V

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Y sus miradas se conectaron. El dorado y el azul habían vuelto a chocar y la respiración de tanto alfa como omega se habían pausado de inmediato, haciendo que nada a su alrededor existiera más que su invisible y casi deshecha conexión.
Eso hasta que el bardo sintió una moneda caer en su cara que lo saco del trance seguido de más monedas y algunas piezas se pan. De inmediato el bardo reaccionó y rompió contacto con el brujo para tomar las monedas que estaban en el suelo y alejarse lo más posible del brujo, aunque esto le fue imposible cuando este lo siguió a la barra.
Por otro lado Geralt estaba en shock, era un deja vu, como la primera vez que escuchó a Jaskier cantar y algo le había hecho voltearse a verlo. Antes pensaba que era curiosidad. Ahora entendía que era el destino.
Se acercó con paso firme al bardo dispuesto a hablarle, pero lo único que consiguió y sorprendió, fue la mano del bardo frente de él, junto con algunas monedas.

- ¿Hmm?

- Tu parte -Fue la única respuesta del omega, mientras que al mismo tiempo dejaba un par de monedas en la barra para que fueran cambiadas por un tarro de cerveza. Jaskier jugó con un pan que le habían arrojado antes de darle una mordida- ¿Por eso estás aquí, no? Digo, aún uso tu nombre para cantar y pues, por obvias razones ya no te puedo dar promoción directamente, así que supongo que quieres por fin tu diez por ciento, ¿no? ¿Por qué otra razón estarías aquí? -Dijo sin siquiera voltear a ver el brujo directamente y le dió un trago a su bebida.

Sí, necesitaba el dinero.
Sí, era una buena excusa para tener dinero fácil.
Pero no era lo que quería.
Siempre supo que Jaskier no lo esperaría con los brazos abiertos y flores, pero nunca imagino al bardo con otra emoción que no fuera alegría.
Jaskier era su definición de alegría.
Jaskier era su alegría.
Pero también sabía que el bardo podría ser un terco, al igual que él, cuando se lo proponía.
No dijo nada (como de costumbre) y se sentó al lado del bardo haciendo un ademán con la mano para que le trajeran algo de beber, fingiendo, una vez que le trajeron que el tarro, que lo bebía, para poder ver disimuladamente el cuello de Jaskier.
Estaba algo tapado, cosa irregular en el omega, pero pudo distinguir en la camisa blanca y oler en ambiente, las manchas y el olor a sangre.

Geralt sintió que todo se le iba abajo.

- ¿Qué haces aquí, Geralt de Rivia? No es por nada, pero sé que mi presencia no es tu favorita y la verdad es que me gusta este bar para cantar, saben apreciar la buena música y tanto tú como yo sabemos que eso es difícil de conseguir, así que si piensas quedarte mucho tiempo, pues...

- Jaskier -Le hablo por primera vez llamando su atención- Cállate - Y era obvio que eso era lo primero que había tenido que decir. Observo como el bardo hacía su mejor cara de indignado, tal y como la conocía y no pudo evitar sonreír para sus adentros por eso. Le dió otro sorbo a su cerveza- Necesito un trabajo, Ciri necesita comer.

- ¿Quién es Ciri? -Pregunto extrañado el bardo.

- La niña de sorpresa que conseguimos en el banquete.

- La niña de sorpresa que TÚ conseguiste en el banquete -Recalco mientras que con su dedo índice tocaba el pecho del peli plata recalcando su punto- Recuerda que yo solo fui la desgracia constante en tu viaje.

Sí, definitivamente Jaskier seguía enojado con él y no le importaba hacérselo ver.

- Jaskier, yo...-

- ¿Te está molestando, Jaskier? -

Escucho una voz femenina decir tras la barra y el olor a pinos y a tierra mojada de la alfa hizo que Geralt gruñera por lo bajo. Detras de la barra había una pequeña, pero ruda alfa de cabellos rubios y mirada fiera, que solo miraba al brujo de manera fija mientras limpiaba un tarro y se ponía a un lado del bardo en señal de protección.
El lobo del brujo gruño para sus adentros.

El alfa y el omega de Rivia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora