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Caminar por la ciudad a veces es agotador... parece una ironía, pero cansa más ver la monotonía en el rostro de la gente que incluso caminar. Aburre un poco siempre encontrar a las mismas personas en las mismas esquinas.
Salir y caminar por la calle sin tus "cascos" y tu música le quita sentido a lo que haces. Pues en tu rollo te creas tus propias películas, disfrutas del aire en tu cara, aunque a veces el humo de los carros estropee la sensación; incluso, a veces, juegas en secreto a imaginar lo piensa la gente y creas en tu mente un mundo que, por solo unos segundos, te aleja de la realidad y sales de la agonía que supone estar en ella.
Miro a mi alrededor y no veo más que un cúmulo de personas movidas por la inercia de la vida, sin sueños, sin metas, sin objetivos; personas derrotadas, vencidas, convencidas de que vivir se trata de eso: de dejarse llevar, de dejarse arrastrar por la corriente de "la vida" hasta que llegue el momento donde el camino termina y pone fin al sin sentido de vivir, sin saber que pasar por ella de esta forma es como haber estado muerto todo el tiempo...

Pensamientos LibresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora