The end

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Eran las 8:00pm y el joven se encontraba en su lugar preferido, lejos de la ciudad. Una pequeña montaña llena de margaritas con un árbol viejo y grande casi al final de la montaña, donde terminando esta, abajo, se encontraba el hermoso mar que tanto amaba observar.

Se sentaba en el borde de la montaña con sus piernas colgando, mientras miraba como las olas chocaban con las piedras, la espuma que se formaba por la fuerza de esta, y oía el maravilloso ruido de las olas.

Él amaba visitar aquel lugar solo y de noche, ya que cuando se cansaba podía apoyar la espalda contra la tierra, acomodar sus brazos bajo su cabeza y observar tranquilamente las estrellas.

Contándolas una por una hasta quedar dormido.

Una que otra vez veía pasar a toda velocidad estrellas fugaces. Cada vez que veía una, cerraba sus ojos fuertemente y en un apenas audible susurro, deseaba ser feliz.

Obviamente que su deseo nunca se cumplió, ya que su vida seguía siendo la misma y miserable mierda.

Novia suicidada hace un año, por sus propios demonios.

Padres separados. Él vive con su madre, quien por cierto sale con un hombre diferente cada tres días, y no se preocupa por la salud o sentimientos del joven. Su padre vive fuera de la ciudad con su nueva familia.

Linda vida, ¿No? Esperen, hay más...

Justo en ese mismo lugar, pasando las margaritas y el árbol, al final de la montaña, en el mar, es el mismo lugar donde su novia hace un año se lanzó para poder ser atrapada por las manos de la muerte.

Hoy era un día especial para el joven.

Hoy era el día en el que se sentaba en la orilla de la montaña y tan solo pensaba.

Hoy es el aniversario de la muerte de su ex amada novia.

Hoy es 4/2/14.

El joven tenía la piel llena de palabras y dibujos sin sentido para las demás personas, pero para él contenían cada uno un significado importante en su vida.

Llevaba puesto un suéter azul y unos jeans negros acompañados de unas zapatillas del mismo color.

Miró hacia el final de mar y sonrió.

"Querida, ¿Dónde estás?" Preguntó en un susurro.

"Ven por mí y llévame contigo" Elevó un poco la voz al ver que no tenía respuestas.

"Querida, sé que me escuchas. Quiero que sepas que s-si" soltó un sollozo "Que si hubiese sabido que eso pasaría, no lo habría permitido"

"¿Puedes creer que desde que te has ido, no encontré a nadie como tú?" Sonrió triste al recordar su rostro, su risa, su voz, su todo "Tu eres única..."

Se levantó rápido del suelo y elevó sus manos al cielo "¡Devuélvemela, ella es mía!" Le gritó a Dios, más bien al cielo.

"¡Ella no te pertenece!" Volvió a gritar dejándose caer en sus rodillas. "¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?..." Se preguntaba una y otra vez, mientras agarraba su cabeza con las manos.

"¡Emma!" Gritó tan fuerte como pudo, haciendo que su vena pareciera que fuera a salirse de su cuello.

Formó puños con su mano y pegó violentamente el suelo haciendo que se levantara tierra. Descargó toda su ira contra el suelo, pero no era suficiente para él.

De un salto se levantó y miró al mar.

Teniendo los ojos rojos y casi sin voz, dijo "Te anhelo, cariño"

Caminó hasta la orilla de la montaña. Había viento que hacia mover las hojas del árbol provocando ruido, y el cielo estaba completamente nublado.

Estiró ambos brazos a cada lado de si, tiró la cabeza hacia atrás y cerró los ojos "Estaré contigo. Porque sin ti no se vivir. Sin ti no se respirar" Gritó "¡Sin ti no sé quién soy!"

Y tan solo se dejó caer, al igual que su querida Emma. El viento lo empujó, y cayó como un ángel sin alas.

Dando vueltas y vueltas, llegó al mar, chocando su rostro con una piedra, haciendo que pierda el sentido y se hundiera hacia el fondo del mar con sus demonios.

"Emma" Fue la última palabra que cruzó su mente antes de perder la cordura.

Ahora el mar está habitado por dos almas oscuras y solitarias, completamente enamorados.

Sea ✡ Oliver SykesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora