Cinco Días Antes

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Yoongi, alías el virgen golpea alfas, siempre llama la atención de todos, a pesar de eso, al omega le daba igual, prefería pasar más que desapercibido por otros, pero le era un imposible aquellas acciones, simplemente con solo caminar y pasearse por las calles, lograba llamar mucho la atención de todo alfa que se le acercase siquiera unos metros, pero por supuesto, lograba evitarlos a toda costa.

- ¿Vendrás a la fiesta de Jennie? -pregunto Jungkook sacando de sus pensamientos al de cabellos negros, Yoongi lo miro de soslayo antes de responder.

- Sinceramente, ella y yo no tenemos lo que se diga una grandiosa relación, como para ir a su fiesta.

Jungkook sonrió ladino sacando la paleta de caramelo de su boca, eso era muy cierto, Jennie había sido la omega más popular hasta que Yoongi se presento en su vida, y eso solo la hacía aborrecerlo de por medio, nunca faltaba día en que aquella chica se burlase de él, y por lo menos ahora habían parado las burlas, desde que Jungkook se pasaba más tiempo con él, las burlas parecieron ir disminuyendo.

- Pero pensé que te gustaba fastidiarle el día -Yoongi rodó los ojos mientras sonreía hacía el frente, sin mirar al alfa en cuestión.

- Podrá ser que me guste, pero no me siento con ánimos -suspiro-, aún me siento nervioso por lo que mi madre planea para mí.

- Solo es un chequeo medico, Yoongi, no te morirás.

- ¿Y qué tal si es así? ¿Qué harías? ¿Llorarías por mí?

- Tal vez lo haga, y termine matando al medico que te hizo daño -Yoongi se vio satisfecho con aquella respuesta-, pero ni creas que eso será suficiente, me volvería loco de no tenerte aquí.

Yoongi soltó a reír al escuchar aquella confesión de parte de Jungkook, sinceramente Jeon Jungkook, había aparecido de un de repente en su vida y eso se lo agradecía.

Jungkook casi siempre se la pasaba aislándose mucho de todos, y Yoongi era consciente de ese comportamiento, pues lo había visto un par de veces por la universidad, y todos siempre murmuraban a su alrededor, se corrían rumores que podían helarte la sangre en unos instantes, pues siempre se decía que el chico pertenecía a alguna clase de secta, o que se la pasaba drogándose y se quedaba siempre haciendo que los demás le temieran, pues cada que se acercaba alguien, él les gruñía.

Yoongi nunca creyó en todo lo que se rumoreaba por la escuela sobre Jungkook, y pudo comprobar que todo se trataba de simples mentiras cuando por fin se encontró con él, había sido accidental, Jungkook estaba lastimado, y Yoongi lo había encontrado, después de una seria discusión, en dónde ambos peleaban, uno por querer llevar a Jungkook a la enfermería mientras que él otro se negaba, Yoongi había terminado por estar frente a él y curar sus heridas con un botiquín que había conseguido robar de la enfermería.

Desde allí había cambiado todo por completo, Jungkook parecía no querer separarse de él, y Yoongi había estado desde un principio en desacuerdo con las acciones de dicho alfa, pero debía admitir que era solo un poco lindo el como estaba a su lado y los demás parecían alejarse de solo verlo con él, le tenían mucho miedo, y es que Jungkook quería aparentar aquello, pero por supuesto, Yoongi sabía la realidad de las cosas.

- ¿Qué se supone que van a revisarte? -pregunto Jungkook.

- He tenido algunos pequeños problemas, mis celos se han estado adelantando un poco y necesito que me brinden atención, creen que puede ser un problema hormonal, pero no es muy seguro -Jungkook frunció los labios al escuchar aquello, no le gustaba que Yoongi tuviera esa clase de problemas-, tendrán que revisarme más que nada internamente.

- ¿Te sacaran sangre? -Yoongi sido un pequeño asentimiento-. ¿No se supone que te pones como un histérico cuando eso pasa.

- Mi madre ha dicho que lo más probable es que me coloquen algo de anestesia, que no es un problema a la hora del examen sanguíneo, y espero sea así, quiero estar un poco adormilado antes de ver el tubo de la jeringuilla con mi liquido vital.

Yoongi era un completo cobarde para esas cosas, el mínimo olor de la sangre le causaba muchas nauseas.

- Entonces no deberás de sentirte preocupado al respecto, ¿estás seguro que no quieres que sea yo quien te acompañe?

- Prefiero a mi madre, no lo tomes a mal.

Jungkook lo comprendía.


2


- ¡Ya deja ese computador y ven a cenar, cariño! La comida no estará esperándote por toda la vida.

La señora Min coloco por fin los cubiertos sobre la mesa que se encontraba en la cocina, apenas eran tres personas en aquella casa, Yoongi, su hermano mayor y por supuesto ella, el padre de ambos cachorros había huido despavorido en cuanto se entero de que ella estaba embarazada de Yoongi, por supuesto el omega no conocía a su padre para nada, pero no era como si importase del todo, la señora Min ha luchado por completo para poder sacar adelante a ambos cachorros, y eso había sido un éxito, aunque el hermano mayor de Yoongi a veces se desviviera demasiado por el trabajo y apenas aparecía en la casa, al menos no se encontraba sola.

- El profesor Choi es un maldito -menciono el omega entrando a la cocina, miro hacía su madre por escasos segundos y volvió hacía la mesa para poder tomar una de las sillas, jalarla hacía atrás y tomar asiento, su madre rodó los ojos.

- Dices lo mismo de la mayoría de tus profesores, no es novedad.

- Lo sé, lo sé, pero ¡esté tipo! Es el peor, mamá, deberías de escucharlo -la señora Min soltó una suave risa-, es en serio, no es para reír, él solo piensa que tenemos todo el tiempo del mundo para realizar trabajos de lectura y escritos de casi quinientas paginas.

- No te quejes tanto -Yoongi soltó un pequeño suspiro-, solo te queda poco, ya casi terminas la carrera.

- Creo que tendré que darme un año de relajamiento después de esto.

- Suficiente relajamiento tienes con andar de paseo con ese Jungkook.

El omega miro a su madre con una pequeña sonrisa, a su madre le agrada Jungkook, no importa cuanto pase, no importa el aura que posee, a ella le agrada (más que sus anteriores parejas), y por supuesto, ella sacaba siempre su nombre a relucir en cualquier instante que pudiera, así que eso solo hacía a Yoongi sentirse feliz.

- Por cierto, ¿cómo ha estado? Hace tiempo que no lo haz traído siquiera para comer algo.

- Él está bien, mamá -menciono Yoongi mientras que su madre colocaba el plato de arroz frente a él, servido con algunos vegetales al vapor y unos trozos de carne-, quería acompañarme a la cita con el medico.

- ¿Lo haz dejado?

- Nop...

- ¡Ese es mi cachorro!

Siempre su madre apoyándolo con lo de siempre, a pesar de que Yoongi no le permitiera mucho acceso a los alfas en su vida, sabía que podría afectarle un poco en el futuro, pero no era como si le interesará de por medio, ahora la mayoría piensa que el matrimonio y una vida plena llena de felicidad esta demasiado lejos al igual que nunca jamás, y Yoongi estaba un poco de acuerdo en eso.


3


La luz nocturna no es de gran ayuda cuando se trata de leer algo, dejo de lado los papeles que apenas había impreso y observo hacía el frente, mirando el cielo nocturno con apenas algunos puntos adornándolo, las estrellas brillan, pero ya no como antes, soltó un suspiro y por fin se quito sus lentes, necesitaba descansar un poco.

- Falta poco para el peor día de mi vida -menciono para si mismo-, aunque... puede que no sea tan malo después de todo.

Tal vez tenía razón.

Como Un VirgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora