Los cuerpos entrelazados estaban cubiertos de una fina capa de sudor, el movimiento de caderas aceleraba haciendo que la cama rechinara, un gemido agudo fue lo que marco el final de otra noche llena de pasión desenfrenada.
Tratando de regular su respiración, el peliplata se acomodo de costado, no miro ni una sola vez a su compañero, quien ya estaba dormido.
Cerro los ojos y trato de dormir, no lográndolo se levantó de la cama y camino hacia la ventana, mirando las estrellas y pensando en toda su vida.
Siguió a Xanxus por una simple y sencilla razón.
Él era fuerte.
Toda su ira era algo a lo cual temer, te hacia temblar por diferentes razones y respetarlo, pero sobre todo a alejarte de él por el miedo a acabar totalmente destruido.
Su admiración y respeto lo hicieron seguirlo, aun después de saber que nunca ocuparía el puesto del décimo Vongola.
Diez años después................. Comenzaba a aburrirse, todo comenzaba a parecerle tan monótono, que sentía que su espada se estaba oxidando.
Él se estaba oxidando........
No solo la Varia se estaba ablandando, él mismo lo estaba haciendo y el hombre por el cual dejo crecer su cabello se estaba calmando, la ira ya no era tan tormentosa y destructiva como antes, ese algo que lo hizo mirarlo, admirarlo, respetarlo y seguirlo estaba desapareciendo.
Sawada tsunayoshi.
El nombre le vino tan rápido.
Ese mocoso vongola no solo había logrado ocupar el puesto, sino que también los había arruinado.
La Vongola seguía siendo tan grande y fuerte, pero no por las razones que a él le gustaría comentar.
La muerte, la sangre, el dominio, la fuerza, todo eso se había reducido a recolectar información, robarla, simplemente una reverenda estupidez.
Squalo no entendía por que seguía ahí.
Un vistazo al otro ocupante de aquella habitación le dio la respuesta.
Claro, por él seguía ahí, oxidándose, pudriéndose.
Se apoyo un poco en la ventana al no aguantar el dolor de cadera. Soltó un suspiro y de pronto le dieron ganas de fumar, río ante eso.
Miro su cabello, que le llegaba debajo de sus glúteos, achicó los ojos y de pronto una necesidad se coló por todo su sistema, la idea de estar atado a todo "esto" lo hizo sentir algo que no había sentido antes......................................... Miedo.
Miedo absoluto de no hacer nada mas que estar ahí, al lado de un hombre que nunca va a cumplir el objetivo de ser el jefe de todo, miedo a seguir con una rutina de algo que obviamente ellos no son.
¡¡¡¡Maldicion!!!!, que todos los que conformaban esa maldita organización eran asesinos, personas que tomaban las misiones difíciles y mataban a sangre fría, eso era lo que eran.
Eso era la Varia.
Entonces por que todo se volvió tan..... Tan........ Tan absurdo.
Lavar trastes, comer, lavar ropa, mirar películas, pelear por estupideces, asistir a fiestas, cumpleaños, bodas, cenas, etc.
Las misiones eran tan fáciles que hasta un recién graduado podía hacerlo.
La paz era algo........ Aterrador.
Para alguien que siempre a estado en situaciones de peligro, con su adrenalina al cien, huyendo de la muerte y burlandola tantas veces, luchado con fuertes espadachines para mejorar y adueñarse de cada técnica. Para alguien como él, la paz y tranquilidad no le eran bienvenidas.