Daylight- Ashton Irwin♡

Un secreto casi secreto

-¿Qué tiene de genial un chico que golpea tambores? -Jonah agitaba las manos en señal de nerviosismo.

No sé que les afectaba tanto de que me gustara Ashton, pero me había rendido en tratar de averiguar. Ellos insistían en que era culpa de "mi cambiante gusto por los chicos que sucede demasiado seguido y que ya los tiene confundidos".

-Yo creo que todo -dije en defensa de mi compañero.

-Jonah, ríndete -dijo Cristy-. Es obvio que jamás lo vamos a entender.

-No me vengas con eso. Ambos queremos saberlo por igual.

Cristy chasqueó la lengua y yo negué.

-Van a tener que acostumbrarse a la idea-les comuniqué entre risas.

Entramos a la cafetería y automáticamente divisé a Ashton entre las mesas del fondo. Estaba sentado con sus amigos habituales, Luke Hemmings y Michael Clifford, ambos de mi clase. Se veía adorable comiendo su hamburguesa, así que me dediqué a mirarlo unos segundos.

-Degenerada-me susurraron mis amigos.

Les observé con cara de odio, a lo que ellos se alejaron para formar fila y buscar algo de comer.

Mientras pedía una hamburguesa -aunque debo admitir que solo fue por Ashton-, Cristy me codeó dos veces.

-Jade, mira.

Volteé la cabeza para encontrarme con Marah Gray, una chica que sólo había visto un par de veces, sentándose al lado de Ashton. Él no parecía estar muy consciente de ella, ya que siguió hablando con sus amigos, pero ella comenzó a acariciarle el brazo, cosa que hizo que mis ojos se abrieran, y más cuando vi que él comenzaba a sonrojarse.

-Cálmate, Jade-oí la voz de Jonah y ahogué mi deseo de volcarle mi soda en la cabeza a aquella chica tan evidente.

-Vamos a sentarnos-dijo Cristy, así que la seguí sin dejar de mirar la escena de aquella mesa lejana.

Pensé que tal vez yo habría podido hacer lo mismo sólo por lograr que él fuese consciente de mí, ya que nunca me ha prestado atención en lo más mínimo, y por un momento creí entender a Marah, pero viendo que Ashton se negaba a dejar de hablar con Hemmings y Clifford, suspiré y miré hacia adelante.

A la mañana siguiente, me levanté temprano nuevamente y salí hacia la escuela a paso rápido. Quería ver a Ashton, quería verlo sólo, haciendo ese show secreto para mí, quería sentir que podía estar un poco más cerca de él, aunque no se diera cuenta.

Llegué a la puerta del salón de música y me asomé un poco por la puerta. De repente se me pasó por la cabeza qué pasaría si Ashton descubriera que yo lo "espiaba", pero lo más probable sería que me prohibiese verlo y ya era mucho eso de que se negara a hablarme. Traté de hacer mi mejor esfuerzo para entender por qué yo no, por qué sí los demás, incluso Marah Gray; aunque él la ignorara bastante, aún así era consciente de ella. Yo, en cambio, no había recibido ni un suspiro de su parte, y eso era desalentador de muchas maneras.

Pero esa mañana, me propuse que debía lograr al menos una respuesta, aunque fuera un gesto, una mirada, ALGO.

Notese mi desesperación en ese momento.

A través del pequeño espacio entre la puerta y la pared, logré ver a Ashton. Estaba sentado de espaldas a mí con los brazos a los costados del cuerpo. Tenía la cabeza un poco gacha, y parecía perdido en sus pensamientos. Pero de un momento a otro pareció volver a la vida y tomó un par de baquetas, para empezar a crear esos ritmos pegadizos que solo él era capaz de hacer.