Capitulo 3

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Deje una foto del uniforme que llevaba puesto Clementine ;)

Sentí unas palmadas en mi espalda y después se escucho una campana justo en mi oído. Abrí un ojo y era una mucama. Se alejo de mi e iba a hacer justo lo que odio que hagan en las mañanas abrió las cortinas. Me enrolle en las sabanas y intente no ver la luz.

–Dejeme dormir 5 minutos mas, porfavor–supliquey ella dio una pequeña risita.

–Hoy tiene escuela señorita Hasenborn, o, ¿Ya lo ha olvidado?–pregunto con tono amable. Como rayos la mucama se sabia mi apellido y como lo pudo pronunciar bien, casi todo el mundo lo dice mal.

–No lo he olvidado y ¿Como sabe mi apellido?–pregunte a lo que ella no respondió y solo rió.

Me pare de la cama, espere a que se fuera para cambiarme de ropa. Me puse el mismo uniforme que me había medido el día anterior. Hice con mi cabello una media cola y hice un moño con un listo blanco que siempre traía amarrado en la muñeca. Tome rímel que tenia en mi bolsa de mano y lo aplique en mis pestañas, también me puse un poco de brillo labial.

Baje a la cocina, que era el único lugar a donde sabia llegar sin perderme, además del cuarto del gordo friki y mi papa. Era bastante amplia con una mesa rectangular como para cortar ingredientes. Me senté en una de las sillas que había a un lado de la mesa y espere a que alguien llegara.

Llego una mucama con la comida, me sorprendí porque  nunca la vi cocinar nada. Para que tenían una cocina si no iban a cocinar en ella.

Admire el plato por varios segundos. Era un filete con pequeñas guarniciones de papa rayada y chicharros. No espere a que se calentara y empecé a comer todo, la mucama me vio un poco raro al verme comer así. Se que  soy de las chicas que no comen mucho en las mañanas pero hoy tenia demasiada hambre.

–Tu mochila se encuentra a un lado de la puerta–dijo y después se volteo a mirar el reloj–Sera mejor que te apures, son las 7:45 y tienes que estar ahí a las 8:00 y no te preocupes por tu transporte que un chofer te esta esperando afuera. Ah y casi se me olvida, el señor Walden la recogerá en la tarde, su camioneta es negra, creo que la reconocerá.–(Walden es el socio de mi papa)

–Ok

Subí corriendo a mi cuarto, lave mis dientes y me puse mi perfume favorito, olía a vainilla, mi olor favorito. De nuevo baje las escaleras corriendo. Me tuve que detener para recuperar el aliento y después tome mi mochila que ni siquiera parecía mochila, era demasiado sofisticada para ser una mochila. Estaba repleta de logos con una L y V cruzadas (Louis Vuitton). Salí de la casa con ella y entre al coche que había enfrente.

El chofer paro y me dejo a la entrada, había muchos chicos y chicas entrando por unas escaleras anchas que daban a una puerta enorme. La escuela era muy moderna, había mas ventanas que paredes y me encantaba ese toque. 

Entre caminando difícilmente por las zapatillas de el tacón como de 5 cm, que no era mucho pero no acostumbro a estar en zapatillas. Me dirigí a la primera persona adulta que vi.

–¿Sabe donde puedo recibir mi horario de clases?

–En la dirección, que esta por este pasillo a la derecha–dijo haciendo señas con las manos.

Camine por donde el señor me dijo. Toda la gente se me quedaba viendo y susurrando cuando me veía, no me hicieron sentir muy cómoda. Algunos chicos me guiñaban el ojo y yo les respondía con una sonrisa. Las chicas me miraban con odio.

Llegue a la dirección y abrí la puerta. El director estaba sentado enfrente de un escritorio muy elegante, me acerque a el.

–Soy nueva...¿Me puede dar mis horarios?

–¿Cual es su nombre?–pregunto el.

–Clementine Hasenborn

Me entrego un papel a lo que yo tome dándole una sonrisa de gracias. Salí de la dirección sin saber a donde ir, tocaba Historia. Camine por los pasillos atascados de gente, hasta que toco el timbre y todos se empezaron a meter a sus salones. Acelere el paso para encontrar el salón mas rápido y choque contra un chico, que a el no le pareció afectarle porque ni se movió un poco y yo salí volando al piso.

–Lo siento–dije

El chico era musculoso con el cabello castaño, sus ojos eran color avellana, era muy guapo.

–Tu eres la que esta tirada en el piso, yo no–extendio la mano para ayudarme pero me levante sola a lo que el rio–No tienes que ser tan orgullosa, linda–rode los ojos.

–¿Sabes donde esta el salón de historia?

–Si, de hecho es lo que me toca así que sígueme.

Mientras lo seguía abrí un sobre que había en mi "mochila", dentro estaba un candado con el numero 45 y unas llaves. El chico se me quedo viendo.

–Ese candado es para tu casillero, si quieres después te puedo decir donde es.

–Si, gracias–le dije y me guiño el ojo.

Paro en un salón y me abrió la puerta para después entrar el. El profesor y los alumnos tenían las miradas fijas en nosotros.

–Como siempre, Corner llega tarde a mi clase–dijo el profesor y corner se fue a un escritorio al fondo del salón.

Todas las chicas se le quedaban viendo con cara de deseo y mordiéndose el labio. Yo comenze a reírme por lo fáciles que se veían pero reí muy alto y el profesor me miro a mi.

–¿Usteded quien es?–pregunto.

–Soy Clementine–le sonreí a todo el salón.

–Pase y comparta mesa con Corner.

Todas las mesas eran para dos así que me senté a un lado de Corner. El me miro y sonrió. La clase era bastante aburrida que casi me quedo dormida. Quería un tour por la escuela y el tipo al lado mio es al único que conocía.

–Quiero un tour por la escuela–susurre lo bastante fuerte para que el me escuchara.

–¿Que mas damisela?–pregunto en tono sarcástico.

–Y que me lleves a la cafetería en el receso, no quiero comer sola

El rió y asintió.

El profe nos lanso una mirada asesina y dejamos de hablar.

–Me voy a dormir, dime cuando acabe la clase–dije lo mas bajo posible.

–Claro, chica mala–dijo Corner y me guiño el ojo.

Corner me empujo para que me despertara, ya casi todos se habían ido excepto unas nerds que estaban leyendo. Me acompaño al casillero para que pusiera el candado después los dos nos fuimos en direcciones distintas porque nos tocaba en salones diferentes. 

Las otras dos clases fueron de lo mas aburrido y aun mas que historia porque no tenia con nadie con el cual hablar. Cuando toco el timbre todos salieron con sus amigos y yo sola. Fui hasta mi casillero para guardar todos los libros y llego Corner.

–Te enseñare donde esta la cafetería y a mis amigos–me jalo del brazo y me soltó cuando llegamos a la cafetería. 

Cuando entre supe las divisiones grupales. En una mesa estaban los populares, en otra los nerds, en otra los aburridos, etc. Corner se empezo a acercar al grupo de los populares, yo lo segui hasta la mesa. Las mujeres que habia ahi no paraban de secretearse de mi. Todas parecian payasitos de tanto maquillaje que traian puesto.

Amame otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora