Perdidos

CELDAS Y MUSGO: PARTE DOS

Francis y Flora siguieron su camino intentando encontrar alguna salida. Sabian que no tenian que volver a su forma natural porque eso podía hacer que las descubrieran y era lo ultimo que necesitaban. El suelo de ese lugar se encontraba en muy mal estado y sucio, se notaba muy rasgado, como si a alguien le hubiesen arrastrado fuertemente.

Las hadas seguían su largo camino hasta que escucharon ruidos provenientes de otra celda. Las dos se miraron y empezaron a volar subiendo a los barrotes de la puerta para ver quien o que era lo que estaba provocando ese ruido. Flora se fijo muy sutilmente hasta que reconoció a la hechicera que se encontraba ahi.

-¡Es Lucy! -Le dijo Flora a Francis.- Es una hechicera de Torre Nubosa.

-La novia de Mirtha, se quien es. ¿Que hacemos con ella?

-No podemos dejarla así, tenemos que hacer algo.

Las dos muchachas se miraron, sabían que no podían dejarla ahi, pero tampoco tenian la fuerza suficiente para hacerla diminuta como ellas o si ella tenia la fuerza suficiente para realizarse un auto hechizo de encogimiento.

-Vayamos a verla, quizá esta mejor de lo que pensamos y puede venir con nosotras.

-De acuerdo.

Flora siguio a Francis adentro de la celda de la hechicera. Lucy se veia muy desnutrida, como si hubiese estado ahi hace mucho tiempo. Se veia muy palida, parecia enferma.

Las hadas volvieron a su estatura normal para poder comunicarse con ella. La morena se agacha para poder tocarla, al hacerlo siente una energia muy pesada, muy oscura.

-¿Lucy? .-pregunta Flora moviendo su cuerpo lentamente pero aun asi no consiguio ninguna respuesta- Lucy, ¡por favor!- siguio empujando a su amiga pero no se podia despertar. Levanta un poco la vista y ve una gran mancha de humedad en la esquina de la celda. Entre la pared y el piso ve pequeñas plantas que fueron de gran ayuda posteriormente.- Oh, parece que es otro musgo -se da vuelta sobre su propio eje y camina lentamente hacia la pequeña planta.

-¿Puedes comunicarte con ellas? .-pregunta Francis con gran asombro.

-Es una de las grandes cualidades que tengo por ser el hada de la naturaleza .-Le sonrie a su ex compañera .- Dime pequeña, ¿Que le paso a Lucy?

-¡No! ¡Que están haciendo! ¡Suéltenme! -Lucy se resiste a entrar a la sala de las celdas. El guardia la agarraba del brazo muy fuertemente.

-Quédate quieta hechicera, si sigues así vas a sufrir las consecuencias.

-¡Si tuviera mi magia ahora te mataría!

-Si... pero no la tienes -El guardia la empuja de una manera tan brusca que la cabeza de Lucy cae sobre una piedra, dejandola totalmente inconciente.

-Oh, pobre Lucy. Esta asi hace dias .-Flora le toca la cabeza, ve un poco de sangre seca en el suelo.

-¿Entonces? ¿Que hacemos? .-pregunta la hada muy confundida.

-Espera, creo que el musgo quiere decirme algo mas.

-Flora... El árbol de la vida te esta esperando. No dejes que se seque, te necesita.

-¡No puedo dejar a Lucy aqui!

-No te preocupes, nosotros la cuidaremos.

Acto seguido a esto el cuerpo de la hechicera queda rodeado por un rosal con espinas venenosas, protegiéndola de cualquiera persona que intente atacarla.

-Debemos irnos, ellos la cuidaran.

Francis la mira a Flora y se transforman en diminutas de nuevo para salir de la celda en la que estaban.

-¿Ahora que hacemos? .-le pregunta el hada de la risa a su compañera.

-Primero intentemos salir de aquí, y después vamos a buscar el árbol de la vida.

Las dos volaron hasta la puerta central. La puerta era como cualquier otra, solo que atras de esta habia otro guardia resguardandola. Sabian que tenian que ser muy cautelozas, cualquier movimiento en falso podria hacerlas volver a donde estaban, o peor, que ellas terminen sin vida. Se armaron de gran valor y empezaron a volar lentamente atraves de las rejas de la puerta. Al llegar del otro lado notaron otro pasillo largo, se veia igual de tenebroso y abandonado que la otra habitacion, solo que a esta le llegaba un poco mas de luz. No encontraron ninguna manera de salir, la unica ventana que habia estaba sellada, no podian romperla porque eso significa que harian mucho ruido y el guardia se alarmaria.

Para la poca suerte de las diminutas hadas, el guardia estaba sentado, parecia apunto de dormirse. "Que cliche" penso Flora.

-¿Y ahora que hacemos? .-Le pregunta Francis, susurrando para que no la escuchen.

-Hay que salir de aqui. Volaremos hasta encontrar la salida.

-Bien, ¿Izquierda o derecha?

Flora cerro los ojos e intento establecer una conexión con el medio ambiente.

-Izquierda, ahí está la salida.