II

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Kay era un chico de pocas palabras, era extraño en cierto sentido, tanto que a veces creía que nos vigilaba.

Frecuentemente lo veia en las madrugadas, a las afuera de su casa, llamenme paranoíca, pero era a la misma hora que se daban mis sueños, y eso lo hacia más extraño.

-¿An?- Llamó Kamil-.

-Aqui- respondí desde mi habitación- ¿Que ocurre cariño?

Entro y se tiro en mi cama viendo hacia el techo, sabia la pregunta que haria- No es nada, bueno es solo que papá no ha llamado- dijo eso y se giro para verme yo le sonreí-.

-Tranquila- me acerque y pase mi mano por su cabeza, era un metodo para tranquilizarla- Ya lo hara, tal vez más tarde o mañana- algo dentro de mí, en el fondo sabia que no lo haría-.

.........

A eso de las tres de la tarde mi celular sonó indicando un mensaje entrante, era papá, me sorprendió un poco el que haya escrito.

"Ve a casa de los Walker, les envie algo."

Eso era todo lo que decia, ni un "Hola" ni un "adios" asi era él. Le avisé a Kamil se saldría un momento, que no le abriera a nadie.

Me dirigia hacia la casa de los Walker, acostumbraba a salir a pie, no tomaba el bus, ni nada parecido; el Señor Walker habia sido amigo de toda la vida de mis padres en especial de mamá, y aunque mamá ya no estaba él seguía en contacto con papá.

Iba pasando por una calle algo solitaria y fue cuando escuche unas pisadas de alguien más, voltee para conprobar si me seguian o no, pero no habia nadie, di varios pasos más y volvieron las pisadas, volví a ver hacia atras y nada, está vez apresure mi paso al punto que casi corría y me desvié a un callejón semi oscuro, al corto tiempo de ocultarme en aquel sitio, ví a una figura esbelta con capucha caminando algo apresurado y mascullando un bajo "mierd*" pero sin embargo audible para mí, cómo pude me situe atras de él sin hacer ruido, a pesar de la diferencia de altura le hize una llave, aplicando lo aprendido meses atras, y me sorprendí de quien se trataba.

Y con sorpresa mezclada con icredulidad dije su nombre, más para confirmarmelo a mí misma.

-Kay.

.....

-¿Qué hacias siguiendome?- le reproché molesta, llevaba minutos haciendo la misma pregunta y el se negaba a respinderme, estaba empezando a exasperarme- ¿¡Sabes qué!?- se sobresalto al escucharme- Mejor sigo mi camino, ya me arte de perder mi valioso tiempo contigo.

Camine unos cuantos pasos pero su voz me detuvo- ¿Puedo acompañarte?- me sorprendió, me sorprendió tanto y lo dude, pero me gire a verlo, a pesar de que su rostro no mostraba ninguna expresión, su mirada me transmitía algo asi como "por favor"- ¿Puedo?- insistió de nuevo-.

Me desistí- Bien, vamos- le respondí y seguí caminando, mantenia una pequeña distancia de él-.

Admitía que Kay era atractivo y a su vez misterioso, Kay fisicamente era como esos chicos con darks, su melena negra como una noche sin estrellas, tenia ojos relativamente que parecia que en ellos habia una tormenta, no sonreia, desde que lo conocí no habia visto ningún tipo de expresión en su rostro, era de tez blanca, su piel era tan palida que parecia alguien enfermo, era alto, más que Josh, y Josh media más o menos un metro con setenta y cinco, pero lo extraño en Kay no era la estatura, lo extraño en él era, el misterio y la familiaridad que emanaba de él, y esa familiaridad era lo que más me llamaba de él.

-Es aquí- me detuve en una casa de rejas rojas, el se quedo admirando la casa un rato largo- Bueno, me parece que es mejor que esperes aquí- Kay solo se limito a asentir sin mirarme-.

Toque el timbre unas dos veces, hasta que la puerta se abrió, de esta se asomo un hombre un poco bajo, algo canoso, me miro y sonrió.

-Hola querida Anke, pasa- y regreso por donde habia aparecido dandome paso para entrar a su vez- ¿Qué tal ha estado Kam y tú?

-Bien- respondí con simpleza cerrando la puerta-.

-Tú padre les envió esto- Me entrego una caja mediana, no pesaba mucho, para mi suerte, pero no comprendia porqué nunca las enviaba a casa- y este sobre- me lo tendió, lo tome y metí en uno de mis bolsillos, le dije a penas un "gracias"- ya se acerca el aniversario de tú madre.

Su voz se quebró un poco y yo solo me limite a bajar mi rostro- ¿Qué tal está Arian?- pregunte para cambiar el tema-.

-Está bien, se encuentra en su habitación- señaló, deje la caja cerca de la entrada y subí-.

Me detuve frente a su puerta, Arian tenia mi edad, las personas que nos veian juntos decian que nos pareciamos mucho, el era un poco más alto que yo, su pelo era castaño y sus ojos color avellana, como los mios, él siempre estaba a la defensiva con todos, excepto conmigo, a mí me demostraba confianza; Arian no tenia madre, según dicen que murio cuando éste nació, y la mia lo hizó cuando tenia unos trece años y Kam cinco, desde entonces habian pasado unos cinco años.

Toque su puerta- ¿Qué quieres padre?- se escuchó desde adentró-.

-Hey... Soy yo Anke.

-Pasa- su tono se relajó- ¿Qué te trae por acá?- me sonrió sin levantar la vista de un libro que ubicaba entre sus manos- por lo que intuyo no andas sola.

Me sorprendió- ¿Cómo l..?- me interrumpió-.

-Te conosco, y tambien los ví desde mi ventana- dijo en tono burlon- también ví que no quiso entrar.

-Acertaste pues, no quizo entrar pero yo tampoco se lo sugerí.

-¿De donde conoces a ese chico?- me dijo en tono serio-.

-Es un amigo- conteste tajante-.

Me miró con seriedad y luego dijo algo que me sorprendió.

-Kay no es de amigos.

.........

Hola hola hermosuras que me leen, ¿Que tal les va pareciendo? No olviden votar:3

Besosxxoscuros

KAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora