Yaritzin no estaba prestando atención a la clase, estaba perdida entre sus recuerdos de esa misma mañana; había sido muy sorprendente para ella, puesto que Keisuke, la persona a quien más admira; paso todo aquello junto a él; ya habían pasado varias horas desde que se despidió de él, pero ¿Por qué o podía dejar de pensar en él?
– ¡Ey! – le gritó Damaris – despierta, tenemos trabajo, acaba de terminar la clase, pensé que nunca me harías caso – le dijo riendo – te perdiste como nunca – dijo con un semblante burlón.
– Ah, perdona, sabes que me pierdo en mis pensamientos todo el tiempo – le respondió un poco distraída.
– Sí, y más cuando piensas en Keisuke ¡Ja! – dijo Damaris de una manera espontánea, siguiendo con su tono alegre.
– ¡Oye! – exclamó enfurruñada – espera, voy a guardar mis cosas.
– Sí, sí, sí, sí, apúrate, se hace tarde, y ya deja de pensar en Keisuke que te distrae – dijo con una sonrisa maliciosa.
– Pff, obviamente – le dijo Yaritzin un poco nerviosa, pero tratando de ocultarlo, no espera que le dijera eso, se puso como un jjitomate, muy, muy, muy roja – puesto están haciendo un nuevo álbum...¿Sabes? Encontré otras fotos de Aoi y te quería hacer un colash, además ¿Por qué no estar pensando en Keisuke?, tú sabes que me gusta mucho – se excusaba – ¡ah! – dijo con un tono bajo y rasposo – me encanta – le dijo con una gran sonrisa en el rostro y tratando de disimular su nerviosismo, hablando y hablando.
– Tienes razón, y me encantaría ese colash. Por cierto...¿Qué fue lo que pasó en la mañana? ¿Por qué llegaste junto a Keisuke?
– Ah eso, fue...que lo ví al otro lado de la carretera, de repente apareció frente a mí corriendo con una horda de fans tras él, me agarró del brazo, ya estaba corriendo en frente a su lado, tuve que perder a esas fans locas, nos metimos en una bodega de limpieza, eso creo. Me dio su autógrafo y me acompañó hasta la escuela, más bien me persigió, pareció como si estuvieramos jugando carreritas. Todo eso en terminos generales... – se cansó de hablar, y tomo aire de nuevo para seguir – que cosas de la vida ¿no? – lo dijo rápidamente y nerviosa – ah – hasta quedarse sin aire.
– ¡Es en verdad sorprendente que lo llegaras a conocer de esa manera! – empezó a agitar sus puños hacia arriba y hacia abajo. – Ahora sí puedes morir en paz. Ja ja – bromeaba.
– ¡Oye! – dijo un poco sobresaltada, pero se le pasó brevemente – bueno, en realidad sí, es lo que yo siempre decía jeje – le dijo recordando cuando estaban en la escuela preparatoria, decía que hasta no conocer a Keisuke podría descansar en paz.
– Ja, ja, ja, ¿ves? Bueno no – Damaris bromeaba muy alegre.
– Aunque ocurrió algo, ¿extraño? No sé, fue muy vergonzoso. Me abrazó, y no puedo creer que lo haya hecho – dijo mirándola con una exaltación nerviosa y confundida, después volteó a ver al piso mientras guardaba sus cosas escolares – no estoy segura en qué pensar, es un completo desconocido, y tú sabrás bien que no confio fácilmente en la gente...no sé qué pensar realmente – dijo con una cara muy seria y roja – es que ... ¡me gusta tanto que no quiero pensar más de él! Aunque lo que hiciera fuera un tanto extraño.
– Bueno, sí, tienes razón – le respondió Damaris seriamente – "...¿O no será por aquella vez?" pensó instantáneamente – ¿Recuerdas cuando llegamos de México y defendiste a esa persona que estaba atrapado entre muchas personas que estaban gritando como locas?
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Entre 2 Mundos
RomanceUna historia que combina a dos mundos, el mundo de los famosos con el mundo de los estudiantes. Keisuke Takenori, un cantante muy conocido de la ciudad donde reside, y, Yaritzin Latzin, una estudiante universitaria que reside en la misma ciudad. ...