Precuela: Los Designios de la Guía

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Hyrule, 6 meses antes del despertar del héroe...

Narra Olesia:

—¡Agáchate! -le ordeno a mi compañero y disparo directo hacia el guardián-

Corro directo hacia éste mientras está aturdido por el disparo y le doy el golpe final en el ojo con mi arma. El guardián cae rendido y el pequeño grupo de soldados festeja la victoria. Me bajo del artefacto y guardo tanto mi espada como mi arco.

—¡Olesia eres increíble! -mi compañero, Fado, me elogia con emoción-

—No es para tanto -niego con la cabeza y miro hacia los jóvenes que eran atacados por el guardián hace unos momentos- ya están a salvo, saben que no deben de venir a la llanura de Hyrule. Es peligroso sin compañía de alguien que sepa enfrentarse a los guardianes.

—Muchas gracias... Capitana Olesia -la joven mayor me agradece- y discúlpenos, es solo que mi hermano quería seguir a esa rana escurridiza y terminó cruzando el puente que conduce a la llanura-

—Perdone Capitana Olesia -el niño me mira bastante apenado- no lo volveré a hacer

—Eso espero -le sonrio cálidamente- no ha pasado mucho desde la última luna carmesí, así que deben esperar a que nos deshagamos del peligro en áreas con civilización. Vuelvan a casa.

—Claro, muchas gracias -la joven me agradece una vez más y ambos se retiran del lugar-

—Uff, estoy agotado -Fado se queja adolorido y bufo-

—¡Ni siquiera hiciste algo! -me quejo- solo me estorbaste

—¡Oye! -me reprocha- estaba intentando protegerte, deberías darme las gracias -eso me hace reír-

—Ya sabes que no necesito protección, soy la más entrenada de todos ustedes.

—Tiene razón Fado, es la única que puede derrotar a los guardianes sin un rasguño -el segundo al mando del escuadrón habla- no tiene sentido quererte hacer el héroe -en eso el resto del escuadrón ríe en burla, provocando que Fado enrojezca de vergüenza y se queje con ellos-

—¡Oigan, basta! -Fado pelea con ellos y se distraen entre risas y burlas-

—¿Y tú qué piensas de Fado? -el segundo al mando me pregunta colocándose a mi lado con una sonrisa curiosa y río-

—Que es muy joven para mí, es como un hermano menor -respondo viendo al escuadrón pelear- a veces pienso que un joven como él no debería estar en esta clase de batallas, es apenas un niño...

—Tiene 14 años, en algún momento debía prepararse para la batalla -me responde el segundo al mando-

—Es horrible pensar que los jóvenes aquí no tienen opción... y todo por esa maldita calamidad -miro hacia el Castillo de Hyrule detrás de nosotros- bien... vamos a descansar. ¡Soldados! -llamo la atención del escuadrón y todos detienen su pelea- al Rancho del Bosque. ¡En marcha!

—¡Sí! -responden al unísono y emprendemos camino hacia el Rancho del Bosque-

Ya que estamos en el Parque Forestal pasamos por el Puente de Helm que nos lleva directo al Rancho del Bosque. Al llegar, el escuadrón decide festejar la pequeña victoria en la llanura y preparan algunos platillos. Yo por mientras, me mantengo alejada y recargada en la barda que rodea el área de almuerzo en el rancho observando a mi grupo.

Sonrío al verlos festejar. Fado me mira y sonríe, mientras me hace un ademán con su cabeza de que me acerque con ellos a festejar. Río y niego con la cabeza, indicándole que siga disfrutando la compañía de sus amigos. Él asiente y vuelve a la conversación con ellos.

¿Las Almas Destinadas son para Siempre? (Link Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora