Hijos de Irk

La Temible, la matanza es un evento social

Descargo de responsabilidad: Invasor Zim y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Viacom y Johnen Vasquez

Cubierta de "El Lard Nar"

Los soldados y oficiales de la resistencia estaban agitados, en ese momento Shloontapooxis bajó de una nave en el hangar del crucero, para dirigirse al puente, en el camino iba escoltado por soldados de asalto rebeldes, la almirante estaba impaciente— ¿Cuánto más tardaran? ¡No ven que estoy harta de estar a oscuras! — Las luces se restablecen rebelando el rostro de ojos púrpura de nada menos que una irken, y no cualquiera, se trataba de la mismísima Tak, la aspirante a invasor que nunca consiguió el trabajo, seguía del mismo tamaño que la primera vez que apareció en la serie, pues no usaba exoesqueleto como nuestro invasor favorito, ahí se da cuenta de la presencia del ser cónico —Capitán ¿Trae noticias del comandante? — Preguntó la ex aspirante a invasora

—"Los Ojos Hinchados" ya no existen, el almirante Gek mató al comandante Palomilla y al general trasero pálido— Reportó el capitán

— ¡Le dije al inepto de Dib que saliera de ahí! ¡¡Ahora ya perdimos a toda la resistencia terrestre!!

— La almirante se calma después de esa rabieta— Bueno, yo misma se lo dije, en la lucha no hay lugar para los suicidas — Terminó Tak

—Hay más noticias almirante— Interrumpió Shloontapooxis

— ¡¿Qué?! — Preguntó la irken llena de ira

— Que cuando salía del planeta, dejé una cámara para ver lo que pasaría después de mi partida

— Respondió el ser cónico

Ve la grabación que Shloontapooxis envía a la pantalla de cubierta y ve desde el punto de vista de un minúsculo broche en el traje del comandante

— ¡Veras el día que la resistencia te derrote, tú no durarás para siempre, te perseguirán y matarán destruirán a cada irken en el universo hasta que ya no quede nada de esa plaga! —

— Tal vez— Contestó el almirante, antes de cambiar su tono a uno demoniaco que horrorizó a Tak — ¡Pero tú no estarás ahí para verlo!— Gek lleva su mano fuera de cámara, recibiendo una explosión de sangre, piel y huesos, trayendo de vuelta el cerebro intacto

—Vaya, el cerebro intacto, y yo que creí que era imposible— Dijo la almirante

— ¡Si ¿No es increíble?! — Dijo emocionado el capitán

La almirante se da cuenta antes de preguntar—Espera un momento ¿Para que querría el cerebro intacto? —

Ambos se quedan pensativos ante la escena, repitiéndola— ¡Veras el día que la resistencia te derrote, tú no durarás para siempre, te perseguirán y matarán destruirán a cada irken en el universo hasta que ya no quede nada de esa plaga! — Tal vez— Se escucha una vez más el sonido del descuartizamiento