Lucifer - Alteraciones divinas ✔️

19

Alteraciones divinas

Capitulo 19

Lucifer estaba sentado al lado de Chloe a la mañana siguiente. Había pasado la mayor parte de la noche con su hijo. No quería dejarlo, pero también quería ver a Chloe. Además, ella iba a despertarse y descubrir que algo terrible había sucedido. No podía dejarla sola por eso. Se sentía como si lo estuvieran partiendo en dos, pero ahora mismo, aquí era donde necesitaba estar. Chloe necesitaba que él le hablara de su hijo.

Lucifer no tardó en oír a Chloe gemir cuando empezó a despertarse. Inmediatamente le cogió la mano. "Chloe, ¿puedes oírme?"

"¿Lucifer?" Preguntó Chloe mientras se agarraba la cabeza. Le dolía mucho. En realidad le dolía todo. El brazo, el hombro, el estómago. Con ese último pensamiento, los ojos de Chloe se abrieron de miedo. Recordaba lo que había pasado. Recordaba que la habían sacado de la carretera y que tenía dolores de parto. "¡El bebé! ¡No!

"No, cariño, escucha..." Lucifer comenzó.

"Oh, Dios. Estaba de parto. ¡Dime que nuestro bebé no se ha ido! ¡Por favor!" Chloe gritó. Su bebé no podía haber desaparecido. No podía vivir con eso. No podía sobrevivir a la pérdida de su hijo.

"No, no lo está, te lo prometo. Está vivo", le dijo Lucifer.

"¿Él?" Preguntó Chloe.

"Sí. Tenemos un hijo. Te pusiste de parto después del 'accidente'. No pudieron pararlo. Tuvieron que traer al mundo a nuestro hijo", dijo Lucifer.

"Pero no estaba listo. No era tiempo suficiente", dijo Chloe con miedo en la voz. Le quedaban más de dos meses para dar a luz.

"Lo sé, pero no tenían elección. Pero, cariño, está vivo", dijo Lucifer.

"¿Está bien?" Chloe preguntó.

Lucifer respiró hondo antes de contestar. Sabía que a ella no le iba a gustar lo que iba a decir, pero sería sincero. No sólo no era un mentiroso, sino que Chloe tenía que estar preparada para cuando viera a su hijo. "Los médicos son optimistas. Pero es pequeño. Nunca había visto un niño tan pequeño. Lo tienen encerrado en un pequeño artilugio con máquinas para ayudarle a respirar".

Chloe volvió a llorar mientras Lucifer hablaba. Su bebé estaba en una incubadora y sólo unos tubos lo mantenían con vida, y era por su culpa. Había dejado que su necesidad de estar unos minutos sola sin miedo pusiera a su hijo en peligro. Ahora podría morir.

Lucifer le apretó la mano. "Está bien. Creen que tiene muchas posibilidades".

"Está en una incubadora en vez de dentro de mí. Debería estar creciendo dentro de mí hasta que esté listo, Lucifer. No lo está por mi egoísmo", dijo Chloe.

"Cariño, no te culpes", dijo Lucifer.

"Sabía que no debía salir sola. Tú también lo sabías. Me lo advertiste, pero no te hice caso", dijo Chloe.

"Sin embargo, no te detuve, ¿verdad? Podría haber luchado más. Diablos, podría haber detenido a Kinley desde el principio. En cuanto supe que era una amenaza para ti y para nuestro hijo, debí haberme ocupado de él", dijo Lucifer. Nunca se perdonaría por esto. Su hijo estaría bien si se hubiera ocupado de Kinley desde el principio.