- Cuatro y eso es todo - dijo la maestra con cierta irritación, se escucharon risas al fondo del salón, pienso en volver a replicar pero por el tono de la profesora era claro que no iba a aguantar otra palabra más, así que me rindo y voy a sentarme con las palabras en la boca.
Aun sentada no podía creer que la maestra me hubiera reprobado, me había inspirado tanto para hacer ese trabajo, y había creído que obtendría un diez; esa nota me hacía sentir tan miserable y decepcionada de mi misma, como si no pudiera hacer algo bien.
El timbre suena y me dirijo a la salida del salón sin perder ningún segundo; siento tanta rabia, había estado tan segura de ganarle a Verónica, había pasado al lado de ella como si fuera la reina del colegio y luego la maestra me puso un cuatro dejándome en ridículo delante de todos.
Estrello la cabeza contra mi casillero apenas llego, lamentándome por la pena que había acabado de pasar, pero aún más me dolía el haber visto la cara de preocupación de Verónica cuando me vio pasar con el trabajo, ella había sacado un seis, una nota fácil de superar, y luego cuando la maestra me dio la nota pareció recobrar su mirada de superioridad, y sin importarle que su nota también era baja se burló de mí.
Aún estaba hundida en mis pensamientos cuando pasó Verónica y su grupito de lambonas, que la única razón por la que estaban con ella era para ser "populares".
-¿Qué pasó Wendy? ¿Sorprendida de que vuelves a quedar por debajo? Si sigues así terminarás perdiendo el año - se burló Verónica paseándose justo al frente mío - aunque no me extrañaría.
Tuve que reprimir con todas mis fuerzas el impulso de lanzarme sobre ella y arrancarle hasta la última de esas pestañas postizas que tenía "no puedo volverme a meter en problemas" razono, "bueno, por lo menos solo en este periodo" así que me dispongo a quedarme donde estaba, como si no las hubiera escuchado, convenciéndome que el próximo periodo, cuando la escuela ya haya olvidado mi incidente de la semana pasada, podría demostrarle a Verónica que me iba bien limpiando el suelo con su cara.
- ¿En verdad era eso lo que tanto presumías? - preguntó Sasha, la amiga de Verónica - aunque supongo que para alguien como tú, es complicado llegar a esa nota... - termina diciendo, mientras estallaban las risas. Nuevamente.
Las risas se hicieron más bajas mientras se alejaban, al mismo tiempo que planificaba como iba a limpiar el piso con la cara de todas ellas.
Después de unos cinco minutos seguía clavando la cabeza en el casillero como si este tuviera el poder de hacerme desaparecer de ahí, mantuve esa posición hasta que escuché una voz que me hizo sentir mejor.
- ¿Piensas quedarte ahí o me vas a acompañar a buscar a la coordinadora? - pregunto una voz femenina desde el lado derecho, con algo de dificultad por la chocolatina que estaba comiendo - aunque claro, si quieres quedarte ahí, solo tienes que decirme, comprendo totalmente que estés cómoda en esa posición.
- Cállate, no he tenido un buen día - le respondo. Era Michelle, mi mejor amiga - he quedado en ridículo frente a Verónica y su grupo de cucarachas anoréxicas.
- Wow eso debe ser duro, tal vez es una señal de la vida para que te olvides por fin de ellas y sigas adelante... - dijo en un tono más melodramático de lo que acostumbraba - ¿no crees? - termino de comentar alegremente.
- No, no creo, - digo molesta - ¡¡creo que la vida me mandara más oportunidades para poder pasarla y ganarle en todo lo que haga!! O por lo menos una oportunidad de encontrarla a solas en un lugar donde no haya cámaras - terminé y sentí como esta última frase me reconfortaba.
- Muy bien, muy bien como digas.... - respondió Michelle mientras rodaba los ojos y nos dirigíamos a la zona administrativa del colegio, donde estaba la oficina de la coordinadora.
*****************
-¡No puede ser! Michelle, ¿cuánto tiempo llevamos aquí? - le reprocho mientras esperamos en las sillas al lado de coordinación, vuelvo a revisar mi reloj - ¡¡Una hora!! Una hora llevamos aquí, no puede ser, si hubiera sabido que sería tanto tiempo no te habría acompañado - terminó diciendo, ahora caminando de lado a lado sin parar.
- Bueno yo tampoco te obligué, posiblemente si no hubieras venido seguirías con la cabeza pegada a ese casillero - replicó, iba a contradecir lo que acababa de decir pero justo en ese momento abren la puerta y nos indican que entremos.
Nos sentamos cada una en una silla frente el escritorio de la señora Martha, mientras ella nos inspeccionaba de arriba a abajo por medio de esas estrechas gafas que la hacían ver más malvada y aterradora, parecía querer matarnos, luego desvío la mirada y me doy cuenta que no era a nosotras a quien quería matar si no a un chico guapo del que no me había fijado hasta ese momento, estaba en otra silla cerca al escritorio, en una posición de relajo, lo que me hizo pensar que esa era la causa de su mal genio.
Me pareció divertido notar la mirada de la señora Martha sobre él queriéndolo asfixiar y él ignorándola con un talento magnífico, seguía escurrido en su silla ocultado su revoltoso pelo debajo de una capucha de un color oscuro y algo desgastado, se miraba las uñas como si estuviera disfrutando de ser el centro de atracción, no pude evitar fijarme en que tenía pómulos marcados y pelo que formaba perfectos churcos, que a mi parecer era gracioso en un hombre pero también tenía que aceptar que le quedaba bastante bien, a decir verdad todas sus facciones eran algo diferentes... con cierta simetría, en otro momento me habría dado risa, pero en él parecía que todos esos rasgos extraños se juntaran y formaran algo innovador.
Desvío rápido la mirada al ver que el chico se fijó que lo estaba observando desde hace rato, siento como mi cara se vuelve roja, y como la vergüenza volvía.
Definitivamente ha sido mi peor día.
ESTÁS LEYENDO
Arriésgate un poco
JugendliteraturEl amor es un sentimiento hermoso, eso todo el mundo lo sabe, te puede hacer soñar con lo que jamas imaginaste, el amor te sana y te hace mas fuerte, te hace pasar todo limite de razón por aquella persona que se describe ante tus ojos como una sola...