Capítulo 4 | Joshua

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El cadáver de Chris sigue en el piso y Ashley estaba pasando por una transición de tristeza a rabia por estar compartiendo la habitación con la asesina de su novio. Emily tomó distancia lentamente para tomar el revólver pero Sam, quien se percató, tomó de su muñeca y la apretó con fuerza —Que ni se te ocurra ¿¡Solo querés volver esto más traumante de lo qué ya es!? Ahora escúchame bien; Chris, nuestro amigo al cual mataste por tu cobardía egoísta, se fue sin sentido.—dijo la rubia apretando los dientes y en un bajo tono.

—¿Qué me estás contando?—preguntó en llanto mientras intentaba zafarse del apretón. —Las mordidas Em, no tienen tal efecto... No son infecciosas. Chris murió, es decir, lo mataste y por nada.— habiéndola informado y dejándole un sentimiento de culpa, Sam la libera y esta abraza a Ashley para contenerla antes de que la cosa siga empeorando y desde este punto nadie hablo o emitió sonido alguno; estaban en una clase de luto.

—Mejor voy a buscar esa llave de una vez.
—dijo Mike en medio del clímax y Sam de inmediato se ofreció para ir en su compañía, los dos sabían que era un suicidio pero no habían muchas alternativas. La chica voltea como si se olvidara algo y se acerca a paso lento al revólver, arma la cual Mike notó que tenía los ojos de Ash encima y éste ya no podía razonar, no hay derrame de sangre que a esta altura le sorprenda. Los chicos se fueron dejando a las fieras solas y no tuvieron mucha suerte: las minas parecían más oscuras, los tenebrosos wendigos tenían aspecto más hostil y rasgos de una vejez siniestra a comparación de los otros que atacaron al hombre del lanzallamas. Michael queda herido por un descuido y pierde el arma, Sam quien sacó agallas desde su profundo odio y temor, enterró con fuerza una tubería en uno de los ojos lechosos de la criatura la cual gritó de dolor, lo que le dió la oportunidad a Mike de zafarse. Los dos corrieron aprovechando la oportunidad y caen por un paso en falso en un lugar que los deja aterrados y confundidos; ven numerosas jaulas con wendigos dentro intentando escapar y a lo lejos se observaba una silueta, una silueta humana. —Mierda.—exclamó Samantha, pues el monstruo los estaba alcanzando así que corrieron hasta el individuó que resultó ser Josh, quien estaba herido y teniendo trato con las atrapadas criaturas.

—¡DEJENME EN PAZ! ¿¡POR QUÉ ME HACEN ESTO!? YO NO QUERÍA QUE MURIERAN ¡LO JURO!

—¡¡Mike ahora!!—gritó al mismo tiempo que tumbó a Josh.

Solo se necesitó un disparo a uno de los tantos barriles que había en el lugar para envolver en fuego a los desgraciados que los acechaban. Los tres en el piso veían como las almas eran liberadas y Josh quien seguía alucinando recibe una sacudida de Sam. Una vez que recuperaron el aire los tres tomaron rumbo en busca de una salida hasta que se toparon con una entrada de luz, era necesario trepar, pero no sería sencillo para los chicos; Josh con suerte mantenía el paso sin padecer un ataque nervioso y a Mike simplemente no se le da bien escalar.

—Yo puedo trepar por aquí, ustedes vuelvan por donde vinimos.—propusó la chica.

—Esta bien, cuídate.—le dijo Mike, pero Josh quedó ahí y Sam lo observaba sintiendo pena, estaba en un estado muy deplorable y sus ojos grandes de miedo solo lo hacían ver más como la persona que en realidad es: un chico dolido quien delira a causa de interminable angustia, fruto de lo que sus queridos amigos le hicieron. Todos entienden que sobrepasó los límites, pero Sam lograba sentir empatía porque después de todo sabe, que, de alguna manera fue la broma lo que le arrebató a dos de sus seres más queridos y provocó este quiebre en su uso de razón.
—Tu también cuídate ¿si Josh?—dijo acortando la distancia entre ellos para pasar sus dedos lentamente por la mejilla y besarlo delicadamente en los labios intentando calmarlo y transmitirle un poco de realidad. Sam con ese beso procuró decirle algo como "vamos a salir de esto, pronto llegará a su fin" y al mismo tiempo lo hizo porque no sabría si lo volvería a ver, así que creyó este el momento adecuado para dar una pequeña demostración de lo que en verdad siempre sintió por Joshua. Al parecer no solo Ashley y Chris necesitaban un evento traumático que los lanze a los brazos del otro.

—Vamonos maldito desquiciado.—avisó Michael y ahora Josh lo siguió más despabilado. Por el fuego que causaron en su defensa no podían volver, pero a un lado vieron una puerta de madera y quizá era mejor quemarse un poco en lugar de ver lo que había del otro lado; una vez abierta la puerta desde el interior se virtió agua a montones y entre eso había una cabeza con la piel devorada, también ahí estaba la cabeza de Jessica. —Es... Esa es Jess...—dijo el novio de la difunta chica con la piel helada y quedando atónito, Josh empezó a gritar de nuevo aclamando que el no quería matar a nadie, que no era su intención y que no debía pasar a ser más que una broma, por este exabrupto su amigo se ve obligado a golpearlo no tan fuerte para traerlo de vuelta, así que avanzaron un poco en silencio hasta que Mike le declara al ex psicópata que no fue su culpa después de todo; si bien el los trajo a la montaña para jugar con su miedo, no fue el quien creó a los wendigos. También era necesidad decirlo porque desde el año pasado viene cargando con la culpa de haber sido partícipe de un destino tan despiadado, pues siempre quiso expresar su arrepentimiento pero nunca le salieron las palabras; no podía ver a ver a su amigo sin sentirse ahogado en culpa. Josh como es de esperar, no responde, solo gesticula de manera algo tenebrosa mientras sigue siendo aturdido por el desorden que tiene en su cabeza. Como sea, ahora debían cruzar el agua así que no había más alternativa que sumergirse y mierda... Si que está fría. Michael alumbraba el camino sin prestar mucha atención pero quien lo acompañaba creyó haber visto un movimiento en el agua y está en lo correcto; Mike sintió como si alguien lo agarrara y así fue, para desdicha de ellos era un wendigo el cual lo hundió y Josh no sabía qué hacer. De inmediato la criatura vuelve a salir a la superficie.
—¡¡No eres real!! ¡¡No lo eres!!—gritó lleno de miedo procurando negar la realidad en la que estaba, pero esto no era un delirio
—¡¡HANNA!!—gritó y por más descabellado que sonara, la ocurrencia avalaba un hecho. Josh se percató del tatuaje de mariposa que se hizo hace años y  su hermana en esta siniestra versión parece reconocerlo y no lo ejecuta, en cambio se lo lleva y Mike observa escondido desde atrás de una roca. Después de todo las criaturas aún conservan rasgos humanos.

Veinte minutos más tarde Sam y Michael se encontraron en el refugio y la chica al no ver a Josh dio por sentado los hechos, escondió su tristeza y se adentraron en la cabaña para buscar a las chicas e irse en el teleférico de una vez, pero no sería tan sencillo como sonaba. Aún faltaba el último toque de la pedadilla.

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⏰ Última actualización: May 18, 2020 ⏰

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¿Hasta el amanecer? | Until DawnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora