Cuando te vayas... 👣

Demasiado tarde?

Y ahora aquí me tenéis, en un lugar frío y oscuro, abrazando mis piernas y mirando el cielo por una pequeña ventana, mientras veo la lluvia caer y escucho cada gota retumbar contra el cristal, en un susurro que dice, "tarde, demasiado tarde"...  Y sigo mirando y atormentándome sin comprender porque, por que me pasó a mi, por que si yo era la persona menos indicada...

Escondo mi cabeza entre las piernas en un vano intento en desaparecer de este mundo, pero lo único que noto es el vacío que ha dejado... Poco a poco voy recordando lo que siempre me dije a mi misma.. "El celebro es el dueño de nuestro corazón", "Todo tiene su tiempo, hoy no es el día", "Nada es para siempre,  incluso la vida, necesita a la muerte para vivir"...  Y son como pequeños flashes de momentos vividos y frases vacías que me golpean...  Me duele el pecho... Tanto tiempo ha pasado?... Me abrazo mas fuerte y noto mi mejilla mojada...Me miro al espejo y veo a una chica devolverme la mirada con una cara demacrada, mirándome con odio... que es eso? Lagrimas? No quiero seguir mirándola y aparto la vista... Porque? POR QUE? Solo quierogritar... Me pongo mis deportivas y salgo corriendo de casa, hasta llegar a mi sitio, ese donde me sentía tan segura hace un tiempo, donde lo conocí y donde ahora me siento tan incomoda... Me abruma tanto la situación que solo me siento y lloro, pero no como una damisela, sino con hipos y dolor, esos gritos desgarradores que sacaba de mi me dolían en la garganta, me quemaban, solo quería que todo se acabara, que todo hubiera sido un sueño y despertar, pero no... Ya no puedo mas, ya no mas por favor, necesito que este dolor desaparezca...

Y cuando veo que vuelve a amanecer y tengo la ropa empapada, me dispongo a volver a casa y en ese momento siento a alguien correr y con la respiración agitada detrás de mi, gritando mi nombre, no me giro y sigo caminando mientras las lagrimas vuelven a resbalar por mis mejillas...

Una vez en casa me encierro en mi habitación y lloro una y otra vez, día tras día, hasta que mi amiga se entera y me obliga a avanzar, me despereza y no se como, pero ahora estoy en la puerta de un edificio subiendo el ascensor a la novena planta...

Salgo del ascensor y me encuentro con un ambiente bastante cálido y discreto, con un decorado minimalista y tonos madera, blancos y beis. Miro a mi derecha y una mujer de mediana edad me está esperando, mirándome con ojos cálidos y esperando a que me identifique.

     - Ann Scoot – respondo con una mirada vacía.

    - Un momento por favor – la señora no pierde la sonrisa y tiene una mirada cálida – en seguida la atiende la Doctora Williams, tome asiento por favor.

Camino lentamente hacia unos sofás tapizados en piel beis, me siento y empiezo a relajarme, me pongo a pensar como he podido acabar aquí,en que momento he aceptado venir?, entonces recuerdo el grito que pegó mi amiga al verme con dos cubos de helado en mi cuarto con las persianas bajadas, viendo una deprimente película y tapada con una manta...  Entonces lo entiendo, después de la discusión que tuvimos me obligó a venir y tampoco tenía fuerzas para negarme, tal vez en mi subconsciente sé que es algo que necesito, expulso aire a modo de suspiro y empiezo a pensar en como empezó todo, entonces se abre la puerta y una mujer de unos treina y pocos años, con unos louboutin negros, faldade tubo negra y una blusa blanca puesta por dentro sale a recibirme, es rubia, con el pelo largo en tirabuzones, sus ojos azules tapados con unas gafas de ver y una sonrisa perfecta, es muy atractiva.

   - Señorita Scoot, la estaba esperando, pase – tiene la voz firme y relajada.

   - Sí – me levanto elegantemente y me despido de la señora de mirada cálida.

Cuando entro en su despacho noto que los colores de la decoración son igual que los de la sala de espera, miro a mi alrededor y veo un gran escritorio apartado con un ordenador y hojas repartidas ordenadas correctamente, en el fondo hay una librería que le aporta un estilo sereno e intelectual, al otro lado, con un espacio mas abierto y minimalista, están los sofás, uno individual y una chaise longue, pero lo que mas me llama la atención de ese lugar es una cristalera que ocupa toda la pared y de donde se puede ver toda la ciudad. 

Me acerco a ella y siento que no es la primera vez que alguien ha tenido ese impulso, miro a mi alrededor y todo parece tan lejos desde aquí arriba... La gente es tan pequeña y noto una pequeña punzada de alivio..