El Cholo.

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Una noche, después de un turno de diecisiete horas, Juanín llamó por teléfono a Tulio.

*con voz toda hecha mierda*

- Tulio, ya terminé de limpiar los baños, de darle de comer al celador, de planchar tus calcetines y de limpiar tus zapatos con la lengua ¿Ya me has depositado? Hoy es quincena.

- ¡Juanín! No molestes ¡estoy muy ocupado!

Y colgó tan culero como siempre es.

Juanín prosiguió entonces a dirigirse a su cajero automático favorito, ubicado en un callejón oscuro de la zona más pobre del guetto de chile, que estaba también en un distrito donde te robaban los calcetines sin quitarte los zapatos.

Juanín cobró su salario de 20 pesos mexicanos (no me sé la moneda de Chile, sorry) y se dirigió fuera del callejón. Pero entonces una voz chola gritó "Vaya, vaya, tacubaya, si no sabe mejor no vaya"

Y Juanín entró en pánico, comenzó a correr y correr mientras la voz lo seguía "Me sorprende que siendo araña caiga en la maraña y no se sepa la maña"

Juanín no entendía un carajo de esos dialectos, pero alguien que hace rimas tan pendejas solo puede significar PE LI GRO.

Giró para observar tras de sí y al volver la vista al frente se topó con un sujeto un poco más alto que él, que usaba máscara de Juanín.

Inmediatamente Juanín pensó "Diablos, debí compartir el #nadiemás" Pero mientras cerraba los ojos y sacaba la quincena del bolsillo escuchó como el juanín se agarraba a putazos con el cholo.

Juanín entonces aprovechó para correr hasta su casita donde comió un pan para el susto.

Enamorado del Chaneke Chamán. (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora