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Hoy era un día importante para el ecuatoriano -deja de violarlo con la mirada- este lo ignoro y siguió con su amado pensamiento "veré su casa!", se levanto de la silla y camino para acercase a su amado quien estaba bebiendo una malteada -honey!~- el menor lo jalo de la camisa para poder besarlo de la formas mas atrevida de lo posible y si logro saber de que era aquella bebida "fresaaaa" -ecu? What happened?- lo miro por algunos minutos mientras acariciaba las mejillas de este, de verdad le encantaba lo dulce que llegaba ser su amorcito y la suerte que tenia por tenerlo -oh... cierto, lo olvidaba honey ¿Quieres ir ahora o..?- el de inmediato asintió emocionado por ver como era la casa del contrario la cual imagino que estaría llena de dulces conociéndolo -good, vamos- dejo que el mas alto se despidiera de sus compañeros y hermanos para ir casi corriendo a su auto -ME VUELO CON EL CARRO!!- le grito a sus hermanos quienes hicieron un movimiento con la mano aceptando su aviso, hizo su típico procedimiento para entrar en este y encenderlo -dale mi vida súbete que el único que te va a comer soy yo- el menor le guiño un ojo provocando unas cuantas risas en su pareja "de seguro me salio mal" se cubrió el rostro avergonzado de su piropo fallido -es bueno ver que no soy el único que lo piensa~- se destapo el rostro para ver si su pareja lo decía de broma o algo parecido pero no, beso sus labios y luego acaricio su mejilla -por cada ves que me ves de esa forma haces que me enamore mas- amaba lo dulce que era su amado a la hora de hacer ese tipo de piropos, su corazón se sentía tan tranquilo que le daba unas inmensas ganas de llenar de cara de besos "hojita~", ya dejando de lado todo el romanticismo que había entre los dos se fueron a la casa del canadiense la cual estaba casi al lado del estadounidense y el mexicano lo cual era bastante lógico.

Tardaron 5 horas gracias al magnifico transito, bajaron del carro y caminaron a la entrada de la casa -se nota que te gustan los pinos- estaba impresionado por la cantidad de estos y ahora entendía por que a veces le encontraba hojas o ramitas por encima de su ropa -no es lo único, lo demás esta en la parte de atrás- el ecuatoriano solo logro decir un "wow" cuando llego a la casa de su novio, era una cabaña bastante bonita a sus ojos estaba sumamente fascinado por cada pequeña cosita que veía e incluso cuando entro a la casa -se nota que vives aquí, tu olor esta muy fuerte- no se quejaba, la sensación de calidez combinado con el delicioso aroma a miel era casi un somnífero para el, exploro la casa de arriba abajo y del lado al otro "me gusta" el único lugar que no se atrevió a ir era al cuarto en el que descansaba el mayor lo cual se le hizo extraño "ya vio el mío que tiene de malo?" ni el entendía por que sus mejillas se sentía tan caliente o por que tartamudeaba de esa forma -tienes hambre o quieres hacer algo?- asintió ansioso mientras tomaba la mano del mas alto para que le llevara a la cocina, abrieron una puerta y el canadiense se acerco al refrigerador para abrirlo y preguntarle que era lo que deseaba – a ti en mis bachitos- Ecuador extendió los brazos para recibir un abrazo de su pareja quien de inmediato obedeció sosteniéndole del rostro para empezar a llenarle el rostro de múltiples besos "soy muy meloso" irónico si tomaba en cuenta el apodo que compartían y de igual forma la mezcla de sus olores cuando se besaban o ese tipo de cosas -bananita, de eso no era de lo que hablaba- le sonrío, era tan dulce pero ¿su novio sabría que tanto le encantaba? El hacia todo lo posible por demostrárselo pero ¿Era suficiente?-en ese caso quiero algo tan dulce como tu- lo beso y se fue a la sala para seguir revisando las cosas de su novio, muebles, mesas, fotos era lo principal y le recordaba bastante a su casa una belleza para sus ojos.

Luego de varias horas hablando y chismoseándole la vida a su novio aparte de acabar comiéndose comiendo todo lo que este cocinaba lo cual a su pareja le recordaba demasiado a un niño -¿satisfecho?- el ecuatoriano negó con la cabeza y elevo su brazos en dirección de su novio –quiero comerme algo más grande- luego de unas fuertes risas de parte del canadiense este se le acerco y lo alzo para cargarlo mientras llenaba ese rostro que para él era hermoso de múltiples besos, camino hasta su cuarto y justo cuando iba a abrir la vos del ecuatoriano con cierto nervio salió a reducir –hojita ¿y si nos quedamos en la sala? Es que me da cosa- lo miro totalmente confundido por la actitud que su novio había tomado tan repentinamente -¿te da vergüenza entrar a mi cuarto?- el rostro del ecuatoriano tomo un fuerte color rojo dándole la razón "cute, cute, cute", el mayor negó con la cabeza para volver a verle a los ojos –no hay necesidad de ponerse así honey- junto sus frentes sintió lo caliente que estaba la cara del tricolor -deberías sentirte honrado de ser el único al que dejo entrar- agradecía haberle pedido ayuda al venezolano acerca de cómo tratar al menor porque seguramente a este paso nunca sabría qué hacer en este tipo de casos –oki- le dio un piquito y abrió la puerta "me salve".

Honey - (CanadaXEcuador)- (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora