Capítulo 4 - Plan

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Kakashi llegó a casa después de su jornada escolar, se dio una ducha rápida y preparó algunas cosas que podrían ser útiles para su primer día de trabajo.

Se despidió de su madre y salió rumbo al departamento del rubio ojiceleste que lo había entrevistado días atrás. La ansiedad lo consumía, y algo de nerviosismo lo acompañaba, sobre todo por la idea de reencontrarse con su jefe.

Naruto le recordaba a Iruka, y fue esa simple comparación la que hizo que su mente ideara un plan. Quería ver si había algo más entre ellos, probar suerte, tal vez seducir al rubio y confirmar su mayor crisis existencial.

"Ser gay o no ser..."

Esa era la cuestión. Tenía curiosidad y pensó que había encontrado la oportunidad perfecta. Sin embargo, había factores que podrían hacer que su plan se viniera abajo. Uno de ellos era que Naruto no fuera gay, aunque eso podría solucionarlo con algo de persuasión. Pero, si se negaba, no insistiría demasiado.

Otro obstáculo era si no lo veía como una opción romántica, o si la diferencia de edad lo hacía verlo más como un adolescente inmaduro. Había muchas variables, como su tiempo limitado o la presencia de su hijo, pero todo podría resolverse en el momento adecuado. Por ahora, debía concentrarse en el primer día.

Cuando se dio cuenta, ya estaba frente a la puerta del departamento. Miró la hora: exactamente las 2 de la tarde. Como debía ser, puntual.

Tocó el timbre y esperó unos minutos, pero nadie respondió. Intentó de nuevo, pero parecía que no había nadie en casa. Buscó su celular, marcó el número desde el cual le habían mandado el mensaje y esperó.

El tono sonó dos veces y, finalmente, alguien contestó.

— ¿Hola? —dijo Kakashi— Soy Kakashi, el empleado, estoy frente a su puerta. ¿Podría abrirme, por favor?

— ¡Hola! —respondió una voz femenina— Yo no vivo allí. Se supone que Naruto debería abrirte... ¿Desde cuándo estás tocando la puerta?

— Mh... —Kakashi pensó un segundo— Desde las 2 en punto.

— ¡Eso es hace cuarenta minutos! —gritó la voz, haciendo que Kakashi casi pudiera sentir su frustración a través del teléfono— Disculpa a mi nieto, es muy despistado. Debe estar durmiendo. —Suspiró— Ahora lo llamo. Espera un segundo.

— De acuerdo.

Kakashi colgó la llamada, y pasaron solo un par de minutos antes de que la puerta se abriera. Lo que vio no se lo esperaba en lo absoluto: el rubio estaba despeinado, usando un short corto y una camiseta sin mangas que dejaba ver su cuerpo bien formado.

— Perdón —dijo Naruto, soltando un bostezo— Anoche tuve turno extra. Pasa, por favor.

— ¿Turno extra? —preguntó Kakashi, curioso, mientras entraba a la sala— Permiso.

— No hay problema. —Naruto dejó que Kakashi entrara mientras lo observaba desde el marco de la puerta— Trabajo como camarero, a veces hago turnos extras. ¿Hace mucho estás en la puerta?

— Desde las 2. —respondió Kakashi— Pero no te preocupes, hablé con tu... —Fue en ese momento que recordó que la mujer había dicho "mi nieto"— con Tsunade.

— Sé que hablaste con ella... —dijo Naruto, un escalofrío recorriéndole la espalda al recordar la llamada de hace unos minutos.

— Es muy amable —dijo Kakashi sonriendo—.

El menor sonrió también, pero de una forma algo triste.

— Sí, pero... a veces parece que quiere matarme. —Naruto susurró lo último para sí mismo.

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¡Cuidando A Papá! | KAKANARUWhere stories live. Discover now