Esperada boda

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Se levantó con pesadez, no era algo que le pasaba a diario pero si cuando se acostaba tarde la noche anterior. No hizo nada del otro mundo pero en cuanto se propuso dormir, su cerebro no hizo otra cosa que hacerle recordar la noche que pasó con Shawn en la cabaña. No había estado más feliz en mucho tiempo. Aunque fue poco tiempo el que estuvieron, para ellos había sido como si hubiesen estado varios días allí. La pregunta que Shawn le formuló, en ese momento no la pensó mucho pero la noche anterior resonó con fuerza en su cabeza y se cuestionó muchas cosas. ¿Debía casarse con él? ¿Podía romper el compromiso el mismo día de la boda? ¿Austin lo odiaría para siempre si llegaba a dejarlo plantado? Muchas preguntas como esas le surgieron durante toda la noche y a ninguna pudo darle una respuesta razonable o que le sonara convincente. Pero ya nada podía hacer, tocaba levantarse de la cama e iniciar con todo el protocolo que un alguien que se iba a casar debía realizar.
Casa de Axel, habitación de Axel
Nana de Axel: Vamos mi niño, despierta que tienes muchas cosas que hacer. (Tocando la puerta)
Axel: Ya estoy despierto, bajo en un momento. (Abriendo la puerta)
Nana de Axel: Vale, no tardes mucho que la chica tiene que ir luego a casa de Austin.
Axel: Si.
Al no querer incordiar mucho a los demás, Axel se preparó rápidamente y bajo al salón donde le esperaba la modista. Allí vio todo el alboroto que tenía la chica montado, con distintos tipos de trajes cosa que le extrañaba ya que pensaba que ya había elegido traje.
Casa de Axel, salón
Modista: Buenos días, menos mal que ya estás aquí porque vamos un poco mal de tiempo.
Axel: Pero si aún queda hora y media para la ceremonia.
Modista: Ya pero ayer me llamó el otro novio a altas horas de la noche, pidiéndome que por favor te probase un traje normal porque no estaba seguro si casarse con los kimonos que os probasteis en la boutique.
Axel: Madre mía, con la tabarra que dio él y su madre porque nos casásemos con kimono y ahora quiere que lo hagamos con traje.
Modista: Venga quítate lo que llevas puesto que cuanto antes empecemos mejor.
La chica empezó a ponerle el traje a Axel pero este al ver el color elegido y como le quedaba, no pudo evitar poner una gran cara de desagrado cuando se vio ante el espejo. Jamás pensó que se vería tan mal con un traje, nunca había sido fan del color azul cielo y ahora entendía por qué.
Axel: Creo que será mejor que me ponga el kimono.
Modista: Si es lo que quieres, voy a avisarle al otro novio de que has elegido al final esto.
Axel: Si te pone alguna pega, dímelo.
Modista: Vale.
Para su suerte y la de la chica, Austin no rechistó y se lo agradecía porque no quería seguir pensando en lo que se iría a poner. Deseaba salir ya hacia el lugar donde se oficializaría la ceremonia y esperar allí pero para su mala suerte debía esperar a que todos los miembros de su casa se cambiaran para ir todos juntos. Tuvo que esperar sentado en el salón más de tres cuartos de hora. Sonrió cuando vio que Julia bajaba por las escaleras. Su pequeña hermana llevaba puesto un kimono blanco adornado con toques rosas y con temas florales bordados en él. Iba guapísima y con una sonrisa de oreja a oreja, le alegraba ver como era tan feliz con su boda aunque supiese que ella prefería que se casase con Shawn.
Julia: Mira hermanito, que guapa voy.
Axel: Si, te queda muy bien. (Acariciándole la mejilla)
Padre de Axel: Bueno creo que ya estamos todos. ¿Nos vamos?
Julia: Si.
Nana de Axel: Falto yo, dadme cinco minutos.
Julia: ¿Papá, puedo salir fuera a jugar mientras?
Padre de Axel: Si, Axel sal con tu hermana y vigílala.
Axel: Si
Ambos hermanos salieron fuera y mientras Julia se entretenía persiguiendo una mariposa, su hermano mayor miraba antiguas fotos que guardaba con gran añoranza en su móvil. Todas eran protagonizadas por Axel y Shawn, recordaba plenamente todas las situaciones en las que tomaron cada una de las fotos. Una de las tantas que había, fue tomada la mañana que pasaron en la playa de Okinawa cuando acababan de conocerse. Siempre recordaría la tímida actitud que Shawn tenia cuando se conocieron, nada que ver con la que tenía ahora. Se quedó tan absorto mirando las fotos que había olvidado cumplir la orden que le puso su padre. Tras varios minutos mirado su móvil, volvió a la realidad cuando escuchó a Julia gritar.
Casa de Axel, portal
Julia: ¡Ahh Shawn! (Corriendo hacia él)
Shawn: Eh, Julia.
Julia: Te echaba mucho de menos. (Abrazándole)
Shawn: Yo también pequeña. (Acariciándole la cabeza)
Julia: Mira que guapa estoy. (Dando una vuelta)
Shawn: Pareces una princesa de verdad.
Axel: ¿Julia estás bien? (Acercándose a su hermana)
Julia: Si, mira quien está aquí.
Axel: Shawn.
Shawn: Hola. (Mirándole de arriba a abajo)
Julia: ¿Has visto que guapo está mi hermano con su traje de novio?
Shawn: Tienes razón, tu hermano está muy guapo.
Axel: Gracias, Julia ve dentro a ver si ya está lista la Nana.
Julia: Vale, chao Shawn. (Yendo hacia el interior de la casa)
Shawn: De verdad que te queda muy bien el traje.
Axel: No hablemos del traje. ¿Cómo estás?
Shawn: Bien, después de todo. Pensé que llevaría peor este día.
Axel: No puedo creer que haya llegado.
Shawn: Te vas a casar dentro de un rato, es fuerte.
Axel: Ya, y pensar que tú deberías ser el que también esté arreglándose para la ocasión y no aquí dirigiéndote a la casa de Mike.
Shawn: No pensemos en lo que pudo ser, no nos hará bien. (Acariciándole la mejilla)
Axel: Lo sé.
Shawn: Espero que vaya todo bien en la boda y sea una velada bonita.
Axel: Gracias.
El rubio se sentía roto por dentro, ver a Shawn en ese momento no le vino nada bien. Pensó que podría aguantar la conversación con el otro sin soltar alguna lágrima. Para su sorpresa también pudo ver como Shawn empezó a soltar unas cuantas lágrimas, pensar en lo que le había dicho Axel hacia unos segundos le dolía ya que si no hubiese sido por Zoe, esa sería su realidad.
Axel: Necesito abrazarte Shawn.
Shawn: Esto no nos hace nada bien, será mejor que me vaya. (Rompiendo en llanto)
Axel: No puedo dejar que te vayas así. (Rodeándolo con sus brazos)
Shawn: ¿Por qué fui tan idiota de romper nuestra relación? (Dándole golpes en el pecho a Axel)
Axel: Ninguno de los dos tiene la culpa Shawn.
Shawn: Deja que me vaya Axel, no quiero seguir aquí.
Axel: Te amo Shawn.
Shawn: Y yo Axel.
Axel: Huyamos juntos.
Shawn: No desvaríes, mejor me voy antes de que hagas una locura.
Axel: Tan solo dame un último beso.
Shawn: Está bien pero prométeme que no haremos más esto, y ahora lo digo muy enserio.
Axel: Te lo prometo.
Posó sus manos con delicadeza sobre la cara del peligris, con los pulgares, limpió las lágrimas que aún tenía repartidas sobre su pálido rostro. Tras esto, acercó lentamente la cabeza de Shawn hacia la suya. Quería disfrutar de ese último beso que se darían, ya que sabía que después de ese día, debía respetar a su marido sobre todas las cosas. Estaba siendo un beso con mucha intensidad, Shawn rodeó con sus brazos el cuello de Axel para sentirlo más cerca. Mientras, este lo atrajo hacia su cuerpo para estar lo más pegado posible el uno del otro. Lo que era un beso lento y con ternura, se convirtió en uno con mucha pasión y lujuria que hizo que ambos tuvieran una pequeña erección. Seguían unidos y no pretendían separarse pronto pero al sentir como alguien se detenía delante de ellos, tuvieron que hacerlo de inmediato.
Padre de Axel: ¿Qué se supone que estás haciendo hijo?
Axel: Padre. (Agachando la cabeza)
Shawn: Creo que debo irme. (Yéndose corriendo)
Axel: Padre, puedo explicarlo.
Padre de Axel: Creí que te casabas con Austin porque le querías.
Axel: Y le quiero pero cuando estoy cerca de Shawn, no puedo controlarme.
Padre de Axel: Creía que eras lo suficientemente hombre como para saber con quien quieres estar.
Axel: Yo...
Padre de Axel: No creo que Austin se merezca que le seas infiel, cada vez que veas a Shawn. Creía que te había educado bien para que fueras una persona madura y coherente.
Axel: Sé que está mal padre pero cuando estoy con él, no puedo evitar tener contacto íntimo.
Padre de Axel: Entonces no te cases con Austin, no le hagas perder su preciado tiempo.
Axel: Yo le quiero y por eso quiero casarme con él.
Padre de Axel: Pues deberás de darle el sitio y lugar que se merece a partir de hoy.
Axel: Eso lo tengo claro padre.
Padre de Axel: Espero que cumplas tu palabra, me sentiría decepcionado si llegarás a serle infiel.
Axel: No te fallaré padre. (Mirándole a los ojos)
Julia: Papi, ya estamos. (Agarrándose a su pierna)
Nana de Axel: Si señor, ya podemos irnos. (Cerrando la puerta tras de sí)
Padre de Axel: Bien, el coche ya está ahí, vamos.
Axel: Si, vámonos ya.
La familia Blaze no tardó en llegar al lugar donde la ceremonia se llevaría a cabo, ahí pudieron ver nada más bajar del coche a todos los invitados. Quienes esperaban con emoción y alegría a que llegaran los protagonistas de la boda. Axel bajó del coche y caminó por el pasillo que había en el centro del lugar con dirección al altar. Pudo ver a todos su compañeros del equipo, amigos de clase y familiares que no veía desde hacía bastante tiempo pero que sabía que su padre invitó por cortesía. Por parte de Austin, no había muchos invitados pero era decisión suya ya que prefería que solo fuesen sus familiares más importantes.
Ya estaba ahí, junto al altar, esperando al que sería su futuro esposo para toda la vida. Todos le miraban con una sonrisa, seguro pensaban que estaría plenamente feliz de casarse con Austin. En cierto modo lo era pero él más que nadie sabía que su corazón deseaba que llegase Shawn en vez del pelinegro.
A los pocos minutos de estar ahí plantado la marcha nupcial empezó a sonar. A lo lejos vio como Austin bajaba del coche junto a su madre, quien lo agarró del brazo para acompañarlo hasta el altar. Todos los invitados se pusieron de pie para ver la llegada de este. Austin caminaba lentamente mientras saludaba con su gran sonrisa a todos. Pronto llegó al lado de Axel, quien le dio mano para que subiera al pequeño escenario que habían montado para ellos.
Altar
Austin: Que guapo estás mi amor.
Axel: Gracias, puedo decir lo mismo de ti. (Besándole la mano)
Juez: Bueno, podemos empezar con la ceremonia.
Austin y Axel: Si. (Sentándose)
El juez que los casaría, empezó a hablar sobre el matrimonio y lo que conllevaba la union de dos personas. Ambos novios escuchaban con atención lo que el juez decía mientras se dedicaban sonrisas de vez en cuando que daban a entender que querían seguir adelante.
Juez: Bueno, ha llegado el momento de oficializar esto. Austin. ¿Quieres recibir a Axel, como esposo,
y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?
Austin: Si, quiero. (Mirándole a lo ojos mientras le ponía el anillo)
Juez: Axel. ¿Quieres recibir a Austin, como esposo,
y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?
El delantero del fuego repitió la pregunta un par de veces en su cabeza, sabía que debía decir pero su cuerpo dejó de responderle por unos segundos. Austin y todos los invitados le miraban confuso, veían al rubio ahí parado con la mirada perdida y sin pestañear.
Austin: ¿Cariño, estás bien? (Agarrándole la mano)
Axel: Ehh, si.
Austin: ¿Te pasa algo?
Axel: No, es solo que me he quedado ensimismado por un momento. ¿Podría repetir la pregunta? (Mirando al juez)
Juez: Si. Axel. ¿Quieres recibir a Austin, como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?
Axel: Si, quiero. (Mirando a Austin y poniéndole el anillo)
Juez: Bueno pues estando ambas partes de acuerdo, yo os uno oficialmente en matrimonio. Podéis besaros.
Acercaron sus cabezas para unir sus labios en un beso dulce y lento. Todos los invitados empezaron a aplaudir y a gritar "Viva los novios" al unísono. Tras estar vario segundo unidos por sus labios, se giraron hacia sus invitados para dedicarles una sonrisa de gratitud.
La boda seguiría su curso, mientras, lejos de allí en casa de Mike. Shawn miraba por la ventana hacia la nada, en silencio desde hacía varios minutos. El rubio no quiso mencionarle nada sobre la boda de Axel pero al verlo ahí parado, no pudo aguantar quedarse callado.
Casa de Mike, habitación de Mike
Mike: ¿Te pasa algo cariño?
Shawn: No, solo pensaba.
Mike: ¿En la boda?
Shawn: ¿Por qué me preguntas eso?
Mike: Porque tienes un comportamiento muy raro desde que llegaste y sé que es por la boda de Axel. No tienes por qué fingir que no piensas en ello, podemos hablarlo si quieres.
Shawn: No creo que tengamos mucho que hablar sobre la boda.
Mike: Bueno, cambiaré de tema. ¿Tienes todo listo para esta noche?
Shawn: Si, solo tengo que pasar por mi casa y ya.
Mike: Bien. ¿Nos echamos un rato a dormir?
Shawn: Si, me apetece. (Acercándose a la cama)
El peligris aceptó la propuesta de Mike porque no quería hablar sobre la boda de Axel, ya que sabía que le acabaría diciendo que iría corriendo hasta allí para detener la ceremonia si por él fuera. Pero no sabía que para ese momento, Austin y Axel ya se encontraban en el banquete junto a los demás. Ellos estaban sentados con sus familiares más cercanos en la mesa presidencial mientras que los del Raimon y el resto de conocidos estaban sentados por grupos en diferentes mesas.
Restaurante, comedor
Jack: Cuando he visto que Axel tardaba en responder, pensé que se echaría para atrás. (Cogiendo comida)
Kevin: Yo también pero sabía que no sería tan cobarde de hacer eso frente al altar.
Mark: Él siempre cumple con su palabra.
Xavier: Bueno, eso no está claro.
Mark: ¿Qué eres el portavoz de Shawn aquí?
Xavier: No pero hay que dejar las cosas claras.
Koji: No empecéis una discusión, que estamos en una boda.
Takuya: Si, no hagáis un escándalo de esto.
Mark: Decídselo a vuestro amigo el pelo tomate.
Xavier: ¿La gracia donde la ves Mark? (Mirándole con semblante serio)
Kevin: Ten cuidado de cómo le hablas a mi amigo.
Erick: Y tú ten cuidado de cómo le hablas a mi novio. (Posicionándose detrás de Xavier)
Todos se quedaron boquiabiertos al ver ahí a Erick, estaba muy cambiado. Ya no tenía el pelo medianamente largo, ya que se lo había rapado al estilo militar. Se le veía con una complexión física mayor a la que tenía cuando se fue y llevaba puesto un uniforme de gala militar. Xavier se quedó petrificado, veía como todos miraban tras de sí con cara de alegría y sorpresa. Vio las manos que tantas veces habían recorrido su piel desnuda sobre sus hombros, ahora podía confirmar al cien por cien que era Erick el que estaba detrás suyo. No podía reaccionar, había ensayado aquel momento del reencuentro muchas veces y ahora que por fin había llegado, no se atrevía a girarse para saludarle.
Erick: Que elegantes estáis todos, pero siento deciros que Xavier es el más guapo de la boda.
Jude: ¿Xavier, estás bien?
Erick: ¿Cariño, por qué estás tan callado? (Mirándole a la cara)
Xavier: Yo... (Mirando hacia la nada)
Xavier apartó bruscamente a Erick de su lado y salió corriendo de allí en dirección a los baños del restaurante. Erick se quedó sorprendido del acto del pelirrojo, miró extrañado a todos los de la mesa quienes le miraban con la misma expresión y sin decir nada fue detrás de Xavier.
Restaurante, baño de hombres
Xavier: Que mierda me pasa, por qué no puedo hablar con él. (Mirándose en el espejo)
Erick: Eso digo yo, que mierda te pasa. Creía que tenías muchas ganas de verme. (Entrando en el baño)
Xavier: Erick.
Erick: ¿Por qué has reaccionado así?
Xavier: No lo sé, me he bloqueado. No te esperaba hoy, pensé que vendrías la semana que viene.
Erick: Te mentí para darte una sorpresa. (Acercándose al pelirrojo)
Xavier: Eres idiota, no me gustan estas sorpresas. Yo quería ir a por ti al aeropuerto y esperarte como un tonto enamorado a que llegases. (Dándole un pequeño empujón)
Erick: No te hagas el enfadado. (Rodeándolo con los brazos)
Xavier: No puedo creer que te tenga a esta distancia. (Posando sus manos en la cara del otro)
Erick: Te he echado tanto de menos cariño, todos las noches me acordaba de ti. (Dándole un beso)
Xavier: Estás tan guapo, te ha venido bien la academia al fin y al cabo. (Abrazándolo)
Erick: Tu estás igual de blanco. (Acariciándole con la cabeza)
Xavier: Que tonto eres.
Erick: Sabes, llevó sin hacer nada desde que me fui.
Xavier: Más te vale, porque si me entero de que has usado esto con otro... (Agarrándole el paquete)
Erick: Hubo un chico.
Xavier: ¿Qué? (Mirándole a la cara)
Erick: Era broma, solo quería ver que cara ponías.
Xavier: Ni puta gracia. (Dándole la espalda)
Erick: Sabes que no tengo ojos para otro que no seas tú. (Besándole el cuello)
Xavier: No sigas por ahí Erick, que no es el lugar indicado.
Erick: Bueno, tenemos las cabinas de wc. (Mirándole sensualmente)
Xavier: No puedo resistirme. (Besándolo)
Ellos comenzaron a disfrutar el uno del otro después de tanto tiempo, se necesitaban y aunque estuvieran ahí, no iban a dejar pasar la oportunidad. Cerca de allí, los recién casados iban de mesa en mesa tomándose fotos con los invitados. Llegaron a la mesa en la que estaban Takuya y los demás, que aún seguían un poco extrañados por lo que había ocurrido.
Restaurante, comedor
Axel: ¿Como va todo chicos? ¿Estáis bien?
Jack: Si, la comida es deliciosa.
Austin: Me alegro.
Takuya: ¿Sabes quien ha vuelto hace unos minutos?
Axel: No me digas que Erick ha llegado ya.
Jude: ¿Lo sabias?
Axel: Yo sabía que vendría hoy, me dijo que no dijera nada para sorprender a Xavier.
Koji: Pues es el que se ha llevado la sorpresa ha sido él porque Xavier ha reaccionado muy raro.
Austin: ¿Qué le ha pasado?
Mark: No lo sabemos pero el pelo tomate se ha ido corriendo después de empujarlo.
Axel: Qué raro, seguro que ha sido por los nervios.
Koji: Si, él más que nadie se moría por verle.
Axel: Bueno chicos, vamos a posar para la foto.
Jack: Si, esperad que me limpie.
Kevin: Algún día vas a explotar de tanto comer.
Jack: Jolin, no me digas eso. (Apenado)
Se pusieron alrededor de los novios, los más altos por lógica y sin que nadie lo dijese, se pusieron detrás. Casualmente Mark se puso al lado de Axel quien con la mirada, le indicó que quería hablar con él. El portero al principio se extrañó de esto ya que no recordaba que tuviese algún tema que zanjar con el delantero pero dada la seria mirada que le dedicó. Tras hacerse la foto en grupo se fue hacia el exterior del restaurante donde esperaría a que el delantero del fuego terminase de hacerse las fotos con el resto de invitados. Quince minutos después, Axel salió por la puerta con un semblante serio. No entendía que le pasaba o que quería hablar pero con su cara veía que era algo muy serio.
Restaurante, parking
Mark: Bueno, tu dirás.
Axel: ... (Acercándose)
Mark vio como Axel se acercaba a él rápidamente, sin esperarlo ni preverlo recibió un puñetazo por parte de este en su cara. Cayó al suelo por la potencia que llevaba el golpe, ni se imaginaba por qué el rubio estaba haciendo esto.
Mark: ¡Se puede saber que mierda haces! (Tocándose la mejilla)
Axel: ¡Eres uno de los seres más repulsivo que he conocido en mi vida, jamás pensé que intentarías hacer tal barbaridad!
Mark: ¿Pero qué dices?
Axel: Me hace gracia que ni imagines de que te estoy hablando, pero haz memoria. Seguro que recuerdas haber hecho algo deleznable hace poco.
Mark: ¿Lo sabes? (Levantándose)
Axel: Si. (Volviéndole a pegar)
Mark: Me arrepiento de haber intentado hacerle daño a Shawn, de verdad.
Axel: No te creo nada.
Mark: Es la verdad.
Axel: Claro por eso el día de la graduación no te acercaste a él cuando Mike le dio las flores, no te atrevías a estar cerca de ellos después de lo que hiciste.
Mark: Si pero te juro que en la vida volvería a hacer algo como eso.
Axel: Mira, no quiero volver a verte más en la vida. ¡Vete de aquí, ya!
Mark: Vale.
El capitán del Raimon se marchó corriendo de aquel lugar, el rubio veía como la persona que amó alguna vez en su vida se alejaba y desaparecía en la lejanía. Jamás pensó que lo miraría con ojos llenos de rabia y que sentiría más odio de lo que llegó a sentir el día que descubrió su infidelidad. Esperó unos minutos para relajarse y volvió al interior del restaurante para seguir con la celebración de su boda. El banquete terminó y pronto empezó la fiesta. Todo iba como se esperaba, Austin no paraba de sonreír y eso era lo único que le importaba a Axel. Sin que el menor lo supiera, lo arrastró al centro de la pista y dio la señal para que pusieran su balada favorita. Todos hicieron silencio para que "Amar pelos Dois" de Salvador Sobral sonara por toda la sala. Los novios empezaron a bailar juntos al compás de la música, solo se centraron en ellos dos, fijaron sus miradas en uno con el otro. Los invitados miraban con ternura la escena, algunos soltaron lágrimas de emoción como fue el caso de la Nana de Axel y Tae que no podían creer que sus pequeños ya estuvieran casados. Para Tae sería más duro ya que su único apoyo en casa, se iría del nido pero sabía que era cuestión de tiempo que pasara.
La noche llegó, para entonces la fiesta aún seguía en pie pero los novios decidieron irse ya hacia el hotel donde pasarían su primera noche de casados. Austin estaba nervioso ya que sabía que daría un paso más con Axel aquella noche y la verdad es que tenía un poco de temor. Nunca había intentado ir a más allá con el rubio y cuando al menos lo tenía en mente, algún problema ajeno a él sucedía, cosa que le echó para atrás en varías ocasiones.
Hotel, habitación
Austin: ¿Ha sido una boda muy bonita, no? (Sentándose en la cama)
Axel: La verdad es que si, no pensé que fuera a salir todo bien. (Quitándose los pantalones)
Austin: ¿Que te ha pasado en la mano?
Axel: Nada, me di un golpe.
Austin: ¿De verdad?
Axel: Si, fui al baño antes de salir y me tropecé. Mi mala suerte perpetua hizo que me diera contra el lavadero.
Austin: Pobrecito. (Agarrándole con cuidado la mano)
Axel: ¿Ha estado todo como querías? (Yendo al baño)
Austin: Si, la verdad es que ha salido todo tal y como esperaba.
Sentado en la cama, pudo ver como Axel se quedaba con tan solo los bóxers, esto dio entender a Austin que era el momento de despojarse de la ropa que llevaba. Agradeció que dejó de llevar el kimono de novio desde que comenzó la fiesta ya que decidieron cambiarse ambos a algo más cómodo para estar más a gusto. Antes de que Axel saliese del baño, se quitó con rapidez los zapatos y los pantalones, quedándose solo con la camisa puesta a la que desabotonó dos botones de la parte superior para dejar ver un poco su pecho. Se sentó en la parte superior de la cama, apoyándose en el cabecero de esta. Ahí esperó al delantero del fuego hecho un saco de nervios, no sabía quién tomaría la iniciativa hasta por un momento pensó si llegarían a hacer algo esa noche. Mirando al techo descubrió la existencia de un espejo. Se quedó embobado mirando su imagen, veía su cara de asustado por no saber cómo complacer a Axel en el ámbito sexual. Tenía miedo de defraudarle y no hacerle disfrutar como debía. Tan centrado estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Axel ya se encontraba a su lado en la cama, mirando hacia donde miraba su recién estrenado marido.
Axel: Vaya, no había visto que teníamos eso ahí.
Austin: ...
Axel: ¿Austin, me oyes? (Tocándole el hombro)
Austin: Si. (Ruborizándose)
Axel: ¿En qué pensabas mi amor? (Dedicándole una sonrisa)
Austin: Ehh, nada.
Axel: ¿Seguro?
Austin: Me da vergüenza decirlo.
Axel: Soy tu marido, sino tienes confianza en mi, no sé con quien la tendrás.
Austin: Uf, me va a costar decirlo.
Axel: Tranquilo. (Cogiéndole la mano)
Austin: Pensaba en sexo. (Mirando hacia abajo)
Axel: Jajaja.
Austin: No te rías, que me da vergüenza.
Axel: Es que eres muy mono. (Dándole un beso en la mejilla)
Austin: Pues eso, se supone que hoy es el día en el que tenemos que llegar a algo más que besos y caricias.
Axel: Si pero yo no te voy a obligar a hacer algo que no quieras.
Austin: Pero es que yo quiero hacerlo Axel. (Mirándole a los ojos)
Axel: Relájate, déjate llevar y no te pongas nervioso.
Comenzaron por un beso lento y con pasión que empezó a subir la temperatura de la habitación. Austin tímidamente paseó la palma de su mano por el marcado abdomen de Axel, fue una sensación agradable que le gustó. Tras varios minutos de besos cortos e intensos, Axel se echó en la cama. Atrajo al otro para que se posicionase encima suyo y siguieran besándose. Ya estando el uno encima del otro, podían sentir como sus miembros empezaban a endurecerse. Axel metió sus manos por debajo de la camisa que portaba el menor, para luego bajar hacia su trasero donde al igual que hizo en la espalda, metió las manos por debajo de la ropa.
Axel: ¿Estás cómodo?
Austin: Si.
Axel: Vale.
Apretó las nalgas con fuerza, la verdad es que nunca se había fijado en que su pequeño Austin tenía un culo redondo y prieto. Su erección se potenció cuando sintió como la piel de Austin se ruborizó cuando este empezó a darle besos por el cuello. Después de estar así un rato, bajó lentamente los bóxers del pequeño, dejando al descubierto su masculinidad. Al rubio le agradaba sentir como su piel rozaba con el miembro de Austin, necesitaba sentir cada centímetro de su piel. Por eso pasó a quitarle la camisa que aún llevaba puesta, quedando completamente desnudo ante Axel.
Cuando sintió que ya no portaba nada de ropa encima, Austin se quitó de encima del rubio. Le daba un poco de vergüenza verse sin nada puesto, era la primera vez que se encontraba en esa situación.
Axel: ¿Te molesta algo?
Austin: No, es solo que nunca había estado así delante de ti.
Axel: Te ves hermoso, me encantas.
Austin: Gracias.
Axel: Te prometo que te lo pasarás bien.
Austin: Gracias por intentar siempre cuidar de mi, mi amor.
Axel: Intentaré protegerte el resto de nuestras vidas.
Austin: Te amo. (Besándolo)
Tuvieron una larga sesión de sexo placentero que para ser la primera vez del menor, fue mucho mejor de lo que esperaban. Estaban extasiados, empapados de sudor y jadeantes. Sentían la piel caliente del otro sobre la suya, era una sensación excitante. Después de que Axel saliera del interior de Austin, ninguno dijo palabra alguna, tan solo escuchaban la respiración cansada del otro.
Axel: ¿Te ha gustado? (Acariciándole la pierna)
Austin: Me ha encantado, gracias.
Axel: No tienes que dármelas, soy tu marido y siempre que pueda, te daré placer.
Austin: ¿Podemos volver a hacerlo?
Axel: Jajaj, será todo un honor. (Besándolo)
Lo hicieron hasta altas horas de la noche, cuando creían que se quedarían dormidos, sus cuerpos les decían que querían hacerlo una vez más. Así estuvieron hasta que sintieron que no podían más. Se dejaron caer hacia atrás, temblaban del esfuerzo físico que habían realizado. Se quedarían dormidos en cuestión de segundos.
Austin: Te juro que me has hecho el hombre más feliz de la tierra, jamás olvidaré que hayas aceptado casarte conmigo. Eres maravilloso, el mejor chico que he podio encontrar. Te amo. (Abrazándose a Axel)
Axel: Sabes que fuiste la luz en un momento difícil de mi vida, aguantaste muchas cosas para llegar hasta este momento. Haré todo lo que pueda para hacerte feliz y si algún día fallo, seré el primero en alejarme para no acerté sufrir. (Dándole un beso)
Austin: Siempre estaremos juntos. (Cerrando los ojos)
Axel: Siempre. Cuando seamos viejitos, nos acordaremos de este día y sonreiremos al unísono. ¿Me querrás cuando lleve bastón?
Austin: ...
Axel: ¿Ya te has dormido? (Mirándolo)
No insistió más y se dispuso también a dormir. Veía que podía tener un futuro bonito junto a él si se lo proponía, solo era cuestión de mantenerse alejado del peligris.
Shawn por su parte, se encontraba a varios kilómetros de allí. En el aeropuerto de la ciudad, junto a Mike quien le había propuesto hacer un viaje. Cuando vio la propuesta que este le había mandando en forma de mensaje aquella noche, no tardó en darle una respuesta afirmativa. Necesitaba irse lejos de la ciudad durante los primeros días en los que Austin y Axel, se estrenarían como matrimonio. No podría aguantar ver esa imagen de felicidad que ambos le transmitirían al verlos.
Aeropuerto, puerta de embarque
Mike: Lo pasaremos muy bien, sobre todo si estamos juntos.
Shawn: Si, nos vendrá bien pasar unas semanas alejados de todo.
Mike: ¿Se lo has dicho a alguien?
Shawn: No, es más, he dejado mi móvil en casa.
Mike: ¿Vas a estar incomunicado?
Shawn: Necesito estar alejado de todos los temas que me rodean.
Mike: Me parece bien.

Volviéndome a EnamorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora