Capitulo II

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Ya ha pasado una semana desde que nicol se había suicidado, ahora este vacío se sentía distinto a otras veces y si era un sueño y todavía se estaba recuperando sonara estúpido pero aun así quiero que sea así no puedo dejar de pensar que por mi culpa se suicidó, ya tenía muchas llamadas perdidas de mis padres, no quería contestarles no quería hablar de nada con ellos, ¿porque la muerte de alguien duele tanto?, que a veces pensamos en que hubiese pasado si yo hubiese hecho esto o aquello, eso no soluciona nada es inútil hacerlo, de todas formas no se puede volver al pasado y si fuera así haría tantas cosas y ahora no m estaría arrepintiendo de nada, unos golpes en la puerta de mi departamento resuenan en todo el lugar pero aun así, no me atreví abrir la puerta, esa persona era insistente me levante frustrado para abrir la puerta para mi desagradable sorpresa no había nadie solo una nota pero solo la arroje al basurero ya no pensaba con claridad solo me arregle para así poder largarme de mi casa e irme a trabajar, solo faltaban dos cuadras para poder llegar a mi preciado trabajo al llegar solo me dispuse de atender la barra, el lugar se encontraba solo y era abrumador ese ambiente lleno de alcohol y tabaco pero no me podía quejar pagaban lo suficientemente bien como para irme

-joven sírvame algo fuerte-ordeno un hombre vestido formalmente mientras que en su brazo izquierdo era sujetado por una mujer era hermosa sus cabellos rubios caían sobre sus hombros esos ojos tan azules y piel blanca y delicada, estaba maquillada y sus labios delicados pintados a un rojo eléctrico sus uñas eran blancas

-yo pediré lo mismo- dijo aquella mujer su voz no era tan delicada ni brusca pero es perfecta, pasaron algunos minutos y les termine de atender a la pareja, pero estaban a tal punto de que no podían dejar de tambalearse estaban un poco borrachos ya que tomaron vodka como si fuese agua, para mí no había ninguna clase de culpa, la puerta se abrió dejando ver al chico de cabellos rubios ondulados, al igual como la primera vez nadie se percató ni le resto la mínima importancia

-buenas noches joven que desea pedir- aquel chico solo centro su mirada en mi pero sus ojos parecían estar perdidos esos ojos café el cual eran tan misteriosos pero a la vez muy curiosos

-solo deseo tomar un coctel de piña- esas fueron sus palabras solo tarde unos segundos en prepararlos hasta que se lo entregue-¿cuál es tu nombre?- su pregunta me desconcertó un poco fijándome en que solo pidió algo para sacar un tema de conversación

-mi nombre es Erik Cross, ¿cuál es el suyo?-respondí mientras lo miraba fijamente hasta que el solo desvió la mirada hacia la puerta

-Matías Delivere- esa fue su única respuesta hasta el momento no era más que silencio por un momento dudo en irse o no hasta se puso de pie para marcharse lentamente al tomar el pomo de la puerta se dejó mostrar como entraban tres personas más riendo, Tyler solo se mantuvo con la cabeza gacha todo ese tiempo hasta que atravesó la puerta, por momentos dude en seguirlo o no hacerlo mi mirada seguía puesta en aquella puerta con la esperanza a que volviera atravesarla hasta que la voz de mi jefe me saco de mis pensamientos me miraba confundido pero a la vez con un poco de preocupación si alguna vez alguien se preocupó tanto por mi ese fue mi jefe que desde me conoció me trata como si fuese su hijo ya que su esposa murió muy joven y prometió nunca volver a casarse pero aun así no sé cómo ha podido mantener su promesa, si las promesas a las que me aferre todas fueron falsas ninguna persona la cumplió y eso incluía a nicol sonaría cruel pero que más pensar de alguien que dijo "que no dejare que nada de lo que haga alguien me afecte", aun resonaban esas palabras en mi cabeza de hecho nadie me había hecho llorar tanto como ella tal vez si la considere una hermana después de todo y nunca lo quise aceptar ahora es muy tarde, solo faltaban quince minutos para poder irme el tiempo cada vez era más lento

-¿Qué te ha tenido tan pensativo? ¡¡¡O es que alguien ya tiene tu mundo de cabeza!!!- exclamo de forma burlona mientras se recargaba de mi hombro mi compañero de trabajo sus cabellos eran castaños y solo unos pequeños mechones en su frente eran verdes ya que normalmente siempre se lo pintaba, el área heterocroma tico su ojo izquierdo era un color ámbar amatista y el derecho un verde esmeralda y en sus mejillas unas pequeñas pecas su piel era bronceada

Unos Corazones CambiadosWhere stories live. Discover now