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Esta vez Ippo estaba en un gran problema porque él y Volg ya estaban saliendo.

Pretendían mantenerlo en secreto pero como siempre, Takamura los descubrió. Pero claro, tampoco se quedó callado ya que Aoki y Kimura fueron informados del chisme.

¿Pero cómo se enteró Takamura? Bueno es sencillo, ya que en los vestidores, a los dos tórtolos se les ocurrió besarse un momento. Inoportuno fue Takamura al pasar sin tocar.

-Vaya que tontos- reía Takamura mientras estaba con los dos novios en la azotea del gimnasio- Ya son novios pero no llegan al siguiente paso.

-Vamos Takamura, apenas están saliendo. No van aflojar- comentó Itagaki.

-Sí pero ya nadie se espera- suspiró el rey de los pervertidos mientras cruzaba sus brazos.

-Pero Takamura, no...- Ippo se detuvo ya que era vergonzoso decirle: No tenemos experiencia como para hacerlo.

***

Aprovechando que Ippo se fue a correr, Takamura se acercó a Volg, mientras este estaba descansando de golpear el costal.

-Oye Volg hay algo de lo que tenemos que hablar.

-¿Sobre qué?- preguntó el ruso de una manera inocente, creyendo que a lo mejor éste le daría consejos.

-Sé que se tienen ganas- susurró- Ven a la azotea un momento.

Volg veía como éste reía un poco pero continuó hasta llegar al lugar acordado.

-¿De qué se trata?

-Ippo me matará si se entera así que te lo diré y le susurró varias cosas al oído, haciendo que éste se sonrojara debido a toda la información que estaba recibiendo.

***

Ya en la tarde, Volg e Ippo salieron tomados de la mano, claro acompañados de las risas burlonas de los otros chicos del gimnasio. El equipo Aoki, que siempre andaban en la luna, no dijeron nada.

-Lamento todo esto, más que nada estas burlas.

-No te preocupes Ippo, yo sé que no se pudo mantener en secreto pero no pasa nada- la sonrisa de Volg hacía que el corazón de Ippo palpitase más que nunca. Se detuvieron en una panadería y compraron pan para Hiroko y Umezawa. Platicaron de cosas sobre el boxeo hasta llegar a la casa de alquiler de botes.

Cenaron y anunciaron el noviazgo.

-Pero... Volg tu irás a Estados Unidos ¿No?- preguntó Hiroko Makunouchi.

-Si lo sé, señora pero amo a su hijo y planeo llevármelo a Estados Unidos.

-¿Eh? ¿Y tu carrera de boxeador?- preguntó Umezawa desconcertado, no era en plan de que le preocupara la carrera de su amigo sino la seguridad de éste. Lindo Umezawa.

-Estaré ejerciéndola pero claro que estaré viéndolo- respondió Ippo- No dejaré el boxeo.

-Con tal de que estén felices y juntos para mí estaría bien. Aunque admito que me gustaría que Volg se quedara con nosotros.

-Me gustaría pero debo hacerlo madre- el joven ruso se inclinó con respeto.

-Vaya suena raro- rió Umezawa.

-¿El qué?

-En como Volg llamó a la jefa, madre.

-Parece, pero a mí se me hizo tierno- sonrió Ippo al tomar la mano de Alexander Volg, no iban a casarse pero le gustaba esa muestra por parte de él.

Al estar en la habitación, Volg guardaba sus cosas y se juntó con Ippo para dormir en el futón. Se abrazaban y se miraban a los ojos.

-Makunouchi, no esperaba que me llegaras a corresponder.

El reencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora