-¿Yo?-Pregunté como tonto, como si en realidad me fuera a escuchar aquella mujer.
Nadie respondió y me dije a mi mismo que lo mejor era descansar, el viaje habia sido algo largo y necesitaba dormir un poco; tal vez todo era nada mas que alucinaciones provenientes de mi cerebro cansado.
Subí nuevamente las escaleras hasta llegar a mi habitación, traje conmigo una fotografia de aquella chica –que en realidad me habia llamado la atención- y me acosté, contemplando aquel bello rostro de miss universo.
Mis ojos se cerraron y quedé pacificamente dormido.
-Así que no dejaste la fotografía, ¿ah? La quiero en su lugar ¡Ahora!-Bufó nuevamente esa voz dentro de mi cabeza.
Pero esta vez ya no estaba en mi cabeza, la voz era de ese cuerpo de la mujer de la fotografia que había robado en el sotano. Creo que estaba soñando, o quizá no, tal vez sí era ella.
-¡Dejame en paz!-Grité mirandola cegado por la luz que producía su adorable prescencía.
-¿Que yo te deje en paz? Si tu fuiste el que empezó. En primera, ¿Que haces en mi departamento? Y en segunda, ¿Por qué tomas mis cosas?-Dijo tomando sus fotografias que yo había colocado en el buró de mi cama.
Hice mi cabello hacia atrás y coloqué mi mano en la frente, para así asegurarme de no tener algun sintoma de fiebre.
-¿Quien eres?-Dije después de un largo suspiro lleno de terror.
No me atreví a seguir mirandola, aunque su cuerpo era lo mas cercano a la perfección, temía de su prescencia.
Ella sonrió y recogió su cabello en una cola de caballo.
-Soy Jessica, pero puedes llamarme Jess.
-Ah.-conteste seco. –Ehh... Hola.-Dije alejandome de ella.
Se sentó en la orilla de mi cama y saco un espejo mientras se pasaba un labial rojo por los labios.
Yo la miré aterrado.
-¿Quien eres?-Pregunté nuevamente.
-Jessica, acabo de decirte.
-¿Puedes salir de aquí? Es mi casa y no te conozco ni tengo la intención de hacerlo.
-¿Tu casa?-Soltó una carcajada. -¡Por favor! Esta es MI casa.-Continuo recalcando su pertenecia.
Suspiré y caminé hacia el baño, mojé mi cara y la sequé con una toalla, al voltear ella estaba a mi lado.
¿Como se transportaba tan rapido sin que yo me diera cuenta?
