Ojos de Cristal •||:Froger:||•

Capítulo 1

Era 1969, hace pocos días el astronauta Neil Armstrong había dejado su huella en la luna. Muchos nombraban el suceso, haciendo referencia a Neil, pero claro, muy pocos hablaban de Edwin Aldrin, su compañero. Los aficionados, los astrofísicos y los ancianos les parecía interesante este tema. Algunos tenían miedo y decían que traería consecuencias, y otros simplemente estaban abarrotando las tiendas de música por el reciente álbum de Los Beatles "Abbey Road".

Roger, por su parte, sólo se disponía a ir al London Hospital Medical School, donde asistía a sus estudios de odontología. No le apasionaba esa carrera, pero, cómo todo lo que hacía; se veía obligado por su padre.

Últimamente estaba pensando en estudiar Biología, había estado buscando otras universidades, pero entre el taller, la carrera de odontología y las demás cosa que su padre y su tío le obligaban a hacer, apenas y le quedaba tiempo para un respiro.

Él quería volver y tocar su batería junto a sus amigos, pero, como decía su padre; «eso no te llevará a ningún lado». Tal vez tenía razón, pero ya ni como un pasatiempo podía tomarlo.

Estudiar, trabajar, estudiar más, casarse, tener hijos, trabajar y trabajar más...

En conclusión, no disfrutaría de su vida en lo absoluto. Y ahora que se acercaban sus 20 años, tal vez y lo dejen esposado a su casa como si fuera un preso.
Su padre siempre había sido estricto, pero desde que decidió dejar su cabello largo, teñirlo y utilizar mascarillas para la piel, le tomo como un marica que estaría dando su trasero a cualquiera, cosa que era falsa. Roger tal vez había demostrado ser un tanto mujeriego, pero últimamente se sentía confundido con respecto a su sexualidad, pero en lo que cabe, sigue siendo heterosexual. Nunca había tenido siquiera un simple roce de labios con un hombre, por lo que no le preocupaba mucho.

Un silbido y una breve bocina de auto le sacaron de sus pensamientos, siendo el Lincoln Continental color blanco, lo primero que captó su mirada, seguido de un chico pelinegro con un sentido de la moda un tanto extravagante para la época, sus ojos se encontraban perfectamente delineados y en su mano izquierda un cigarrillo, si, la única mano en la cual sus uñas se veían pintadas de color negro. Si, sin duda era Freddie.

—¡Hey Roggie!, ¿quieres que te lleve, cariño?.

De nuevo aquel apodo. Era incorrecto, era... Raro y de cierto modo, le incomodaba. Apenas y lo conocía, ni siquiera su mejor amigo tenía tal apodo con su persona. Pero después de todo, el rubio no se negó, al contrario, se sentía agradecido ya que estaba un poco lejos de su destino. Con una sonrisa le saludo amablemente, apesar de lo que había pensado anterior mente,  y subió al auto, colocó su mochila en sus piernas algo pensativo. Había sido su cliente y ahora que lo pensaba, no lo conocía bien; podría terminar muerto, ahora que pensaba mejor las cosas, sin embargo, seguía allí.

—No es lógico que camines, cuando tenías una camioneta hace unos días.

Intento crear algún tema de conversación. El silencio no le gustaba al pelinegro, y realmente quería conocerlo.

—Realmente... No es mía, es de mi tío y soylo la utilizo para trabajo.

Si, Roger Meddows Taylor, de casi 20 años de edad, con licencia de conducir y un tío que no le presta el auto del taller, sabiendo que sale a altas hora de la noche de la universidad. Sentía que en algún momento sería violado o terminaría muerto.

—¿vas a la universidad?.

—Si, al London Hospital Medical School.

—¡Vaya!, Que bueno que te encontré en el camino; estás muy lejos de tu destino, cariño...— dijo Freddie, comenzando a conducir en dirección a la Universidad de Roger