C A P I T U L O 1

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— Vamos ,Reachel  —  intenté  conversado por qué sabia que si ella iba mi mamá me dejaría ir sin ningún problema

Soltó un bufido frustrado mientras se pasa las manos por la cara

— está bien lo haré con una condición — asentí sabiendo cual sería su condición — quiero que me presentes a  Scott — solté un grito que la hizo tapar me la boca antes de que alguien me escuchará

Scott
Era el mejor amigo de mi hermano no podía negarlo era guapísimo me gustó por un tiempo pero a mí parecer el  me trataba diferente a los demás me cuidas y siempre anda pendiente de mi pero lo supere no podía gustarme no podía el era como alguien de mi familia, o por lo menos me mentía a mi misma diciendo que lo había superado.

Podía mentirle a los demás diciendo que no me interesa que lo veo como un hermano pero yo sé que eso no es verdad

Y que a ella le gustará de cierta manera era bueno por qué así lo vería prohibido o como un cuñado 

Pero lo prohibido siempre se desea por más prohibido que sea, nunca se supera.

Eso sería una buena idea, o tal vez no.

— Bueno empieza a vestirte por qué no pienso esperarte — asentí rápido antes de cambiar de opinión — apúrate la fiesta empieza a dentro de un par de horas

Volví a asentir para después decir

— ¡ Ya  voy ! — dije mientras asentí repetidamente

Estaba emocionada , feliz y estaba pensando si sería buena idea, algo me decía que lo pensara bien por qué si no tendría que atenerme a las consecuencias

Ve quiero verte y tenerte cerca

Tal vez me abia vuelto loca pero siempre había escuchado esa voz en mi cabeza y por alguna razón me desesperaba no escucharla.

Se volvía una necesidad una la cual era obsesiva.

Me gustaba esa voz no sé si por su tono cariñoso o por su estilo de voz

Era una voz masculina y muy bonita a decir verdad

Mis pensamientos viajaban mientras

me bañaba, me vestía y arreglaba.

La curiosidad que me causaba ver el dueño de esa apuesta voz, se volvía morbo... ¡Por dios! Ya me estoy volviendo loca.

Escuchar voces, imaginar al du... Ya estoy demente.

Solté una risita ante mis pensamientos.

Entonces cambie de pensamientos

Y que drástico fue el cambio

Scott...

Las piernas me temblaban de solo pensarlo.

A él definitivamente sería difícil de superar.

Siempre que encontraba feliz o pensaba en otro hombre

Su imagen llegaba a mi mente

Y como si fuera aderido con pega cola,
Su recuerdo se volvió difícil de olvidar..

Y llegue a la conclusión de que, Scott era una enfermedad.

Se te metía hasta en los huesos y te consumía las neuronas

Una hora y media después ya me encontraba vestida y perfumada

Te estoy esperando

No lo entendía como podía escuchar a alguien y no verlo era desesperante por lo menos para mí lo era , yo quería saber quién era esa voz que se podía meter en mi cabeza y no causar ningún sentimiento de incomodad todo lo contrario me asía sentir tranquila y segura.

No me di cuenta de que pensaba todo esto mientras caminaba asía afuera y incluso me encontraba frente al auto de Rachel

Era muy bonito para ser un auto común

Mi madre nunca me dejaría tener un auto ni mucho menos conducir

Suspire frustrada ante mi pensamiento 

— Leyla , apúrate no tengo todo la noche quiero ver a Scott — está bien , Rachel no era exactamente educada ni mucho menos amable ella era tosca y directa

Ella y yo no éramos exactamente mejores amigas , según ella éramos amigas pero yo la veía más como una conocida que era la hija de la mejor amiga de mi mamá y aveces convivir con ella era intenso por qué nuestras personalidades chocaban mucho

Me subí al auto sin quejarme ni rechistar o chillar 

Yo sabía que no era lejos incluso podía  ir caminando pero yo sabía que no podía por qué sabia que mi mamá no me dejaría ni ir a la esquina sola

Así que prefería ir con ella por eso y por qué no sudaria caminando de aquí allá

— mira despistada ya llegamos — dijo con una sonrisa que si no fuera por qué la conozco diría que es sincera

Hice un movimiento de afirmación con la cabeza para después bajarme del auto

  ya incluso me empezaba a arrepentir que le fuera a presentar al chico que me gustaba solo para quitarme lo de la cabeza  y que mi hermano Alam no sospechara que me gusta ni nada por el estilo.

Alam... Si solo estuvieras aquí conmigo no estaría cometiendo tantas equivocaciónes.

No todo es color de rosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora