"Cuando amas a alguien de verdad, ya sabes... cuando lo haces con todas tus ganas, no importa que les pase, que te haga o que le hagas, el sentimiento estará, y crecerá, por que cada latido de tu corazón le corresponde, cada pensamiento puro y dulce, pase lo que pase, siempre le amarás."
–¡Me dijeron que no has querido comer!— Dijo Taehyung llegando a la habitación de Jungkook, su mejor amigo.
El recién nombrado levantó la vista, dejando ver sus pequeños labios resecos, sus mejillas regordetas coloridas por un rosa carmesí. Sus grandes ojos lo miraban con sorpresa, llenos de lágrimas mientras corría hacia su amigo.
¿Qué sería de Jungkook sin Taehyung?
Tae lo abrazó fuertemente, mientras acariciaba con la palma de su mano el suave pero desordenado cabello negro del pequeño.
–¡Ellos me mintieron, Tae!, ¡Nunca se amaron!, ¡todo fue una farsa!—gritó mientras sus mejillas se llenaban cada vez más de lágrimas.
Taehyung sintió su corazón volverse pequeño, mientras comenzaba a limpiar sus mejillas con sus temblorosas manos.
De todas las personas que Taehyung conocía o conociera, Jungkook era la última a la que le desearía algo malo.
–Kookie... tienes que entenderlos, ellos de verdad hicieron todo su esfuerzo por mantenerse juntos.—Comentó tratando de ayudar. Y era cierto, los padres de jungkook habían pasado los últimos 2 años tratando de arreglar sus diferencias. Iban a terapia los sábados, salían a cenar, o de viaje, pero faltaba algo en su relación: Amor verdadero.
Jungkook levantó la mirada, encontrándose con los ojos cafés obscuros del castaño, que lo miraba atentamente, mientras sus ojos brillaban. Kook no sabía lo que sus sentimientos significaban realmente, y menos a la edad de 8 años, pero lo que si sabía era que quería a Taehyung a su lado, por el resto de su vida, aún y cuando fuera mucho tiempo, cada segundo con el lo valía, siempre lo hacía sentir como la persona más preciada y hermosa.
Se conocieron cuando tenían 6 años, en una comida de negocios de sus padres. Jungkook lloraba por que su carrito se había roto, su madre desesperada, lo llevó afuera del restaurante para poder tranquilizarlo sin que alertara a los demás empresarios.
De pronto llegó aquel castaño de la misma edad, mientras daba pequeños saltitos. Sus largas pestañas subían al mismo tiempo que sus orbes comenzaban a expandirse.
Ese día, le regaló un coche de juguete de colección que su padre le había recién regalado.
"Prefiero perder algo material a ver a un niño bonito como tú llorando" dijo aquel día mientras la madre de Jungkook sonreía agradecida.
Desde ese día, Taehyung y el nunca se separaron. Comenzaron a ir a la misma primaria juntos, a las mismas salidas, tareas o proyectos.
Eran Taehyung y Jungkook contra el mundo. Y de algo Jungkook estaba seguro, era lo que más anhelaba en el mundo.
El peli-negro tomó las suaves manos del castaño, mientras las tomaba fuertemente.–¿Me prometes que siempre estarás a mi lado?—Pidió mientras inconscientemente hacia un puchero.
Taehyung sonrió ampliamente, mientras sus ojos tenían ese brillo que solo el peli-negro causaba en el. Sus mejillas se sonrojaron. Miró directo a los oscuros ojos de Jungkook, y aceptó.–Yo, Kim Taehyung, prometo jamás abandonar a Jeon Jungkook. Aunque mi vida dependa de eso, siempre estaré para ti.
Jungkook soltó sus manos y abrazó de nuevo al castaño, pero esta vez más fuerte, apoyando su pequeña barbilla en el hombro de Taehyung.–Yo, Jeon Jungkook, prometo jamás abandonar a Kim Taehyung. Aunque mi vida dependa de eso, siempre estaré para ti.—Dijo entre sollozos mientras el castaño pasaba su pequeña mano por su espalda, en señal de apoyo.Cuando tenían 12 años, Taehyung se acercó corriendo hacia Jungkook, que se encontraba jugando con sus muñecos muy entretenido.
–¡Kookie!—gritó sentándose junto a él.
El peli-negro levantó la mirada sonriendo.–Tae, ¿qué pasa?, ¿por qué el grito?
–¡Te compré una libreta mágica!—comentó emocionado, extendiéndo una pequeña libreta color azul rey a su dirección.
–¿Mágica?—preguntó confundido. ¿La magia existía?
–¡Si!, anotas lo que más quieras y si lo pides con todas tus ganas, ¡se cumplirá!—Respondió mientras sus ojitos irradiaban felicidad.
Jungkook sonrió emocionado tomando la libreta. La abrió, mirando las blancas páginas, teniendo ya una idea de lo primero que iba a poner.–¡Espera un momento!—dijo entrando a su casa. Tomó una pluma negra, y regresó hacia el castaño. Tomó de nuevo la libreta y anotó en la primera hoja:
Mi primer deseo es que Kim Taehyung nunca se vaya de mi vida.–¿¡Qué anotaste!?—Preguntó Taehyung emocionado tratando de ver, pero Jungkook lo apartó con su mano izquierda mientras que con la otra escondía la libreta.
–¡No-oh, es un deseo y los deseos son secretos!—Gritó Jungkook mientras comenzaba a correr y un intrigado Taehyung lo comenzaba a perseguir.

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strawberries & cigarrettes - TaeKook
FanfictionJungkook siempre recordó a su primer amor. Lo descubrió sin darse cuenta, a una edad donde no sabes lo que es, y cuando te das cuenta, ya ha sido demasiado tarde. Obligado a dejarlo ir, lucha por años por el puesto que su padre desea que obtenga en...