Hilo del destino

Capítulo único

No todas las personas nacen con habilidades, y no hablo de poderes sobrenaturales como en la gran mayoría de paises, hablo de un sexto sentido, unos pueden ver fantasmas u espíritus, pero solo pocos pueden ver el hilo del destinó.

Parecería algo interesante, pero para otras personas es una maldición, puesto que estos no podrán tener a alguien destinado, o no podrán ver su propio hilo del destino, parece más una maldición que una bendición, a decir verdad. Solo imagina ver día tras días como varias familias con hijos de por medio, que están casados con personas quienes no son su destino y pensar si realmente son felices, es lo que suelo pensar cada vez que la veo pasar por la calle, es molesto y frustrante, ya que aunque trato de ignorarlo es imposible.

Me encontraba en mi oficina molesto y frustrado, tenía tanto papeleo que hacer a causa de Dazai, este siempre al terminar nuestras misiones desaparecía sin más y me dejaba hacer el reporte a mí, el muy hijo de perra no hizo ningún reporte que le habían encargado, ahora yo tenía que hacerlos por su retraso y como era de esperarse recibió un reclamo de Mori, pero a este le importo una mierda.

Me recargue en el respaldo de mi silla y suspire pesadamente, hacer el papeleo era fastidioso y más al saber que no podría irme sin terminarlo.

La puerta emitio un sonido indicando que estaba siendo abierta, me acomodé en mi silla y di el pase de entrada, quienes entraron fueron Koyo y Sakunosuke, algo dentro de mí se removió, por alguna razón siempre me dolía verle juntos y más sabiendo lo que está en sus manos, trataba de no observarles o al menos tomarle importancia a la incomoda situacion.

-Anne-san ¿ocurre algo?

-Solo vine a hacer un pequeño chequeo de tu trabajo por orden de Mori, me dijo que le informara si Dazai estaba ayudando, pero -ella miro a todos lados y suspiro- veo que no es así, bueno es de esperarse

-Aja... Se fue desde hace dos horas según el a comer, supuse que estaría con ustedes -Mire a Sakunosuke quien negó rápidamente-

-Él no ha ido a vernos, debe estar divagando por ahí

Suspire mas frustrado, realmente no me sorprende de esa momia buena para nada pero cada dia sobrepasaba mis dudas, hasta este punto pensaba que se lo estaba tomando como reto personal ya sea el hacerme enojar o matarme de un coraje, de la nada mirada rápidamente paso a sus manos y después la desvié el techo algo incomodo, no quería decir nada, pero al parecer mi rostro no tenia los mismos planes que mi cerebro ya que al parecer la incomodidad se me notaba y Anne-san lo noto pero pude notar de reojo que ella sonreía con burla.

-No pienso quitártelo, así que puedes estar tranquilo, solo vine a cumplir mi trabajo y me lo encontré por casualidad en los pasillos al parecer venía a verte asi que aproveché para que me hiciera compañía es todo, deja de estar celoso y preocupado por que algo pase entre ambos

-No estoy celoso -conteste rápidamente mientras le observaba-

-Tu cara dice otra cosa, Chuya

-Ya dije que no lo estoy, Anne-san te agradezco que vinieras a visitarme, pero como puedes notar tengo mucho trabajo, por lo tanto

-Si ya sé que me estas corriendo –se acerco a mi y acaricio mi cabeza cuando trabaja dejaba mi sombrero de lado por lo que ella pudo hacerlo, momentos después se apartó dirigiéndose a la puerta- nos vemos después, por cierto Oda, cuídalo, y espero que puedas quitarle el berrinche que tiene

Yo solo bufe y cerré mis ojos, pude escuchar un nueva risa por parte de ella, ademas como la puerta se cerraba, suspire pesadamente, abrí mis ojos de golpe al escuchar una risa que conocía muy bien, le observe fastidiado, si bien Sakunosuke podía ser serio, había momentos en los que este dejaba salir un lado muy bromista, en los momentos menos esperados y me fastidiaba de sobre manera