba a continuar, quería todo de él, y él quería todo de mí, nada mejor que aquello, en verdad no podía compararlo.

Alejo mi mano para después acomodarse entre mis piernas, tomando mis glúteos para separarlos y y acercarme más hacía él, pude sentir la punta de su hombría por fin cerca de mi entrada, y poco a poco fue introduciéndose en mi interior, joder, había dolido de inmediato, pero, se sentía tan bien, me estremecí al sentir que por fin se había introducido por completo en mí, sentí como llevaba una de sus manos hacía mi hombría, y comenzaba un vaivén, de arriba hacía abajo despacio y acariciaba la punta con tanta parsimonia, comenzó a penetrarme, lento y profundo, haciéndome delirar del placer que estaba sintiendo.

Gemí su nombre y le pedía por más, y pude apreciar sus gestos, cada uno de ellos, verlo cerrar sus ojos y abrirlos lentamente disfrutando de mi entrada, diciéndome siempre lo delicioso que se sentía como mi entrada apretaba perfectamente su extensión, rogué que no parase, quería más, demonios en verdad lo quería, pero sus movimientos a pesar de que eran lentos y severos contra mí, me hacían sentir en el paraíso por completo.

Sentí como el clímax estaba a punto de alcanzarme, y cuando por fin no pude seguir con esto, me libere mientras decía el nombre de mi amante que de inmediato sonrió al verme agotado, me dio unas cuantas estocadas más para por fin correrse dentro de mí, sentí la calidez invadirme por dentro, y allí se quedo, abrazándome contra su cuerpo mientras recuperábamos nuestras respiraciones, mirándonos a los ojos.

Jimin me regalo en todo momento pequeños besos por mi rostro, besando calidamente mis labios de vez en cuando, acariciando mi espalda baja y mi cintura con sus dedos, y mirándome con esos ojos que tanto había ansiado desde antes, con esa mirada que te prometía a cada segundo, que esta enamorado de mí, y que eso era lo mejor que le había pasado durante todo esté tiempo, amo esa mirada, amo que sea para mí, amo saber que él puede ver la misma mirada en mí.





(-FIN.)

Never Enough  ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora