Capítulo 1: Isla Linewalker

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—Recuerda que es lo mejor.

Cada noche, soñaba con aquel final una y otra vez: El mismo niño, mi amigo, el único con el que pude sentirme segura... a punto de morir.

Me desperté intranquila. Si bien mi "habitación" era oscura, la tenue luz que se colaba por uno de los agujeros del techo me avisaba que el día había comenzado.

Sigo sin saber dónde estoy, ni que día es. Desde que llegué, me obligaron a ser la sirvienta de la familia de un Walker. Incluso, me dieron un nuevo nombre: Qilla, sellando lo que seria mi destino hasta la muerte.

Y me sigo preguntando si de verdad vale la pena seguir sobreviviendo.

—Supongo que, a final de cuentas, reflexionar sobre mi misma es lo único que puedo hacer al despertar.

Luego de levantarme de la cama, me vestí con la túnica negra de los esclavos y subí las escaleras para empezar mis actividades diarias.

El hogar donde me encontraba, era uno simple. Una edificación de madera con 3 habitaciones. Yo vivía en el sótano junto a las herramientas y la basura. Usualmente, los sótanos se usan para "guardar" esclavos, y que así no podamos escapar. Una suposición bastante tonta ya que estábamos en una isla donde no se podía ver tierra desde ninguna de las costas. 

Ya en la cocina, encendí el fuego usando unas piedras y coloqué encima de este un recipiente para que el agua recogida de la lluvia hirviera. Un trajín diario al que estaba acostumbrada, pero que era llevadero por la única persona en la isla que considero humana.

—Veo que amaneciste temprano, insignificante criatura.— Escuché la voz de una mujer adulta. La dueña de la casa se había despertado temprano— 

—Sí señora. La comida estará lista en un momento como cada...

—Cállate y concéntrate en cocinar, estúpida.— Ella elevó el volumen de su voz como si me recriminara— ¡Termina o volverás al sótano!

—Si señora.

El silencio reinó luego de ello. Se podían escuchar las escamas del pescado siendo arrancadas, y de fondo, varios pasos del otro lado de la pared. Habían guardias y se estaban retirando.

—Ya dejaron de espiarnos— la dueña de casa relajó su postura—

—¿Está segura?— dejé el cuchillo a un lado y enjuagué mis manos mientras ella se acercaba a mí— 

—Totalmente. ¿Fui convincente? Lo siento si me sobrepasé.

—Lo fuiste, pero no importa si dices algo de más.

Ella sonrió y me ayudó a llevar algunos utensilios al comedor. Por mi parte, me dediqué a cocinar lo restante.

Una vez terminado de cocinar, y con los platos servidos, nos sentamos a comer. Para amenizar un poco, ella me contó algunas anécdotas de su vida anterior en Tailandia. También , hablábamos sobre escapar apenas se dé la posibilidad.

—Tenemos que apresurarnos, me avisaron que Chak llegará en unas horas.

—Solo seguiremos el guión como siempre, Anong.—respondí— No creo que sea diferente de las demás veces.

Dejé los cubiertos sobre mi plato vacío, y al voltear a verla, noté que algo no andaba como siempre.

—¿An? ¿Esta vez será como las demás no?

—No puedo mentirte Qilla, esta vez es diferente.

—¿Llego el día?

Anong volteó a verme y me abrazó. Me recosté sobre su pecho y dejé que me acariciara la espalda como siempre le gustaba hacer. 

Hace unos años, el líder de la secta anunció la próxima llegada de las deidades conocidas como los Earthbound Immortals, pero estas requerían almas o energía de muchísimos seres vivos. Para ello, esclavizaban humanos a los que marcaban con un tatuaje apenas llegaban. Parecían simples garabatos, pero es una marca que te condena a sacrificarte a las deidades.

A pesar de todos los muertos, era insuficiente para traer a las deidades. Por eso, este año, se ordenó que todos los sirvientes fueran sacrificados. Y eso me incluía.

—Tengo algo para ti, Qilla.— Anong terminó el abrazo para irse a su habitación—

Suspiré para poder mantener las lágrimas a raya hasta que un grito me advirtió que algo no iba a bien.

—¿¡Anong!?— antes de que pudiera correr a verla, la puerta se abrió de golpe y varios sectarios entraron a capturarme.— ¿¡An- Señora Anong, qué sucede!?

Los sectarios me lanzaron al suelo, mientras me ataban las manos. Miraba con terror como cargaban a Anong, e imaginé lo peor. Empecé a forcejear, pero un sectario empezó a golpearme en la cabeza varias veces. 

Mi cabeza no dejaba de rebotar contra el suelo una y otra vez, y con cada golpe sentía mi sangre salir de mi nariz y boca.

Al final, otro sectario empujó al que me golpeaba. Se agachó y me tomó del cabello, obligándome a que lo mirara. Volví a sentir el terror de aquel último día de libertad de hacia muchos años. Mi cuerpo temblaba y las lágrimas salían sin que pudiera controlarme. 

—Ella es de los nuestros, no le haremos lo que a ti. ¿Entendiste?

Mi mirada seguía perdida, y no podía dejar de recordar las imágenes de ese día. Lloraba más seguido y me dolía el simple hecho de respirar. El nudo en mi garganta me sofocaba. Ese trance en el que estaba, fue interrumpido con un contundente golpe de Supay.

—Nunca aprendes, estúpida. Cuando alguien te da misericordia, tú le das tu maldita atención. ¿¡Entendiste!?

Lentamente centré mi mirada en él. Esta vez todo el dolor que sentía, todo el terror que me infundía desapareció. Lo miré con odio. Tanto odio que Supay dejó de sonreír cínicamente como siempre lo hacía. 

—No cambiarás nada, me aseguraré de ello.

Motivada por todo el odio, le escupí. Mientras Supay se limpiaba la cara, yo volví a recordar mi lamentable posición. Estaba en completa desventaja, y ahora había firmado mi sentencia de muerte.

—Esta vez no habrá misericordia.

Supay me lanzó una patada directa a la cara. Los otros sectarios que me tenían atada se lanzaron contra él para controlarlo, pero él mató a uno mientras que al otro lo levantó y lo lanzó contra mí. Traté de levantarme, pero un dolor punzante en el pecho me dejó nuevamente echada. Respirar era un infierno para mí.

Mientras luchaba contra ello, vi como Supay era llevado afuera por cinco de los sectarios, mientras el que cayó sobre mí, se levantó y empezó a arrastrarme. No se dónde terminaré, pero ya no importará porque no estaré mucho más aquí.

A Sky Full Of Stars (From: STARS- A Yu-Gi-Oh! Saga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora