A mi madre.
Tú que te despiertas y te comes la angustia de la mañana, y le plantas cara a la vida y te levantas con el pie que te da la gana. Pero siempre te levantas.
Tú que has conseguido, pese a que a veces no lo creas, que nada ni nadie te cambie.
Tú que no has olvidado por el camino la capacidad de apasionarte, ilusionarte, sorprenderte, y emocionarte.
Tú que no consientes que los años te hagan vieja.
Tú que has cumplido sueños, y aunque te falten otros por cumplir, sigues teniendo el coraje de soñar despierta.
Tú que has recorrido caminos arduos, tú que has luchado contra la adversidad, tú que has perdido, tú que has ganado, tú que has caído y te has sabido levantar.
Tú que has hecho de la risa, los libros y la música tu medicina.
Tú que has elegido no dejar de reír ni un solo día.
Tú que eres luz en la oscuridad. Tú que eres actitud. Tú que eres valentía.
Que los años no te frenen. Que tu espíritu no envejezca con las velas. Que te salves de la rutina, del desencanto y la melancolía. Y del paso implacable del tiempo.
Que no te apartes nunca de la vida.
Tú que no vas a morirte jamás, porque eres eterna.
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Diario de una mente complicada
РазноеEste libro contiene escritos que hago en mi tiempo libre, espero les gusten.