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Mi mujer estaba acariciando mi sedoso cabello. Lo cuido mucho con diferentes shampoos. Empezó a rascar la parte superior de mi cabeza y a despeinarme de forma cariñosa. Comenzó a besar la parte trasera de mi cuello y luego empezó a lamerme la espalda, me hacia ligeras cosquillas y me sonroje.
Ella comenzó a acariciar mis pectorales y me ruborise pues era una parte muy sensible, pero después quería mas y toco mi cosita.
Empezó a frotarla y yo trataba de liberarme esto era muy vergonzoso pero ella sonreía y quería mas de mi, en el fondo no quería decepcionar a mi mujer y deje que hiciera con mi cuerpo lo que quisiera.
Me dejo acostado en la cama y mientras tocaba mi ano con su dedo comenzó a lamer mis testículos, "no, para" era aterrador y tenia ligera lagrimosidad en mis ojos.
Entonces tomo mi pene y la introdujo en su cosita y empezó a montarme.
Sentía vibración desde distintas partes de mi pene. Ella poco a poco hiba encontrando mi punto g. Mientras tomaba mi cabello y brazos y los acariciaba con mucha delicadeza.
"Eres un chico rudo" dijo sin permitir que me corra. "Vamos a probar otra cosa". Tomo mi cabeza y lentamente la acerco a la suya de forma romántica y me beso. Chupo mi labio inferior, incluso lo jalo con los dientes para después meter su lengua de improvisto en mi boca. No me gustaba pero comenzaba a relajarme con su sonido diciendo " shu shu shu" en un tono que se mermaba cada segundo mientras mi corazón palpitaba.
Ella me puso en cuatro y me dio una nalgada fuerte "haaa!" dije mas por vergüenza que dolor. Y entonces tomo mi pene y ella coloco sus pompas duras en el mismo sitio que las mías y comenzamos a hacerlo como perritos. Ella jalaba mi pene hacia atrás y pronto sentía que el liquido quería salir pero entonces sentí algo que rodaba mi pene, era una especie de anillo y mi ama dijo "es para que no te corras corazón".
Me puso en la cama acostado y comenzó a chupar mi pene, lo chupaba con los labios, lo metía en su boca y lo sacaba. Lo raspaba con sus dientes, lo besaba de forma tierna y lo lamia como si fuese una paleta. Recibía algo de ayuda de sus fuertes manos y yo solo quería correrme ya, esto era muy vergonzoso.
Ella me tomo y me puso debajo de su camiseta, sentía sus pechos tibios y semi lactantes que era un olor que me servía como afrodisiaco. Entonces me hizo lo mas vergonzoso para un hombre metiendo su dedo en mi ano y entrando y saliendo.
Entonces ella saco dildo cinturón y acariciando firmemente mis nalgas para que no me escape me metió el dildo. Era tan vergonzoso que quería llorar.
Ella saco el anillo de mi pene que me raspaba y siguió galopando.
Termine por venirme y agotado me acostó en la cama y me dio un beso.

matriarcado lemon: las paleoliticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora