Overlord: Juntos hasta el final (Pausado)

Juntos hasta el final (Final Triste)

La Gran Tumba de Nazarick (En la sala de reuniones del gremio del noveno piso)

En una habitación lujosa. Columnas de mármol blanco que se alzaban en las paredes de la cámara circular, rodeando una mesa redonda masiva de brillo obsidiana. Dónde 41 asientos se encontraban alrededor de la pieza de arte funcional, aunque llamarlas sillas era un insulto a la calidad de los materiales y el arte utilizados para crearlas.

Aunque la mayoría de los asientos estaban vacíos excepto uno que pertenecía al maestro del gremio Momonga uno de los jugadores más fuertes en YGGDRASIL. Antes de que se anunciara el cierre, él era el único miembro del gremio que permanecía y mantenía el gremio para que pudiera permanecer como uno de los mejores gremios. A pesar de ser un jugador leal se sintió solo.

Dejó escapar un suspiro deprimente.

Miró alrededor de la sala de reuniones de la mesa redonda con tristeza y decepción. Hace muchas horas había enviado un mensaje a todos miembros del gremio. Como este era el último día antes del cierre definitivo de YGGDRASIL, había esperado que sus amigos con quienes había tenido tantas aventuras, pasarán una última vez juntos en la Gran Tumba de Nazarick.

Sin embargo, parecía que eso no sucedería. Nadie iba a venir, al parecer. Fue deprimente para el maestro del gremio.

Donde estaban los nombres en una lista de amigos y los miembros del gremio que siempre brillaban para indicar su estado en línea activos ahora simplemente destacaba el color gris opaco.

Eso fue todo.

Ni siquiera un saludo o una conversación para luego finalizar con una despedida agradable y cálida.

Nada...

Solo el profundo silencio que había en la habitación, un silencio tan profundo que era difícil imaginar que alguien hubiera estado allí. Sin ecos, sin vestigios de la presencia de alguien.

Momonga miró las sillas vacías e imaginó las figuras de sus amigos sentados a su alrededor. Más aún a 9 personas que deseaba más que nada imaginar que estaban aquí con él. Pero lamentablemente esas imágenes desaparecieron.

Y entonces...

Murmuró las palabras que deseaba decir si alguno se hubiera conectado.

-Hoy es el último día del juego, sé que mucho de ustedes están cansados, pero nunca más tendremos una oportunidad como esta, ¿por qué no nos quedamos juntos hasta el final?- Por supuesto, no hubo respuesta.

-Encontrémonos de nuevo en algún lugar...- Los sentimientos internos que suprimió estaban saliendo a la superficie de a poco.

-¿Cuándo y dónde exactamente nos vamos a encontrar...?- Se podría decir que estaba enojado por lo temblorosa que era su voz. Para que finalmente su ira lo consumiera rápidamente. Sus hombros temblaron violentamente y las palabras que ya no pudo contener explotarán.

-¡No me jodas!- Golpeó la mesa mientras gritaba.

-¡Esta es la Gran Tumba de Nazarick que conquistamos y construimos juntos! ¿Cómo pudieron abandonarlo así de fácil, todas las veces que pasamos aquí, los preciosos recuerdos que hicimos juntos les importo?- Rugió con una voz llena de ira y amargura.

Los que conocen a Momonga desde hace mucho tiempo sabían que él siempre ha sido de mente aguda y perspicaz. Un excelente líder para todos los miembros, siempre asegurándose de que todo esté bien y en orden.

Y ahora...

Todas sus emociones reprimidas se están derramando, como si se hubiera roto una presa dentro de él. Nadie ha visto a Momonga perder su actitud amigable y tranquila.