Prólogo

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Ambos jóvenes se encontraban entre angustiados y demasiado preocupados el pequeño Irken no podía con la ansiedad del momento.
Y lo único que podían hacer era mirar el teléfono desde hace 4 horas.

Tenían que ser fuertes por ellos y por esa parte impresionante en su vida.
El joven Membrana estaba que se moria del enojo y coraje.

- Ya pasó mucho tiempo Dib! Ese maldito no va a llamar hoy...
- Tranquilo cielo, todo estará bien... Tarde o temprano tiene que marcar...
- PERO YA FUE MUCHO!

En eso suena el teléfono el azabache lo toma sin perder tiempo.

- Bueno?
- Valla hola Dibby, cómo estás?
- Déjate de juegos y dime...
- No no no, quisiera hablar con mi Zimmy.
- Escucha!
- No escucha tu! Pásame a Zim u olvídate de él!
Sin más remedio el mayor le pasa el aparato a Zim.

- Zim habla...
- Hola mi amorcito~
- Donde está?
- Espera déjame saludarte como se debe amor.
- CALLATE Y DIME DONDE ESTÁ MI HIJO MALDITO KEEF!!!

EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora