Esclavitud.

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Apenas llegó Juanín a su casa tomó sus cosas y volvió al estudio otra vez, y comenzó a hacer las cosas que un productor hace, y mejor dicho, las cosas que todos los empleados deben hacer pero que solo él hace.

Preparó comida para el carrito de comida, limpió las cámaras, encendió las luces, despertó al celador, llamó a todos para despertarlos, hizo el libreto de los reportajes, mató a los ratones, destapó el baño, fue a recoger a Bodoque del hipódromo, recogió a Tulio del prostíbulo, a Mario Hugo de su cabaña en el bosque donde hacía rituales a Patana, A Policarpio de la peluquería...

Cuando al fin terminó se fue a el baño para dormir dos minutos y continuar con sus labores, pero al entrar al baño vio un mensaje tallado en la puerta "No seas esclavo, valórate, tqm" y otro que decía "Te odio Alejandra de 2° D" y otro que decía "Puto el que lo lea, puto el que lo escribió"

El mensaje golpeó con tal dureza a Juanín que decidió que tomaría una siesta de una hora.

Pero el títere no puso la alarma, así que terminó durmiendo ocho horas en el piso del baño junto al retrete.

Mientras dormía transmitieron el noticiero, cenaron y todos se fueron a su casa, pero, se supone que él era el Uber de 31 minutos, así que discutieron un rato para saber donde estaba el estúpido.

— Debe estar limpiando mi casa, así que váyanse como puedan – dijo Tulio.

— No, yo le voy a llamar porque yo no sé dónde vivo. – dijo Mario Hugo.

— No, yo lo buscaré porque ya no tengo casa, la perdí, y necesito que me deje dormir en su casa – Bodoque exclamó.

Y siguieron discutiendo entre todos hasta que un tramboya se ofreció de taxi.

Para cuando despertó Juanín ya estaba todo el estudio a solas y cerrado, se preguntó si el celador ya habría cenado pero decidió que valía kk y mejor se fue a dormir al camerino de Tulio, que contaba con una cama llena de artículos sognare, como la almohada que se ajusta perfectamente, la colcha, el cubre cama, el colchón, la almohada para pies, la almohada para piernas, para trasero, el cubre ojos ligero, etcétera, etcétera.

Y así Juanín descubrió que Sognare era patrañas, esas madres no servían para nada.

Enamorado del Chaneke Chamán. (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora