42

1.2K 104 11
                                    

– Si Jen estuviera vivo…

No sé cómo puedo empezar porque si empiezo no sé como terminar. No hay nada que te diga que te ayude ¿no puede dejarlo ir? Por favor, escúchame.

– Es un hombre muy inteligente – susurro. Apoyo la cabeza contra el vidrio húmedo y helado mientras que quedo mirando por la ventana – Le gusta los juegos y ganar esos juegos… por eso hace trampa y cambia las reglas a su conveniencia. Sabe con solo una mirada cuando tiene un enemigo y un aliado en una misma habitación, cuando, como y a que ahora va a pasar algo antes que nadie.

Pero tú jamás sabrás lo que viene hasta que sea tarde… así de inteligente y astuto es. Lo peor es que cuando te descubrió ni siquiera se esforzó y te gano tan rápido que pareció cuestión de suerte.

– Con solo mirarme puede saber lo que pienso. Me encuentra y me sigue sin hacer preguntas por alguna razón que desconozco…

… a veces me llegué a cuestionar si había algo que estaba ignorando de mi que me hacía tan obvia para sus ojos pero no me tome el tiempo para averiguarlo.

– Si él no está aquí es porque no quiere o no puede porque esta muerto.

– Puede estar herido.

– Hubiera mandado a alguien.

– Lo pueden tener… atrapado o algo así ¿o me vas a negar que eso es posible? Quizás su tío lo tiene y te han dicho que murió porque… ¡porque Jen te quiere proteger!

Suelto una risotada.

Esto es muy frustrante, Jerry… estamos en un callejón sin salida. ¿Qué tengo que hacer para que lo dejes ir?

– ¿Qué? – pregunta, irritado por mis pocas ganas de colaborar con su imaginación. – Es posible. Ese tipo no es Superman… puede estar mal herido y secuestrado.

Jerry me suelta el brazo para hacer un ademán con las manos pero no le doy importancia. Es cada vez más fácil perderme cuando quiero… solo cierro los ojos y me dejo ir. Como si todo a mi alrededor se quedara en silencio y no existiera nadie más que yo en este planeta.

Cierro los ojos.

Siento que estoy cayendo… El frío de la ventana se desliza por mi cara y luego siento un fuerte dolor en la parte trasera de mi cabeza.

– ¿Venecia, me escuchas?

– Debe haberse aburrido de mí, Jerry. Ya no volverá. – me escucho decir a través de la neblina.

Estoy perdida en esa casa oscura para siempre. Todo se ha ido. Las persianas se han bajado, las puertas se han cerrado y solamente quedo yo.

Y lo acepto.








– ¿Cuánto tiempo lleva sin comer?

– Unos tres o dos días creo… la verdad no llevo la cuenta, Harold. Tengo que cuidar de las niñas y no puedo vigilarla todo el tiempo. Ahora estoy solo con dos niñas, cuido de Venecia, trabajo en el restaurant y ayudo a veces a mamá con las cosas de su casa… la verdad es que ha sido difícil para mí también.

– Entiendo…

– Yo le dejo el desayuno hecho y le llevo las comidas a su habitación pero no termina nada o lo vomita.

– Así que vomita la comida…

– Si, no creo que lo haga a propósito de todas maneras – se apura a decir a Jerry tratando de remediar algo ¿pero que? Es estúpido intentar nada en este momento. Ya la ha embarrado bastante y no hay nada que diga que lo remedie.

DONE FOR MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora