Entre 2 Mundos

I. La persecución

Un día como cualquier otro, Yaritzin Latzin iba caminando hacia su escuela, cuando se arrepintió volteó hacia el otro lado de la carretera, y se dio cuenta de que, en la acera contraria, se convirtió en un joven muy similar a su artículo favorito, la distrajo de su camino ...

"Que bien se ve" pensó Yaritzin al ver a aquella persona "pero ... espera un momento, estoy en Tokio ... en verdad puede ser él ¿no?" pensaba analizando la situación "aquí todos son lacios jeje, bueno no" bromeaba con la misma decisión.

...

Yaritzin Latzin es un estudiante de intercambio con nacionalidad mexicana; desde muy pequeña había querido viajar a Japón, y al entrar a la universidad lo había cambiado, con ayuda de la Embajada de Japón en México.

Cuando estaba en la secundaria conoció a una banda llamada "Gone Blast Night", la cual terminó por encantarle, que hasta la actualidad sigue escuchando.

El integrante de la banda que canta gutural, voz limpia y toca el sintetizador, es llamado "Keisuke Takenori", es un joven de cabello rizado y negro, es muy alto (una comparación de los compañeros, familiares y amigos con los que ha convivido esta chica), él mide 1,94 m, su diferencia es de 24 cm; tiene la piel blanca y todo el tiempo viste de negro.

De entre todos los años que escucho a este grupo, Yaritzin terminó por quedar fascinado por dicho tecladista, se convirtió en su artista favorito, y ahora lo admira demasiado.

Esta banda obviamente de origen japonés, sin salía de gira, al menos no muy lejos de Japón; Lo más lejos que llegaron a salir antes de que Yaritzin llegue a Japón, fue a Corea del Sur; Yaritzin terminó la preparatoria y no llegaron a ir a México.

Entonces para cumplir su sueño de ir a Japón, y de paso ver a Gone Blast Night, si es que la escuela se lo permitía; Yaritzin hizo examen a la Embajada Japonesa y lo pasó, estaba muy emocionada, en serio quería ir a Japón, y además ver un concierto de Gone Blast Night, ahora sólo tiene que esperar a que anuncien alguno...

Ahora, Yaritzin lleva un mes yendo a la universidad en Japón, al igual que viviendo ahí, se hospeda en un pequeño departamento junto con una amiga suya llamada Damaris, la cual también es de México, de su misma preparatoria, más exactamente de su misma generación, su compañera de clase por dos años, aunque la conoció un año antes, al inicio del bachillerato.

...

Para comprobar si era Keisuke realmente, volvió a voltear al otro lado de la carretera, y observándolo bien pensó "Sí...¡Lo es!" y dándose cuenta,  sus ojos brillaron como dos grandes estrellas luminosas; mientras ella lo veía, mientras lo observaba emocionada, él volteó, cruzaron sus miradas, y lo único que se le ocurrió hacer a Yaritzin, fue bajar la vista, tenía muchos nervios "Ya que está aquí...¿Por qué no le pido su autógrafo?" pensó con la vista baja, y cuando volvió a voltear hacia donde se encontraba Keisuke, él ya había desaparecido "¡Rayos! ¿A dónde fue?" pensó al no verlo en donde estaba – ah – suspiró.

En un abrir y cerrar de ojos, se encontraba corriendo hacia ella, en la misma acera, con una horda de fans corriendo tras él "¡¿Qué?! ¡¿Cómo? ¡Hace un instante estaba al otro lado de la carretera!" pensó espantada al ver que la iban a aplastar, trató de hacerse a un lado para que pudieran pasar sin chocar con ella; Yaritzin pensó que había perdido su oportunidad de pedirle su autógrafo. "Pero, ¿qué?" pensó Yaritzin cuando sintió que Keisuke la había agarrado, al llegar al lado de Yaritzin, la jaló del brazo "¿Qué? Pero, ¿por qué? ¡¿Por qué me agarra?! Por algo me quité de en medio" pensó desconcertada; corrían, mientras Keisuke la iba jalando de la mano "¿Qué le pasa? ¿Por qué me arrastra a esto? Yo no tengo nada que ver, además se me va a hacer tarde para ir a la escuela, me pregunto si Damaris seguirá dormida, la clase, la clase, la clase, tengo que despistarlas, sino...me regresarán a México" después de que Yaritzin pensó en todo eso, se soltó bruscamente de cómo la estaba agarrando Keisuke, y ahora ella lo jaló a él, de la mano; hacia unos callejones que se encontraban por ahí, parecían laberintos; pasar rápido por esos callejones, era como cuando hay mucha gente, quieres pasar rápido y empiezas a esquivar a todas las personas; después subieron por unas escaleras para incendios de un edificio que estaba por ahí, ya habían perdido a las chicas, pero no se había dado cuenta, y se metieron en una bodega de limpieza que estaba en la azotea de aquel edificio, por fortuna no había nadie en ese momento.