[TAWOG] Extraño Sentir ~ Mr. Small x Larry

III

Solo dejaré esto y huiré a la interperie(?

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Mientras tanto en la escuela Elmore, el lugar se veía más desértico que de costumbre, al parecer el Director Brown había anunciado que todos los alumnos y maestros se tomasen el día libre, algo que pasó, literalmente como por arte de magia, pero nadie se quejaba, después de todo, nadie le decía no a un buen día de descanso, talvez no merecido, pero ahí estaba...

En una pequeña oficina, se escuchaban los suspiros de un ilusionado Mr. Small, y los leves golpeteos de un aburrido Mr. Corneille

—entonces...¿Me estás diciendo que la persona que te propuso matrimonio dijo que era un error?— Small solo pudo asentir a eso dejando caer su cabeza en el escritorio

—pffff, no me sorprende—dijo el sapo, apoyándose sobre la silla en la que estaba, haciéndolo ver cómo un vago, más de lo que ya era.

—mira, no digo que no seas atractivo o algo por el estilo, pero, asumo que esa nena no se dio cuenta de lo que perdió— se cruzó de brazos para murmurar un "—aunque no creo que se esté perdiendo de mucho—" y Small solo volvió a responder de la misma manera, oh, Moonchild pensaba que era una "nena", pobre iluso...

—Demonios, ese rechazo si te pegó fuerte...—

—O tal vez tu estás haciendo mal tu trabajo de animarme— el hippie agregó con un tono triste, mientras se despegaba del escritorio

—No me culpes, tu eres el orientador escolar, se supone que eres inmune a estas cosas— levantó los hombros, al mismo tiempo, su cuerpo inconscientemente se desplazaba hacia el escritorio.

—Mientras que yo solo soy un pobre maestro de geografia, con algunas horas de penitenciaria por cumplir— diciendo lo último casi en susurro, era algo casi desconocido dentro de la escuela, así que debía cuidar lo que decia sobre su vida laboral

—¿Qué tú no estabas coqueteando con la enfermera?— era chistoso porque el rostro del hombre sapo si daba a entender que lo estaba

—bueno, es...es complicado, Joan es complicada, y la verdad es que— titubeó mirando a los alrededores mientras jugaba con sus manitas, hasta ese punto ya se encontraba junto a Steve, pero sobre el escritorio

—la ví irse con una tipa en frente de mis ojos, te lo juro, fue tan repentino, actuó tan de la nada, ah, esto deja mi corazón en luto, nisiquiera se que pudo salir mal— se cubrió el rostro bastante avergonzado, no podía creer que sus encantos, ni su fuerza de corazón y espíritu hayan encantado a la señorita con forma de bandita.

—es que simplemente no lo puedo entender, Joan y yo somos como almas gemelas...— pudo ver cómo pequeñas lágrimas pixeladas resbalaban de los ojos del hombre sapo, casi sumido en depresión y de manera tan repentina, lo último que Steve podía tolerar era el llanto de un hombre devastado, entonces se le vinieron a la cabeza lo que pasó hace en el centro comercial, se acordó del compromiso erróneo, se acordó de lo horrible que era el rechazo...