Aquel corazón que se sentía ajeno el cual después de la operación realizada hace poco me hacía sentir extraño de alguna forma u otra saber que mi corazón solo fue echado hacia la basura como si no valiese nada y aquellas palabras que me hacían sentir despreciable "tienes la suerte de seguir viviendo" era muy distinto a otras veces solo quería desaparecer dejar de existir el día que perdí mi corazón una parte de mi desapareció ahora solo era un cuerpo carente de emociones que solo finge cada vez que no le cuesta sonreír falsamente era horrible, no sentirme bien conmigo mismo pasada ya una semana seguía esa necesidad de completar ese vacío innecesario que había en mí, el tiempo paso de forma rápida que ya había pasado un año, y me encontraba en otro país lejos de mi ciudad natal alejándome de todo aquello que conocía adentrándome en un lugar completamente desconocido, no tarde mucho en conseguir un trabajo nocturno en un bar el cual asistía mucha gente pero aun así se sentía vacío de vez en cuando hasta que cruzaste aquella puerta un joven de cabellos ondulados rubios, piel bronceada y unos ojos color café solo tomo asiento no pidió nada ni dijo nada las personas pasaban a su lado como si no existiese me acerque lentamente hasta que me percate que era más alto que yo, de alguna forma su presencia me incomodaba
- ¿desea pedir algo o espera a alguien? - pregunte de forma directa si algo me caracterizaba era mi forma de ser tan directo, pero solo hubo un silencio entre nosotros hasta que un sujeto tomo asiento a su lado, ese chico solo se levantó y se fue sin decir nada-oye ¿podrías cubrirme unos minutos? –
-claro no hay problema- respondió mi compañera la cual tomo mi lugar mientras yo salía, mi mirada buscaba a aquel chico pero fue en vano nunca lo encontré, era evidente que desapareció entre la multitud volví a mi puesto pasado unos quince minutos esa noche nos quedamos hasta tarde eran alrededor de las tres de la mañana y esta vez era yo quien debía cerrar me asegure de que todo estuviera en orden para que no ocurriera ningún accidente, tome el camino más largo hacia mi departamento, camine despacio ya que no tenía prisa en llegar nadie me estaría esperando pero aun así, algo faltaba y aún seguía sin saber que era, pero no sé si lo descubriré algún día o solo me rendiré aunque duele a veces y sin ningún motivo aparente lloro como si fuese un niño a pesar de que solo tengo 19, a decir verdad solo soy un joven y nosotros jugamos a ser adultos pero cuando surge un gran problema nos escondemos tras la sombra de uno esperando a que resuelva nuestros problemas, y las voces que alguna vez llamaron se comienzan a desvanecer y todo se vuelve cruel trato de alcanzar una lejana luz pero no la logro alcanzar y de alguna forma se pierde la esperanza, abrí mis ojos lentamente para darme cuenta que llegue tome mis llaves y abrí la puerta y así tomar el ascensor de una vez Salí del ascensor para entrar a mi departamento
-otra vez estoy aquí- exclame cansado a la nada aun no sabía porque lo hacía me daba igual ya que nunca supe esa respuesta, pero son esos momentos frente a mí y lo difícil que es seguir solo me encamine al baño y dentro de mi espejo hay un extraño que no logro distinguir y sigo tratando de encontrar mi mirada perdida Salí rápidamente de allí la frustración de saber que era inútil era demasiado agotador, estresante y un sinfín de sentimientos inexplicables pero no sirve de nada si te escondes tu siempre sabrás donde estarás pero tampoco sirve de nada no luchar porque si no lo hago nunca venceré, caí arrodillado mientras mis lágrimas caían entre mis manos me levante rápidamente arrojando todo lo que se encontraba en aquella mesa para cuatro personas los golpes en mi puerta se escuchaban, solo para saber si me encontraba bien silencio eso era todo lo que había en este ambiente pesado no tardo mucho para que se escucharan unos pasos alejándose solo tome mis llaves y escape de aquel infierno al que yo llamaba departamento mi pequeña casa en la que algún día yo me tendría que sentir seguro pero ocasionaba todo ese sufrimiento camine lentamente por las calles hasta llegar a un pequeño jardín botánico era un poco grande, pero hubo una sección en específicos a la cual quería ir y era justo donde se encontraban las plantas venenosas y carnívoras y lo vi nuevamente al chico de cabellos rubios ondulados, ese chico se percató de mi presencia y solo huyo corriendo lo trate de seguir, pero ya no estaba allí seguí corriendo hasta que lo encontré nuevamente escondido en el cuarto de mantenimiento abrí la puerta de forma brusca y violenta pero no se encontraba allí yo ya me estaba cansado revise mi teléfono y pude ver que eran alrededor de las cinco con cuarenta y cinco de la mañana lo bueno de mi trabajo que solo era de noche, volví a llegar a mi casa y el reloj marcaba la seis y quince solo me acosté en mi cama hasta que por fin quede dormido, desperté alterado y ese dolor intenso estaba allí nuevamente solo ocasionando más problemas para mi junto con un dolor inmenso pero solo me quedaba callado odiaba esto de mí solo lloro en silencio siempre es así lo peor de tener depresión y solo cuando una persona se da de cuenta de que tiene depresión solo se deprime aún más pensando que solo son una carga y no pueden hacer nada o es lo que yo pienso algunos solo van hacia un psicólogo y en un tiempo determinado sonreían, pero yo soy la excepción de todo eso no, y lo creo muy patético pero me dan miedo los psicólogos y aun eso no es excusa
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Unos Corazones Cambiados
Randomexplica la historia de un joven que fue operado del corazón