≠Little Brothers=Little Sinners≠

=Pequeños Pecadores=

Mingi con dieciséis años ya había encontrado el amor y se hallaba con el en ese mismo momento. Estar solos es lo mejor que les podría pasar.

—Jamás creí que algo así pasaría ¿sabes?

—Yo menos, sabía que amaría a alguien, pero jamás creí que fueras tu

—¿Es un insulto o un halago?

—Ambos —Yunho sonrió y beso los labios de su hermano— Levántate y haz tus tareas

—Ay no empieces, no quiero

—No pregunté si querías, dije que lo hicieras

—Yunho —El mayor se paró de la cama y junto a la cama se cruzó de brazos— Yunho —El mayor seguía en silencio— Yunnie —Ni su expresión cambiaba— Esta bien

Al pararse Mingi saco algo de la mesita de noche, los dulces favoritos de Yunho.

—Creí que sería un buen regalo pero alguien se enfado conmigo así que tendré que-

—¡Ni lo digas Song Mingi! Damelos

—No —Abrió el paquete y comenzó a comer uno— No quiero

—¡Son pockys de fresa Mingi! Por favor

—¡Nop! Enojate tu solo

El menor comenzó a correr por toda la habitación con Yunho persiguiendole. Como ambos ya tenían dieciséis y diecisiete años respectivamente, un cuarto pequeño, según sus padres, no era suficiente, la habitación con tamaño de tres habitaciones era suficiente para que Mingi escapara de las manos de su hermano.

—¡Song Mingi! ¡Song Yunho! ¡Bajen en este mismo instante!

Estaban en problemas

Se miraron mutuamente sin comprender por que la actitud de su padre, aún así bajaron como se les ordenó. Al llegar a la sala se encontraron a su madre llorando y a su padre rojo de la rabia.

—Niños, ¿qué hize mal? —Pregunto su madre—

—¿Qué?

Su padre le lanzó una caja, el menor en respuesta se quejó por que esta golpeó su pecho, al observar bien la caja de percataron de lo que era, era esa caja. En esta guardaban todo en cuanto a sentimientos se tratara, sus regalos, cartas, fotos y demás. Sus padres la encontraron, ya no hay vuelta atrás—

—Nosotros no los criamos así ¡¿Qué les pasa?! ¡¿Acaso están mal de la cabeza?! —Sus gritos iban en aumento al igual que los sollozos de su madre— ¿Cómo nos verá la gente? ¿Ah? ¡No criamos pecadores!

—¿Por qué lo hicieron? —Habló su madre con la voz rota—

Ambos chicos se miraron entre sí, ambos reflejaban el mismo sentimiento, culpa.

—¡Me dan asco! —Su madre cambio su semblante por completo. Se levantó con lágrimas aún en su rostro y al quedar frente a sus hijos le pego una cachetada a cada uno— Al menos respeto por nosotros, no hemos hecho nada mal

—¿Y nosotros sí? —Respondió Mingi sobando su mejilla—

—No me hables de esa forma —Antes de que otra cachetada quedará marcada en su rostro el brazo de su hermano se interpuso—

—Ni se te ocurra tocarlo otra vez

—A tu madre no le hablas así Yunho

—¿Pero ella sí tiene el derecho? —Le soltó bruscamente el brazo— ¿Acaso no era obvio?