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Hoseok se había despertado nuevamente con un muy mal humor. Hacía unas semanas, Taehyung se había ido del cuarto y ahora dormía con Jimin en el de invitados. No había vuelto a tocarle, al menos no como él quisiera.

Taehyung le mantenía alejado, le gruñía e inclusive golpeaba para que no le tocara, pero él seguía intentándolo.

Necesitaba hacerlo.

Su piel era tan suave y adictiva, al igual que su olor. Amaba la forma en que sus mejillas se coloreaban de carmín cuando apenas le rozaba, así como su ceño fruncido y labios abultados.

Era tan adorable.

Adorablemente peligroso.

Tenía un humor de mierda, sí. Era un gruñón, también.

Pero era suyo, y eso le encantaba.

No podía mantener sus manos quietas, necesitaba desesperadamente tomarlo en brazos y apretujar sus tentadores glúteos.

Necesitaba escucharle decir su nombre entre jadeos y sentirle su cuerpo, debajo de él.

Sus labios.

Se veían tan esponjosos y suaves, que cada vez eran más irresistibles. La hermosa forma acorazonada le estaba volviendo loco, más que cuando le vio por primera vez.

Sacudió la cabeza e ingresó a la casa, sintiendo sus piernas flaquear por un segundo. Sus ojos se volvieron completamente dorados y todo mal humor y cansancio se fue lentamente a la mierda.

Menta dulce.

Toda la casa ahora olía a menta dulce.

Lo supo al instante, su pareja había entrado en celo y mierda que le estaba enloqueciendo.

Subió las escaleras con rapidez pisando con demasiada fuerza y siendo retenido por sus hermanos.

‒Mierda, Hoseok. ‒se quejó el menor de los tres.‒ Ustedes van a matarme. ‒gruñó, aun empujando al moreno lejos del cuarto donde ambos omegas estaban sentados en la gran cama, esperando su llegada.

Taehyung no tenía una expresión amigable, en absoluto. Su ceño estaba fruncido y los labios formaban una línea recta. Ambas mejillas estaban rosadas y ardiendo al igual que todo su cuerpo.

Sentía su miembro despertarse lenta o no tan lentamente, mientras escuchaba el ruido en el pasillo.

‒Taehyung... ‒gruñó el moreno, ejerciendo aún más fuerza en alejar a sus hermanos.

Ambos alfas fueron empujados con demasiada fuerza, golpeando cada uno una pared del pasillo. Corrió hasta la puerta, abriéndola de par en par, antes de caerse de espalda, con un fuerte dolor en la frente.

Ni bien la puerta se abrió, Taehyung arrojó su despertador con tan buena puntería, que aterrizó en la frente del moreno y con tanta fuerza que le hizo caer hacía atrás.

‒Idiota. ‒se quejó, viéndose muy adorable ante los ojos del moreno.

Namjoon contuvo la risa, mientras Jungkook observaba a Jimin. Él gruñó, tomándose la zona afectada con su diestra y el despertador con la zurda, levantándose y caminando hacia el bulto que era su pareja.

Dejó el despertador en la mesita, gruñó grave y en un rápido movimiento saltó a la cama sobre Taehyung, éste ultimo con su cuerpo ardiendo, jadeante, mejillas rosas y labios rojos.

El peligris relamió sus labios, observando los dorados ojos de su moreno, antes de empujarle de la cama y cubrirse hasta la cabeza con las sábanas.

Mi Omega II: Mi Enojón Omega ||HopeV||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora