Haciendo Planes.

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Adrien y Marinette, cada uno por separado, analizaban lo que había ocurrido esa tarde.

Ambos ya listos para irse a la cama, pero con distinta perspectivas de lo que Tikki les había anunciado.
Debían buscar y conseguir los miraculous primitivos, las primeras joyas hechas por los hombres, que buscaban controlar el poder de los Kwamis, pero que como su intención no había sido correcta, nunca funcionaron correctamente, y esos Kwamis, quedaron atrapados en un limbo entre el mundo terrenal y el de la caja Miraculous, y ya que no había peligro alguno en ese momento, era el momento adecuado para intentarlo.

Marinette se debatía entre el deber que sentía como portadora de la caja, y como hija, al tener que ser esa, una misión arriesgada que incluía dejar París por un tiempo indefinido, ya que aún teniendo el poder de teletransportación, y viajar por el tiempo, no era muy prudente usarlos sin mayor expertiz, aunque definitivamente los usarían, aunque no estaba segura de qué manera.

Por su lado Adrien sólo imaginaba lo emocionante de salir de París y ser un héroe en cualquier parte del planeta, y demostrar a su Lady su valor y lo buen compañero que podía ser bajo cualquier circunstancia.
No estaba mayormente asustado, al contrario, estaba emocionado, incluso ansioso de salir de viaje solo con Marinette... El pensar en estar los dos solos, cumpliendo una misión, teniéndose sólo el uno al otro, le hacía imaginar todo tipo de situaciones en las que podría mostrarse fuerte, valiente, y como Marinette podría amarlo aún más... y un fuerte sonrojo se apoderó de él.

Hace muy poco que, paulatinamente, la cercanía de Marinette se le hacía cada vez más necesaria, y aveces, los besos y tiernas caricias, se le hacían poco.
Se negaba a asumirse como un jovencito hormonal, y siempre respetaría a su novia, pero era imposible ya, no imaginar lo que sería avanzar más en su relación, en cuanto a las demostraciones de amor.

Trato de no pensar en eso, y enfocarse en su misión, aunque su mente divagará y volviera nuevamente a eso, y se sintiera incómodo consigo mismo.

Al día siguiente, tenían examen, así que decidió centrarse en eso, y ya mañana junto a su Lady, organizar lo que sería su próxima aventura, durante el receso de Navidad.

Estaban a inicios de diciembre, así que tenían unas semanas aún para pensar en excusas, aunque de antemano sabía que su primo estaría de visita junto a su tía, y eso probablemente traería problemas al momento de planear sus escapadas. Desde que su madre había regresado de su estado dormido, su tía y primo los habían visitado ya un par de veces, lo que no siempre era una agradable compañía, por la actitud de su primo, y una dosis de celos cuando éste insistía en invitar a Marinette e intentar acaparar su atención.

Pensando en todo eso, paso la noche, y sin notarlo ya era el día siguiente, y antes de asimilarlo llegó a la escuela, al salir del vehículo de la familia, la brisa fría lo hizo reaccionar, y suspirar pesadamente, ya encontraría alguna solución, en especial si su hermosa novia le ayudaba.

Camino hacia las escaleras, encontrándose con Nino y Alya, a quienes sonrió honestamente.

-Buen día Agreste-

Buen Día Bro -

-Hola chicos, cómo están?-

- Aquí esperándolos, bueno, ya ahora sólo a Marinette, pero ya la conoces!- dijo la morena sonriendo resignada.

Adrien sonrío también, pero con menos entusiasmo que Alya, ya que sabía que no eran despistes o exceso de sueño lo que solía provocar los atrasos de Marinette, ya que hace poco, el Maestro Fu había decidido que fuese ella la siguiente en encargarse de la caja de los miraculous, labor que llevaba hace poco desempeñando, e implicaba tiempo y dedicación.

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⏰ Última actualización: Jun 29, 2020 ⏰

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