—Me perteneces —
Su sonrisa era sensualidad y lujuria pura, su mirada se oscurecía con cada paso que daba hacia mí, me encontraba entre el muro y su cuerpo tapando la salida.
Mi mente decía que escapara del depredador pero mi cuerpo lo deseaba con tanta intensidad que hacía que mi sangre hirviera de placer.
—No tienes a donde escapar, el tiempo se terminó —
Eso lo sabía perfectamente, mi tiempo había acabado era hora de tomar una decisión, entregar mi corazón a una bestia sin alma o huir sin mirar atrás.
Capítulo 1
—Lucy creo que esto es demasiado — me miraba en el espejo con un vestido que no dejaba nada a la imaginación y unos tacones que apenas me permitían caminar con ellos.
—No te quejes que la belleza cuesta, además ya te dije que tienes unas piernas de infarto — decía esto mientras me regañaba, de según ella mi poca feminidad a los vestidos, maquillaje y demás cosas.
—Pero ya te dije que todo esto, no es necesario —
—Elizabeth Astón, puedes dejarte querer tantito — sus manos se encontraban en su cintura simulando una jarra, mire sus ojos y al saber que no cambiaría de parecer no me quedo de otra que resignarme ante esto, un suspiro salió de mis labios asiéndole entender que podía continuar con todo lo que estaba haciendo, una sonrisa adorno sus labios.
—y no podríamos ir a otro lado, no sé cómo un museo o al parque— le decía a mi amiga, moviéndome de un lado a otro
— ¡NO!, mujer estamos en la mejor ciudad del mundo y hoy saldremos a ligar solteros y no hay objeción, así que toma tu bolsa y salgamos— agarre una carterita negra mate y a empujones mi amiga me saco de la habitación, ya estando fuera del hotel en donde nos hospedamos, tomamos un taxi para que nos llevara al antro del que mi amiga presumía que ese lugar era mágico.
Al llegar al lugar, no note gran diferencia a los que hay en Estados Unidos, un gran lugar con luces, gente y mucho ruido, bajamos del taxi y nos acercamos a la puerta del antro. Lucy hablo con el guardia y nos dejaron pasar como si fuéramos personas importantes.
—oye Lucy que fue lo que le dijiste al grandulón —
—Pues que éramos jóvenes americanas en busca de un buen polvo y que él era una buena opción—
— ¿Qué? —
—Tranquila solo se lo dije para que nos dejara entrar, sin problema alguno — alzando los hombros sin importancia.
—y que tal si el si se lo tomo enserio— estaba un poquito nerviosa por lo que acababa de hacer Lucy.
—no creo, sabes cuantas chicas hay en este lugar, es imposible que se lo tome enserio— suspirando, Lucy tenía razón, el lugar estaba abarrotado de gente, que tantas posibilidades existían de que el guardia de seguridad nos encontrara y nos pidiera ese polvo que Lucy había prometido. — Eli ya quita esa cara y diviértete, recuerda que este viaje es por tu cumpleaños decimoctavo—
—Ya lo sé— le sonreí, Lucy se paró a bailar cerca de la mesa que teníamos ocupada, me extendió la mano para que ambas fuéramos a la pista, ella tenía razón veníamos a divertirnos así que seguí, el DJ puso una canción movida ambas movíamos las caderas al compás de la música, la noche seguía su curso, Lucy y yo ya teníamos una cuantas copas encima.
Al poco rato el DJ decidió poner una canción algo sensual, nosotras seguíamos moviéndonos al ritmo de la música, unos hombres se nos acercaron para bailar con nosotras eran algo mayores para mi gusto, pero el licor que estaba en mi sistema no me dejaba pensar con claridad.
Sentía las manos del hombre recorrer mi cuerpo, yo solamente quería bailar, así que me aleje un poco de, el pero de nueva cuenta me arrastro hacia él, forcejé un poco para hacerle entender que no me sentía cómoda pero el tipo no me hizo caso, y fue cuando yo lo empuje y me retire de la pista de baile, necesitaba un poco de aire así que fui a los sanitarios a refrescarme un poco, entre y me fui directo a lavarme las manos y a echarme un poco de agua en la cara para que el maquillaje no se corriera, respire unas cuantas veces, para luego salir de él, cuando la puerta se se cerró una mano me jalo para después arrinconarme contra la pared.
—Que creíste muñequita, que podías calentarme y luego dejarme ahí parado como si nada, no preciosa, ahora me cumples—
Era el mismo hombre con quien había bailado con anterioridad, se notaba que estaba borracho y eso me asustaba más, el sujetaba mi brazo con fuerza provocando dolor y lo más seguro un moretón, contra mi voluntad me arrastro fuera del local por la puerta de emergencia, proteste pero nadie me escucho.
Afuera hacia frio, yo estaba templando ya que el saquito no me cubría mucho, el hombre me obligo a caminar por el callejón, yo trataba de zafarme pero era inútil y los zapatos no ayudaban mucho.
—Suéltame— gritaba para que alguien me ayudara, pero a esas horas no había ni un alma, por mi mente pasaron miles de situaciones que me podría ocurrir, al dar la vuelta en una esquina el hombre que me sujetaba salió volando hacia atrás, cayendo al suelo.
—La señorita te pidió dejarla en paz—apareció un sujeto vestido completamente de negro, su voz era muy masculina, hacía que los vellos de la piel se te erizaran
—y tú que te metes, este no es tu problema, largo de aquí—
—La señorita te pidió dejarla en paz—
El hombre se levantó del suelo para golpear al sujeto que había acabado de llegar, el hombre por el alcohol no tenía buena coordinación, así que para el sujeto fue muy fácil esquivarlo logrando golpearlo en el estómago para rematarlo y golpearlo en la nariz, haciendo que el hombre perdiera el control y callera al suelo sangrando, el hombre se tocó la nariz mirando su sangre escurriendo de la nariz, se levantó y salió huyendo del lugar, dejando atrás a mí y al sujeto.
—Gracias... por lo que hiciste— me acerque a él, pero alzo su mano hacia mí, deteniendo mi caminar.
—Eli, ¿Dónde estabas?— voltie a ver a mi amiga, pero cuando regrese la vista al sujeto, el ya no estaba. —Eli me asustaste, cuando regrese a la mesa tú ya no estabas, le pregunte a medio mundo y nadie te había visto salir del local, creí que te había pasado algo— camine hasta estar cerca de Lucy.
—Lo siento, necesitaba algo de aire—decidí omitir lo del hombre y el sujeto, Lucy ya lucia bastante preocupada, para asustarla más con algo que no paso a mayores circunstancias, ella me abrazo y yo le correspondí para hacer que se calme un poco, mientras ella se calmaba aun abrazadas saque el celular de la carterita y llame a un taxi del hotel para que viniera por nosotras.
El taxi llego como en unos vente minutos, para este tiempo Lucy ya se había tranquilizado, subimos y en otros vente minutos para llegar al hotel, hoy había sido un día de locos completamente.
Lucy ya estaba en su cama dormida, mientras que yo decidí tomar una taza de leche caliente, las grandes ventanas del hotel me permitían ver la ciudad, con sus grandes edificios bien iluminados, me daba un ambiente de paz. Me hubiera gustado verle el rostro al sujeto que me había salvado esta noche, pero ni siquiera pude verle la cara, ya que una capucha cubría la mitad de su rostro, camuflajenadose muy bien con la oscuridad de la noche le daba un aire de misticismo.
Bueno ya basta de pensar en todo lo que ocurrió esta noche, es hora de ir a dormir, deje mi taza ya vacía en una pequeña mesita y me fui directo a la cama ya con mi pijama puesta sin ser consciente que ese simple encuentro con aquel misteriosos hombre cambiaria todo.
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LETAL
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