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Si no fuera por ella nada de esto estaria pasando. Le pego una trompada en la boca, esa maldita boca, y otra vez. De pronto ha desaparecido toda la calma y me quedo ciega completamente. Pierdo toda capacidad de razonar y empiezo a pegarle una y otra, y otra vez hasta que la sangre empieza a brotar de su cara y siento que mis manos se adormecen.

Es algo que se apodera de mi.

Penelope fue mi amiga y yo confie en ella. Le conte de mis pades, de mis amigas en el mundo real y de...mi. Le conte todo lo que yo soy. ¿Y que hizo ella conmigo? Solamente mintio. ¡La protegi y ella mintio!

-¿Pensaste que no nos volveriamos a ver, P? -pregunto en voz baja, sobre ella, y con la respiración agitada y entrecortada. En este momento la furia me ciega. Siento que no puedo dejarla vivir -Volvi, Perra.

Fresa esta en la casa, P.

Cierro los ojos y el dolor en mi pecho se hace más profundo.

Penelope era mi infiltrada en tu grupito... Penelope era mi amante...

Abro los ojos y la miro, y ella me observa triste, dolida, como si yo fuera la maldita traidora aqui. ¿Esto es una broma? Desde que esta hija de puta llego lo unico que hice fue ayudarla a ponerse de pie y a sobrevivir en esta maldita casa. La cuide cada vez que esa maldita lengua larg la metia en problemas. Le preste mi ropa porque no tenia para ponerse nada. Le protegi la espalda cuando Suzanne y sus amigas la trataron de atacar, me quede en la noche vigilando que los guardias no entraran si estaba en la habitación del castigo, le confie mi vida ciegamente. ¿Y ella es quien me mira como si yo fuera la mala aqui? Siento que tengo ganas de llorar de la rabia y es cada vez más dificil contenerme, pero yo nunca les voy a dar el gusto de verme llorar. ¡NUNCA!

-¿Como te atreves a mirarme después de todo lo que me hiciste? -Lo que nos has hecho a las dos. Nos tomaste por estupidas y nos condenaste a esta vida -¿Todo por un hombre? ¿Tan necesitada estabas?

Mierda. Le confíe mi vida a esta hija de puta.

-¡Señora, no está permitido la violencia en esta casa!

Levanto la vista y miro al guardia de pie delante de mi. ¿Y este quien es? Su mano se cierra alrededor de mi muñeca.

-Fresa, sueltala. -me ordena.

Lentamente subo la vista desde su mano hasta llegar a sus ojos.

Lo observo desconcertada.

-¿Con quién piensas que estás hablando?

Dicho esto, me levanto, le agarro de la mano con mi otra mano y, una vez que me libero, le pego una trompada en la nuez de Adam, la nariz y le agarro del hombro, lo hago bajar a mi altura y le pego un rodillazo en el pecho. Él me agarra del pelo y tira mi cabeza hacía atrás. Ay, no, a mi no me tocas. Levanto el codo y le pego con fuerza en el brazo, le agarro de la cabeza, la bajo y le pego una trompada en la nariz la boca, quijada y en pecho. Él me carga desde la cintura, me estampa contra la pared, me trepo hacia arriba y le pego con el codo en la nariz y la sien. Cae al suelo y le pego una patada en la cara sobre su culo.

-Hija de puta, te voy a enseñar a respetar a un hombre.

- ¿A quien le vas a enseñar qué? Si ni siquiera puedes vencerme en una pelea justa. ¡Levántate, estúpido, y mírame a los ojos cuando me hablas! -ay, odio a estos chicos sin modales -Soy la mujer del Jefe, ¿Te piensas que puedes hablarme tan tranquilo?

Le agarro del cabello y él jadea.

-Cuidado con hacer ese tipo de sonidos cerca de mi o tu Jefe podría mal interpretarlo. -digo con un poco de cortesia.

DONE FOR MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora